La intersexualidad sigue siendo una realidad invisibilizada, aunque afecta al 1,7% de la población mundial, un porcentaje similar al de personas pelirrojas. Este artículo explora de manera personal y detallada qué significa nacer con una condición intersexual, los desafíos de crecer en una sociedad binaria y las luchas por los derechos de las personas intersexuales. Descubre las historias ocultas, la violencia médica y las luchas actuales para que la intersexualidad deje de ser un tabú.
Por Jordi
¡Hola! Soy Jordi Suárez Padilla, persona con una condición intersexual. Me gusta decirlo así, porque esa característica de mis órganos genitales me ha condicionado gran parte de mi vida. Tengo tres hijos adoptados, soy maestro de música, pianista y masajista tántrico.También y desde hace tres años, militante en una organización (Kaleidos intersex) que lucha por los derechos de las personas intersexuales.
¿Por qué la "I" es la letra menos conocida del colectivo LGTBIQ+?
En realidad, es bastante lógico que la "I" sea la letra menos conocida. Os explico por qué.
A las personas que nacemos con una condición intersexual nos han enseñado a disimular, a mentir, a callar y a escondernos para encajar en una sociedad binaria. Sobre todo, nos han enseñado a ser invisibles porque nos han hecho creer que tenemos cuerpos incorrectos que hay que corregir.
Los médicos nos recetan hormonas, nos estudian, nos operan, pero sobre todo nos recetan silencio. Somos personas "tabú" que hacemos explotar más de un cerebro solo por nacer así. No es de extrañar que nuestros cuerpos incomoden, en una sociedad tan binaria.
¡Tantas personas intersexuales como pelirrojas!
Aunque las personas que nacemos con alguna condición intersexual somos el 1,7 % de la población (si te parece poco, es el mismo porcentaje que hay en el mundo de personas pelirrojas).
Por todas esas razones que he mencionado y por tanta presión social que recibimos, preferimos en muchos casos quedarnos dentro del armario para siempre. En algunos casos, la misma persona no sabe siquiera si es intersex. Tú, que estás leyendo esto, ¿te has hecho una analítica de tu cariotipo? ¿Podrías asegurar al 100% que, si te consideras mujer, tienes cromosomas XX y, si te consideras hombre, eres XY?
Intersexualidad: ¿Qué significa realmente?
Pero vamos a aclarar conceptos. Empecemos por el principio. ¿Qué es la intersexualidad? Mejor dicho, ¿qué son las intersexualidades?
Son variaciones corporales. Nacemos con características sexuales diversas. Pueden ser variaciones genitales que se aprecian a simple vista (vagina ciega, clítoris grandes como penes, pene y vulva, pene sin testículos) o variaciones internas (útero, matriz, ovarios, cariotipo, hormonales...) que se pueden descubrir en la adolescencia o no descubrir nunca.
Por ejemplo: criaturas que nacen con vulva, vagina y testículos internos, niños con pene y ovarios, bebés que nacen con cariotipo XXY (masculino y femenino), hipospadias (aberturas entre el pene y los testículos como si fuera una pequeña vagina) y otras muchas variaciones y combinaciones entre hormonas, cromosomas y genitales diversos.
El mito del "hermafrodita" es un término ofensivo
No hace mucho a las personas intersexuales nos llamaban "hermafroditas", término horrible y ofensivo para nosotres porque, en biología, un animal hermafrodita puede reproducirse a sí mismo, cosa imposible en nuestros cuerpos. Por cierto… ¿No lo sabías? Muches de nosotres somos estériles.
Además, ese término nos retrata como seres "mitológicos" y "imaginarios". No. Somos bien reales. Lo único que tenemos son ciertas diversidades sexuales de nacimiento. Pero tampoco somos enfermos ni "errores". En muchos casos, no hay nada que arreglar.
Intersexualidad(es) en plural
Por esa diversidad, me gusta hablar de intersexualidades, en plural. Eso sí, las intersexualidades no son una orientación ni un género.
Es una condición biológica y corporal. Punto. Explicado de otro modo: nosotres no hemos elegido quiénes somos, sino que la naturaleza ha decidido lo que deberíamos ser. Lo quiero dejar claro porque en muchas ocasiones se nos confunde con la transexualidad u otras realidades que implican orientación o diversidad de género.
Es verdad que tenemos cosas en común con todo el colectivo LGTBIQ+, pero también es verdad que tenemos diferencias y luchas propias para garantizar los derechos de las personas intersexuales.
Igualmente, conozco personas intersexuales no binarias, gays, lesbianas, bisexuales, hetero, trans, asexuales... De todo tipo.
Mi historia intersex: El peso del silencio médico y social
Os explico mi caso. Nací con pene pero sin testículos y escroto. Me operaron a los siete añitos para "ver qué tenía por dentro" y seguramente extirparon matriz, ovarios o ovotestes, según me dijeron posteriormente los médicos al juzgar por mis cicatrices.
Los cirujanos que me intervinieron no lo documentaron en su día. Silencio absoluto.
En mi adolescencia y juventud me intervinieron dos veces más, con las consecuentes y traumáticas cicatrices: prótesis testiculares solo por estética (una a los 13 y otra a los 22) y hormonas a partir de los 11 años hasta hoy día. No fue nada fácil, os lo aseguro.
Solo os explicaré, como anécdota, que de niño en la escuela, cuando íbamos a la piscina y en clase de educación física, me escondía detrás de las puertas de los vestuarios y disimulaba por la vergüenza que tenía de mi cuerpo y mis genitales. Era un trauma que alguien me viera; que alguien descubriera mis cicatrices y que preguntara. Yo no era capaz de dar explicaciones porque nadie me explicaba nada de mi cuerpo. Me moría de miedo.
Cuerpos diversos, no incorrectos
Por otra parte, todas las personas con condiciones intersexuales que conozco hemos sufrido mucha violencia médica.Imaginaos: pruebas, visitas a los endocrinos que no te explican ni entiendes, tocamientos de genitales, observaciones como bichos raros, cicatrices y cirugías para hacernos "hombres o mujeres de verdad" y encajar en un patrón binario, cueste lo que cueste. Y claro, todo eso durante la infancia, en secreto y en silencio.
En la actualidad, las diferentes asociaciones intersex luchamos y damos visibilidad con nuestros testimonios para concienciar a la sociedad y, sobre todo, evitar cirugías estéticas e innecesarias a los bebés que nacen con esas variaciones genitales.
Que no se extirpen testículos, ni se recorten clítoris, ni se implanten prótesis con el trauma y dolor que eso supone. Al menos que se informe correctamente de todas las consecuencias y se haga con consentimiento de los padres.
¿Es necesario inscribir el género al nacer?
Luchamos para que en el registro civil no sea necesario inscribir el género de un bebé si es intersex; que se dé el tiempo necesario a que la criatura sea mayor de edad y pueda decidir por sí misma qué género le representa.
¡Quién sabe! Quizás llegaremos a la conclusión algún día de que el hecho de inscribir el género "masculino" y "femenino" no sea obligatorio para nadie.
¡Por una educación sexual inclusiva!
Reclamamos también un cambio del sistema educativo en materia de educación sexual. Que no se explique solo el sistema reproductivo. Que se hable del placer, del consentimiento, de cómo poner límites, del abuso y también de las diferentes condiciones intersexuales y variantes genitales.
Que en las escuelas se hable de diversidad real; que se dé la referencia de que todos los genitales son bonitos como son y que no todo el mundo nace como "hombre" o como "mujer". Explicar que la naturaleza es mucho más diversa de lo que nos hacen creer.
Sobre todo, que ninguna criatura tenga vergüenza de su cuerpo ni se "tenga que arreglar" con cirugía para encajar en una sociedad que no quiere cambiar su mirada ante la diversidad de las características sexuales.
Que nadie tenga que esconderse detrás de las puertas de los vestuarios por vergüenza.
Espero que con este pequeño escrito sepáis algo más de esa "I" desconocida para muches. Recordad que es la "I" de intersexualidad, no de invisibles, aunque esconde mucho más de lo que parece.
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