¿Quieres masturbar bien a tus parejas?

Constantemente leemos consejos tipo: “¿Cómo masturbar bien a un hombre?”, “¿Cómo hacer buen sexo oral a vulvas?”, “Aprende los mejores trucos para la masturbación femenina”. En este artículo, te cuento los mejores tips para que des placer a tus parejas independientemente de sus genitales o su identificación de género. ¡Haz pajas o dedos a tus parejas y dales todo el placer que se merecen!

Por Cecilia Bizzotto

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Cecilia Bizzotto es socióloga, portavoz y creadora de contenido para JOYclub. Divulga sobre sexo y placer desde un enfoque feminista, fomentando una visión desestigmatizada de las fantasías y las sexualidades alternativas.

¿Por qué este artículo?

Hace unos días me llamó una periodista que quería escribir un artículo con los mejores consejos para masturbar a un hombre y otro artículo distinto con consejos para masturbar a una mujer. Así que me pedía que escribiera tips con los que redactar su publicación. Cuando me puse a escribirlo, me di cuenta de que TODO lo que decía tenía validez para cualquier género.

¡Sé un buen amante!

Antes de nada, te quiero aclarar que mis consejos no van a ser: “Toca el punto A mientras acaricias el punto B y mueves la lengua 130º al norte”. Me declaro harta de las guías para ser un buen amante, de los manuales para tocar cuerpos o las listas de “mejores posturas para…”

Mi opinión es que NO existen las buenas amantes. No hay personas “buenas en la cama”. Es un mito, son los padres (vaya… qué raro suena eso).

No hay nadie que sepa “tocar bien”, que conozca las teclas que hacen sonar cualquier cuerpo y que haya memorizado un mapa general para explorar todos los placeres. Aprenderte un repertorio de técnicas específicas no sirve de nada si no sabes lo que le gusta al otro, si no lees su cuerpo o si no sabes preguntar.

Es un absurdo pensar que todos los cuerpos sienten igual y que a todas las personas les gusta lo mismo. Por ejemplo, para masturbar a un hombre podríamos recomendar jugar con sus testículos y, sin embargo, es algo que no a todas las personas les gusta por igual o de la misma manera.

Lo importante ante todo y lo que define a un buen amante es la capacidad de escucha, de estar receptivo a lo que su pareja comunica con sus palabras, gestos, movimientos, respiraciones…

TIP 1: Haz que tu pareja se sienta deseada

En todas las “guías para follar” dirigidas a personas que se acuestan con mujeres, se pone en relevancia eso de hacerla sentirse deseada. En cambio, en las guías para masturbar a un hombre, comerle la polla, follartelo de 10… que él se sienta atractivo es totalmente irrelevante. Las chicas estamos acostumbradas a que se alaben nuestros cuerpos pero… ¿Y ellos?

Nuestra cultura absurda nos ha hecho creer que sólo las mujeres necesitamos sentirnos sexys, atractivas y que los piropos sólo van en femenino. En cambio, no hay nada más excitante y placentero para un hombre que su pareja le haga sentir guapo.

Así que mientras tocas y antes de tocar, dile todo lo que te pone de él o ella: ¿Te gusta el brillo de su piel? ¿Te encanta la forma de su pene? ¿La manera en la que se hincha su vulva? ¿Te excita oír sus jadeos? ¡Díselo y pon a tu pareja a mil!

TIP 2: Explora todo su cuerpo

En nuestra cultura sexual hay una fascinación por los genitales. Tenemos la creencia de que esta es la única o de las únicas zonas erógenas del cuerpo, que todo el placer pasa por allí y el 99% del encuentro sexual pasa por rozar, apretar, chupar, lamer y penetrar con los genitales.

A las mujeres, por lo menos, de vez en cuando nos tocan las tetas, nos chupan los pezones y nos dan algún azote en el culo. ¿Pero y a los tíos? El placer de los hombres queda centralizado en los genitales y a veces ni ellos mismos conocen otras zonas erógenas más allá de su polla. Hasta cuando te masturbas a ti mismo/a seguro que echas mano directamente de tu polla o tu coño.

Esto es una pena, porque la piel es una zona erógena al completo. Por eso, si quieres ser un amante de 10, si anhelas que tus parejas digan “joder, qué polvazos me echas” no te tienes que aprender ninguna técnica concreta para estimular.

La clave fundamental para hacer que tu pareja se derrita de placer es no ir al grano. Recréate con besos en el cuello, nuca, orejas, lametones por el pecho, mordiscos en los brazos, vientre… Puedes incluso “hacer sufrir” un poco y, cada vez que te acerques a sus genitales, mirarlos con deseo, olerlos como si fueran un pastel recién salido del horno, relamerte como si fueras a devorarlos y luego recrearte en otra zona como las ingles, los muslos, las caderas…. Así, incrementarás su excitación y receptividad y en el momento que toques los genitales va a estallar en fuegos artificiales.

TIP 3: Usa la lengua para más cosas

Si antes te decía que la piel es la mayor zona erógena del cuerpo, me equivoqué. La zona más erógena es el cerebro y no hay mejor forma de tocar que con las palabras. El buen “dirty talking” o “hablar guarro” para las que no queremos hablar todo el día en inglés.

Hablar guarro es una herramienta para consensuar y para seducir al mismo tiempo. No sólo sirve para ponerte cachonda, sino que además saber decir guarradas de manera sexy nos permite comunicar qué queremos, buscar “síes o noes”, saber qué le apetece al otro, conocer sus preferencias…

Si has visto demasiada televisión y se te agotó la creatividad, te dejo aquí algunos ejemplos que bien usados pueden no sólo ser muy cachondos sino que además te permitirán conocer a tu pareja y saber qué quiere:

• Buf, qué bonito te queda ese sujetador y qué ganas tengo de verte sin él. ¿Puedo sacártelo?
• ¿Te pone que lama tu glande? ¿Y si te apreto aquí en la base te gusta? ¿Puedo comérmela mientras tanto?
• Qué culazo tienes, me apetece dejarte mis dedos marcados. ¿Te puedo dar un azote?
• Me flipa tu pecho… ¿Te gusta que te laman los pezones? ¿Puedo?
• ¿Puedo comerte los pezones mientras te masturbo?
• Qué mojada estás, me apetece meterte un dedo. ¿Quieres?
• Me encanta cuando me comes así. ¿Puedes pellizcarme los pezones mientras me sigues comiendo?
• Tienes la cintura más bonita que he visto: ¿Puedo estrujarla?

TIP 4: Masturbar no es aburrido

Masturbar no es sólo “subir y bajar” el pellejo de la polla o sólo frotar el clítoris como si fuera un “rasca y gana”. La clave para una buena paja está en no repetir monótonamente el mismo movimiento esperando impacientemente a que la otra persona se corra. Eso es lo peor que puedes hacer si quieres dar placer a alguien.

Cuando estés tocando su polla o su coño, recréate en ello y conviértelo en una actividad placentera para ti. Así que juega y explora movimientos (para ello, lee las ideas específicas que te doy en el siguiente apartado).

TIP 5: Si tu amante tiene una hermosa polla…

… Hay truquis como apretar la base del tronco del pene o acariciar suavemente el glande. También puedes usar las dos manos al tiempo, una en el tronco, la otra en el glande y estimular las dos zonas a la vez. Para que tenga una sensación más intensa, puedes jugar con sus testículos y acariciar el perineo.

Si a la persona le gusta, puedes lamer o acariciar suavemente los testículos mientras masturbas el pene. También puedes cogerlos con la mano y sostenerlos con cierta firmeza cuando está cerca del orgasmo: esto da una sensación muy amplia e intensa.

Sobretodo, recuerda no quedarte todo el rato en su pene sino que “salir” de él de vez en cuando, puede ser muy enriquecedor. Si, por ejemplo, le notas muy excitado y cerca de la eyaculación, puedes aprovechar para lamer sus pezones, darle un beso intenso y con buena lengua en la boca, comerle el cuello… Nivela la intensidad para que la paja sea duradera y así, cuando llegue al orgasmo, estallará (esto también vale para coños)

TIP 6: Si tu amante tiene un hermoso coño…

… Es recomendable acariciar los pliegues de la vulva antes de empezar directamente a masturbar. Puedes poner la palma entera de la mano encima de la vulva para dar esa sensación de calor y recogimiento y, a partir de ahí, hacer caricias en los labios externos, internos, rodear por fuera la vagina…

Antes de recrearte en introducir dedos (y, para ello, siempre debes preguntar) juega largo y tendido con su clítoris. Puedes hacer movimientos circulares, verticales, horizontales… Algunas personas con vulva incluso disfrutan de subir y bajar el capuchón del clítoris como si fuera un “mini pene”.

Recuerda que no debes frotarlo como si fuera una lámpara mágica a no ser que esté muy excitada y que le guste. En general, las mujeres suelen preferir movimientos más suaves y circulares al principio para luego ir incrementando la intensidad a medida que la excitación aumenta.

Una vez la notes muy cachonda, pregúntale: “¿Te apetece que te meta un dedo?” En caso afirmativo, empieza a introducir suavemente un solo dedo (recuerda que debes tener las uñas bien cortadas) y sube ligeramente en dirección el ombligo. A unos pocos centímetros, encontrarás una zona rugosa (el denominado punto G) y puedes acariciarlo, darle “golpecitos” como pulsaciones haciendo el movimiento de “ven aquí”. Si ella quiere, puedes introducir más dedos y aprovechar la base de la palma de tu mano para estimular el clítoris por fuera. Vamos, el “spiderman” de toda la vida.

TIP 7: Todas y todos queremos lubricación

Todos los genitales tienen que estar bien húmedos para que la estimulación sea placentera. Los penes, igual que las vulvas, disfrutan mucho más si están bien mojados. Así que no te olvides de usar un buen lubricante (por ejemplo, de efecto calor puede ser muy agradable para algunas personas) o jugar con abundante saliva para que no haya fricción con la mano. ¡No hay nada peor que una paja seca!

TIP 8: El ano, el área de de placer más democrática

Pero eso sí: recuerda nunca tocar (y mucho menos penetrar) nada sin preguntar. ¡Nada de meter dedos a traición en pobres anos desprevenidos!

Para empezar a jugar con el culito de tu pareja, puedes deslizarte por el perineo y, con los dedos bien lubricados, apretar suavemente las yemas de los dedos surcando un camino hasta el ano. Durante este camino, no dejes de observar reacciones en su cuerpo y si la ves mínimamente incómoda, para y pregunta. Si sientes que disfruta y se recrea, puedes acariciar suavemente la entrada del ano haciendo movimientos en círculos por el borde. Incrementarás el placer y la intensidad en sus sensaciones si, además, apretas ligeramente la yema de tu dedo en el centro del ano, sin llegar a penetrar pero sí generando esa sensación tan agradable de presión.

A partir de ahí, puedes preguntar: “¿Quieres que siga así, te apetece que pare o quieres que te meta el dedo?” Todo dependerá de la respuesta a esa pregunta, pero eso sí: las prisas, para los anos, nunca son buenas.

TIP 9: El objetivo no es el orgasmo

Masturbar a una persona puede ser realmente frustrante si lo que esperas es que se corra. Frustrante para ti y frustrante para tu pareja. De hecho, toda actividad sexual es un puñetero rollo si estás esperando impacientemente a orgasmar.

No hay nada más placentero que disfrutar del sexo como si fuera un paseo por el parque: una actividad recreativa, lúdica, que no tiene ningún punto final concreto. No hay “hitos” que alcanzar, sino que cuando nos cansamos, damos la vuelta y volvemos a casa. Tus pajas, tu sexualidad y tus paseos serán mucho más divertidas si no miras la línea de meta.

Qué fea se queda esta lista de consejos si la dejamos en 9 tips para masturbarnos, ¿verdad? Deja tu tip para hacer una buena paja o unos buenos dedos en este foro y lo añadiremos a la lista definitiva para que se convierta en un bonito decálogo.

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