La sexualidad masculina está atravesada culturalmente por lo cuantitativo. Tamaño y forma del pene, tiempo de duración, cantidad de encuentros sexuales, número de vínculos… todo es mensurable. Pero poco se habla de buscar una sexualidad cualitativa. Más sensitiva, creativa y saludable. ¿Te gustaría tener un sexo de mayor calidad?
Por Abe Correa García
Diplomado en ESI y Coach de masculinidades
¿El sexo es solo meterla y eyacular?
Aprendemos que la sexualidad es falocéntrica, enfocada exclusivamente a la penetración y con la búsqueda irrefrenable del orgasmo (y su consecuente eyaculación) y que lo peor de todo es que luego de la emisión del semen, en alguna parte del cuerpo de la otra persona…¡Se termina la peli!
Rompamos con nuestras propias creencias sexuales
A través de esta vivencia, a lo largo de nuestro aprender sexual, con otra persona o en soledad, cuando nos masturbamos, vamos educando a nuestro cuerpo para que vínculo con nuestra intimidad sea lineal, siguiendo un patrón básico de erección, penetración y eyaculación, perdiendo de vista los diversos y abundantes paisajes que se pueden desplegar en ese espacio sagrado.
- Erección, la creencia es que, si no se da, no hay sexo. ¡ERROR! Despliega otros recursos: tus manos, tu boca o juguetes, por ejemplo.
- Penetración, el mandato dice que todo pene debe penetrar, de forma unidireccional, profunda y rápida. ¡ESCASO! Hombre, prueba no meterla, quedarte afuera cada tanto, y en ese juego innova tu empotramiento. Movimientos pélvicos circulares, mete la puntita, hazlo lento.
- Eyaculación, (y aquí es donde me quiero enfocar) el mandato dice que todo coito debe “acabar” con tu emisión de semen al primer orgasmo…¿Te preguntaste qué pasaría si descubres que puedes regular tu eyaculación y gozar de más de un orgasmo? Pues sí puedes. Solo tienes que reconocerte.
¿Cómo incrementar tu calidad sexual y sensual?
Cuando te das cuenta de que el orgasmo es diferente a la eyaculación, porque son dos eventos corporales con objetivos diferentes que suceden casi en simultáneo, los puedes disociar.
Verás, el orgasmo tiene que ver con la energía bioeléctrica de tu cuerpo, que te recarga, te conecta y te revitaliza. La eyaculacióntiene por único objetivo la expulsión del semen con su carga espermática con objetivos reproductivos. Piensa, ¿Cada vez que vas a follar, piensas en reproducirte? ¿O es más para el placer? ¡Bingo!
Tenemos sexo para conectar y compartirnos gozo, así que no siempre la eyaculación es necesaria. Cuando aprendes a sentir tus orgasmos sin necesidad de liberar tu semen, es donde puedes experimentar no solo uno, sino dos, tres, cuatro o los que quieras.
La importancia de estar conectado
Esa habilidad de autosabiduría, que se consigue con mucha práctica, constancia y reeducación corporal, es la que te otorga una mejor CALIDAD sensual. Porque no estás pensando en la conclusión del coito, sino que te permite estar más presente en él durante, conectándote con tu vínculo sexual y su ritmo diferente.
Si eres hombre hétero y te vinculas con mujeres, debes saber que el ritmo de su excitación es muy diferente a la nuestra. Nosotros, con un breve estímulo, quizá ya estamos erectos y listos para entrar. Pero ellas necesitan varios minutos más para lograr lubricación, dilatación y calor en sus genitales. Es ahí donde tu capacidad multiorgásmica te da los recursos para gestionar de la mejor manera tu líbido, y que tu curva de excitación no sea explosiva, lo cual te permite disfrutar de una disponibilidad inusitada para acompasar la curva femenina.
¿Cuántas veces te ha pasado que estás muy caliente y apenas entras en su cuerpo, tu orgasmo es incontrolable, lo que deviene en una pronta eyaculación, quedando muerto y tu compañera, recién se está calentando?
¿Te gustaría contactar con Abe Correa García y aprender a ser un hombre multiorgásmico? Contacta con él a través de su perfil y aprende a vincularte con tu sexualidad de forma más saludable.
¿Conoces la práctica sexual taoísta?
En la sexualidad Taoísta, se hace hincapié en que el género que más se debe trabajar para un cultivo sexual sanador y espiritual, es el masculino. Porque una vez que “acaba” ya no queda disponible, y en ese período refractario, pierde su potencia y su deseo.
El Tao dice que sí hay un sexo fuerte y uno “débil”. Y sé que esto es duro de admitir, pero tiene algo de verdad: El sexo fuerte es femenino. El débil, masculino. Y esto se debe a las naturalezas de cada género.
La mujer no pierde su semilla con sus orgasmos, lo desarrolla en su ciclo menstrual. Por eso se cree que solo ellas pueden ser multiorgásmicas, pueden follar hasta cuando quieran, porque no se desgastan y cada orgasmo las potencia cada vez más. En cambio, el varón en su orgasmo sí pierde su semilla vital, y lo más sorprendente es que no es solo una, sino millones y millones de semillitas espermáticas. ¿Tiene sentido, no?
Así que a partir de ahora, permítete esta nueva idea y ábrete a un nuevo paradigma sexual que te dé placer casi infinito, y que cuando eyacules pueda ser desde el deseo de hacerlo, y no porque eres un esclavo de tus impulsos. Y cuando elijas hacerlo, que sea luego de sentir varios orgasmos. Te aseguro que no volverás a hacerlo igual, y que tus amantes se darán cuenta de que, ocupándote de ti, también te estás ocupando de ellxs, y de la magia que crean juntxs.
No temas, todo se aprende, y la clave primera es empezar por Des-aprender. Tu cuerpo sabe, solo debes dejar que se exprese, entrenarlo, darle nuevos hábitos, innovar en tus estímulos, erotizarlo, sensualizarlo, sensibilizarlo. Integrando tu energía yin, te encontrarás con sorpresas que tu hermoso pene y bello cuerpo, está esperando por darte.
¿Sientes que has sido educadx hacia una sexualidad falocéntrica, enfocada en el coito y la eyaculación? ¿Qué creencias sexuales has desterrado a lo largo de tu vida? ¿Intentarías tener sexo para gozar, sin tener que eyacular? ¡Cuéntanos en el foro!
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