Ya me estoy cansando de escuchar a mujeres que me dicen que a ellas no les gusta que les coman el coño, ¿de verdad que a algunas no nos gusta esta práctica o qué coño está pasando con mi coño?
Por Paloma Martínez
Soy Paloma Martínez, trabajadora social sanitaria. Actualmente, curso el máster de Sexología en la UCJC, con el objetivo de que la sexualidad llegue a todas las personas y nos vivamos con respeto, autoconocimiento y satisfacción.
Si no te gusta que te lo coman, igual es que no te lo comen bien
Ya que está llegando el calor y con él las cervezas en las terrazas, ¿no os pasa que tenéis la libido en Marte?
Y es que cuando llega el calor las chicas ya no se enamoran, sino que follan más. Y es que chica, con lo baratos que salen algunos vuelos de Ryaner, ¿a quién no le apetece que le coman el coño en diferentes playas y a diferentes horas?
¡Pues hay chicas que me han dicho que no! Que no les gusta que le coman el coño, y que les da igual que sea verano o que sea invierno, que eso no se toca con la lengua. Que la manita está genial, pero sí se puede acompañar de una lengüita… ¡Vamos a probar, a ver si así os empieza a gustar!
Curso avanzado para un buen cunnilingus
¿Vosotras o vosotros os habéis sacado el curso de la universidad de Wisconsin sobre “como comerte un coño”? No digas que sí, porque ese curso no existe, pero ¿sabéis lo que existe?
El otro día tomándome esas cervezas casi veraniegas de las que os hablo pregunté a mis amigas que por qué no les gustaba que les practicase sexo oral y entre cosas me dijeron que directamente siempre se lo han hecho mal y prefieren ahorrarse el mal rato que eso supone.
Preguntar y aprender. Es gratis
Por eso os propongo unas preguntas básicas que podemos hacer si nos estamos comiendo un coño, como pueden ser:
- ¿te encuentras cómoda?,
- ¿te gusta en este punto o me puedes decir dónde exactamente?,
- ¿me quieres ir marcando el ritmo o me vas diciendo si así está bien?,
- ¿quieres que introduzca un dedo por algún lado?
Mira, yo nunca he estado en Roma, no sé si todos los caminos llevan ahí, pero si preguntas vas a obtener respuestas.
Recuerda hacerlo de forma asertiva para que ninguna parte implicada se sienta mal, las formas darán forma al asunto. Habla sin miedo, pero con respeto, ¡funciona!
Aprende a recibir placer
Seguro que a ti también te excita mucho dar placer y tu coño lo nota, pero también hay que aprender a recibir. Oye si te pregunta que donde o como lo quieres, ¡díselo!, ¡déjate llevar! Verás que a gustito nos encontramos todas y todos.
¡No te pierdas este tutorial para aprender a hacer un buen cunnilingus!
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Me da vergüenza que me coman el coño
Con la vergüenza ni se come ni se merienda. No podemos pasar otro verano más con miedo a que nuestro coño huela o sepa a coño. ¿Qué puede haber más rico que un coño que sepa a coño? Dejemos al lado la presión que tenemos porque nuestro coño tenga que oler a fresa, si yo me fuese a comer un helado de mango y me supiese a melón menuda decepción más grande. Yo quiero mi sabor y olor a coño y si no te gusta mejor ve a por fruta.
Hay que llegar cómodas a un encuentro erótico y os recuerdo que tener sexo oral es un encuentro erótico que debería ser placentero, como todos los encuentros. Por eso, cuidemos las inseguridades propias y acordémonos de que no hay un cuerpo modelo, que tenemos que tener, que nos han mentido, que nuestro cuerpo es válido y precioso. Cuidemos como estamos haciendo sentir a la otra persona, y recordémosle que su cuerpo es precioso y que te encanta.
Me da asco comerme un coño
A mí lo que me da asco es la gente que le da asco comerse un coño.
Cuando surge la pregunta de por qué algunas personas no lo hacen, parece ser que piensan que lo hacen mal, entonces evitan esta práctica. Recuerda: pregunta y aprende. Nadie nace sabiendo nada.
Casi todos los que la evitan casualmente son hombres. Porque ya sabes que para las tías sí que existe la academia internacional de “como comerte un buen rabo”, y tenemos todas unas plazas reservadas desde el momento del parto.
El orgasmo femenino como deuda histórica
No amiga, no es que no te guste que te practiquen sexo oral, es que no estás en el lugar correcto. ¿Y qué te puedo decir? Que te cojas un avión distinto y busques otra playa, que chica, será por playas.
Deberías sentirte tan bien como el primer día del verano que vas a la playa, tu amiga dice que va a comprar unas cervecitas al chiringuito y sientes una mezcla de emociones que decides darte un baño antes que darle un sorbo a esa cervecita fría. Y piensas: “uf solo faltaría que me comiesen el coño ahora mismo.”
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