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Trucos para recuperar el deseo sexual en pareja

¿Qué hacer cuando se pierde el deseo?

Dicen los terapeutas sexuales que el bajo deseo sexual es el tema más complejo de trabajar en consulta. Personalmente, más que complejo, preferiría llamarlo heterogéneo. Sea cual sea el motivo por el que estés leyendo este artículo, estoy segura de que no sólo te vas a llenar de trucos para recuperar la libido, sino que también vas a entenderla mucho mejor y tomar una nueva perspectiva que quizás no te esperabas.

Por Nayara Malnero

Trucos para recuperar el deseo sexual en pareja

Nayara Malnero es psicóloga-sexóloga y creadora de Sexperimentando, un espacio donde educarte sexualmente y decir adiós a tus problemas sexuales y/o de pareja. Está especializada en la educación afectivo-sexual, terapia sexual y de pareja.

¿Por qué perdemos el deseo sexual?

Sin duda, el deseo sexual o libido es uno de los aspectos más fascinantes y complejos de las relaciones humanas. Para muchas parejas, se trata de todo un reto. Para otras, una sincronía que disfrutar. Lo que no cabe duda es que la falta de deseo puede surgir en prácticamente cualquier momento por el estrés diario, la rutina, la autoexigencia o simplemente el paso del tiempo en pareja.

 

Tu deseo evoluciona en el tiempo

Trucos para recuperar el deseo sexual en pareja

Sin embargo, tengo una buena noticia para ti: el deseo sexual no es estático, cambia con el tiempo y, por lo tanto, también existen formas efectivas de recuperarlo y de volver a reavivar la chispa en la pareja.

Por eso, antes de pasar a la práctica y entrar en los trucos para recuperar el deseo, es importante comprender qué es exactamente y cómo puede fluctuar. La pregunta del millón es "¿Qué es el deseo para ti?" "¿Cómo lo sientes tú?" Aunque parezca un poco loco, la mayoría de los pacientes que vienen a mi consulta a trabajar en esto, nunca se han hecho estas preguntas. Dedica un minuto a reflexionar sobre ello ya que sin duda será tu punto de partida y de referencia.

Tradicionalmente, se ha creído que el deseo sexual es una pulsión biológica que debería estar siempre presente de manera espontánea en todos los seres humanos. Sin embargo, ya desde los años 60-70 se empezó a estudiar cómo esto no ocurre exactamente así. También investigaciones más recientes, como las de la sexóloga Emily Nagoski, sugieren que el deseo sexual funciona de maneras muy diferentes en cada persona, y puede ser influenciado tanto por factores internos como externos.

 

Tipos de deseo sexual: ¿Cuál es el tuyo?

Para aclararnos, me gusta explicar desde el primer momento que existen dos tipos de deseo sexual: el deseo sexual espontáneo y el deseo sexual responsivo. El deseo espontáneo suelo llamarlo Tipo 1 y el responsivo o reactivo, Tipo 2.

El deseo Tipo 1 es aquel que aparece sin previo aviso, de forma espontánea y repentina. La persona que suele tener más ganas de sexo y lleva la iniciativa se dice que está en Tipo 1 y generalmente son los hombres (aunque muchas mujeres también viven así su sexualidad), los más jóvenes y las personas sin una pareja de largo recorrido.

En este tipo de personas, primero aparece el deseo y luego la excitación física ... y es que el deseo Tipo 1 da mucho juego en canciones, películas y series, pero la realidad es que existen más deseos aparte de este.

El Deseo Tipo 2 funciona diferente y surge como respuesta a estímulos, es decir, después de una experiencia erótica o cuando el contexto es favorable para la intimidad. Las personas que están en Tipo 2 son aquellas que, aparentemente, parecen tener menos ganas de mantener relaciones sexuales, pero que cuando «se ponen a ello» lo disfrutan y piensan “¿Por qué no lo hacemos más?”

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Trucos para recuperar el deseo sexual en pareja

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En estos casos, el orden de los factores se invierte. Es decir, el deseo no aparece si el cuerpo no responde primero, si no se excita antes. En vez de ser un deseo instintivo que viene de mí, es un deseo cultivado por la situación. En deseo Tipo 2 suelen estar mayoritariamente mujeres y en relaciones a largo plazo, aunque esto es simplemente una generalidad.

Lo que suele suceder es que, como pensamos que solo existe el deseo Tipo 1, no le damos a nuestra vida sexual la oportunidad de cualquier otra alternativa y es ahí cuando comienza la problemática. Por eso es importante entender que los distintos miembros de la pareja pueden tener un tipo de deseo sexual diferente y es algo completamente normal.

Así, lo importante es primero conocer estos datos y después, saber encajar con tu pareja de forma que consigáis el equilibrio adecuado, aquí es donde muchas parejas requieren de mi ayuda.

En las parejas a largo plazo, es común que el deseo espontáneo disminuya, pero eso no significa que el deseo en general haya desaparecido. Puede ser que esté funcionando bajo la modalidad responsiva, y entender esto es clave para la recuperación de la libido.

 

Factores que influyen en la pérdida del deseo sexual

Por supuesto, también tenemos que tener en cuenta que existen múltiples factores que pueden influir negativamente en el deseo sexual en pareja. Aquí voy a mencionar algunos de los más comunes pero debes de saber que cada persona es un mundo y que cada caso debe de ser abordado de forma diferente:

  • El nivel de estrés que llevamos hoy por hoy: El ritmo de vida actual, lleno de responsabilidades laborales, familiares y sociales nos deja agotados física y emocionalmente. Este agotamiento repercute en el deseo sexual, ya que el cuerpo y la mente no tienen suficiente energía para concentrarse en la intimidad, por no hablar de todos los efectos nocivos de la hormona cortisol.
  • Falta de comunicación en la pareja: Las necesidades y preferencias sexuales cambian con el tiempo y, si no se hablan, si seguimos creyendo que esto debería de rodar mágicamente por si solo, es probable que el sexo se convierta en algo monótono o frustrante. Muchas parejas evitan hablar sobre sus deseos y necesidades sexuales por miedo al rechazo o a la vergüenza, lo que termina creando una barrera emocional muy grande que tenemos que arreglar en consulta.
  • Autoexigencia y presión sexual: Las expectativas no realistas sobre cómo "debería" de ser la sexualidad, la frecuencia y el deseo pueden generar presión y ansiedad tanto en hombres como en mujeres. Tanta presión hace que seamos incapaces de disfrutar de los encuentros y hasta los evitamos.
  • Desconexión emocional: muchas veces no queremos reconocer esto pero sexo y emoción están íntimamente relaciones. Desde los propios problemas emocionales hasta las discusiones del día a día reducen el deseo sexual.
  • La falta de tiempo en pareja: nuestros ritmos diarios hacen que dejemos de compartir tiempo de calidad en pareja generando desconexión y una gran falta de intimidad.
  • Los cambios físicos debidos al paso de tiempo, las circunstancias vitales, la mala salud y las medicaciones: todo esto afecta directamente no sólo al deseo sino a toda la respuesta sexual. La percepción del propio cuerpo, los cambios químicos y hormonales… todo influye y casi nunca positivamente.

Este es solo un pequeño listado de pistas que te servirán de guía pero cada cuerpo, cada mente y cada pareja es un mundo. La buena noticia, como te comentaba, es que el deseo sexual puede recuperarse si se trabaja en conjunto y se pone atención a los aspectos que más influyen en su disminución.

 

El paso a paso para recuperar vuestro deseo

¿Pasamos a la práctica? Aquí van algunos consejos basados en las técnicas que aplico en consulta:

El deseo sexual no puede florecer en medio de las prisas de nuestro ritmo de vida. Muchas parejas cometen el error de dejar el sexo para “cuando haya tiempo” o al final del día, cuando ambos están agotados. Una manera efectiva de reavivar el deseo es creando momentos especiales para la intimidad. Esto no significa necesariamente tener sexo, sino dedicar tiempo para estar juntos sin distracciones. Puede ser una cena romántica, un paseo al atardecer o simplemente una conversación profunda. En mi consulta animo a las parejas a reservar mínimo 1h semanal para esto.
Cuando va pasando el tiempo en pareja es normal caer en la monotonía. Para contrarrestar esto, es importante innovar en las relaciones sexuales, probando nuevas prácticas, posiciones, juguetes o fantasías. No se trata de cumplir con una lista de "obligaciones", sino de redescubrir el placer del juego erótico en pareja. La clave está en ser creativos y, sobre todo, en hacerlo de una manera que ambos lo pasen bien. En mi consulta animo a las parejas a que desarrollen una lista de ideas y las compartan el uno con el otro.

Hablar abiertamente sobre las necesidades y deseos de forma sincera es fundamental para activar la libido. Quizás debamos empezar por uno mismo, averiguando qué es lo que nos gusta y excita, para después pasar a hablarlo con la pareja. Por supuesto, también es importante escuchar las necesidades del otro sin juicio, ya que cada persona tiene su propia forma de experimentar el deseo y de sentir.

Cuidar nuestra mente y desconectar del estrés es básico para nuestra salud física, emocional y sexual. El estrés es uno de los mayores enemigos del deseo sexual. Para combatirlo, es esencial encontrar formas de relajarse tanto individualmente como en pareja, de tener tiempo suficiente para el descanso y la conexión con uno mismo.

A veces ni siquiera nos conocemos lo suficiente a nosotros mismos, otras veces simplemente caemos en patrones sexuales repetitivos. El simple hecho de tocarse de manera diferente, masajearse o dedicar tiempo a las caricias sin la expectativa de que haya penetración, por ejemplo, puede generar una mayor conexión física y emocional. En mi consulta suelo animar a las parejas a que dediquen un rato a masajearse por todo el cuerpo el uno al otro sin prisa.

Si el deseo sexual sigue siendo un problema persistente, es recomendable buscar ayuda profesional. La terapia sexual es sumamente efectiva y esto no debe verse como una señal de fracaso, sino como un paso hacia una mayor satisfacción sexual y emocional. Suelo explicar que no hay nada más sexy que una persona que tiene un problema y hace lo que sea necesario para solventarlo ¿No crees?

En conclusión, recuperar el deseo sexual en pareja es un proceso que requiere tiempo, paciencia y sobre todo, compromiso mutuo. No existen soluciones mágicas, pero con una buena comunicación, atención a las emociones y la disposición a experimentar y redescubrir el placer, es más que posible reavivar la chispa sexual.

Te animo a que elijas uno de los consejos que te he brindado y que no me creas nada, sólo ponlo en práctica durante un tiempo y comprueba qué es lo que sucede.


¿Alguna vez has experimentado poco deseo sexual en pareja? ¿Cuál es tu tipo de deseo? ¿Y el de tu pareja? ¿Qué hacéis para reavivar la llama? ¡Comparte en el foro!

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