Mi primera vez allí y me han tratado genial, con respeto. Me han enseñado las instalaciones, muy limpio. Buena conversación y buen ambiente.
Dan ganas de confesarse y decir que a los cuatro vientos, bienvenidos a la liberación, pues pude estar con gente diversa y enseñar lencería.
Seguro repito y estaré más tiempo.
Un saludo a Alejandra, donde la simpatía fluyó desde el primer momento.