¿Una cita en tiempos de confinamiento? Sí. Es posible y lo hemos logrado poniendo en contacto a dos personas que nunca se habían visto antes. Las hemos ayudado a tener una cita a ciegas, pero virtual, a través del video chat de JOYclub y con un sextoy controlado por remoto. Nuestra única condición es que nos proporcionaran dos relatos independientes, y sin adornos, de la experiencia vivida. Una cita a ciegas virtual en siete capítulos.
¿Cómo se organizó la cita?
Nuestro propósito: Una cita virtual a ciegas entre dos desconocidos con la ayuda de un sextoy controlado por remoto. Buscamos y finalmente conseguimos a dos personas dispuestas, un hombre y una mujer de Joyclub: MissZita y Astarod. ¡Qué suerte!
La tarea: Realizar una cita virtual y, tras echar una mirada al perfil, conocerse y seducirse a través del video chat de JOYclub hasta llegar al sexo. Por supuesto, siempre y cuando haya feeling.
El procedimiento: Justo antes de la cita, les invitamos a que miren el perfil del compañero de juego. Después, la mujer debería enviar al hombre una invitación de video chat a través del webmail de JOYlub.
Las Reglas del juego: Conocerse, hacer todo lo que harían en una cita normal, usar un juguete si la ocasión se prestara y, sobre todo, divertirse juntos.
El Objetivo: redactar dos testimonios independientes que, después, juntaríamos en un único relato.
El sextoy: un Lovense Max 2, un masturbador para hombre. Previamente, ambos se instalaron la aplicación. Él estaría con el juguete masturbador y ella al mando del control de la vibración y la contracción a través de la aplicación de su smartphone.
Y así fue la velada…
1. Antes de la cita
Nivel de excitación:
MissZita: Mi situación actual se resume perfectamente de la siguiente manera: encontré una miga de galleta en el cuello de mi bata, que devoré de inmediato. Esto significa sin lugar a dudas que estoy cada vez más descuidada. Mi vestimenta habitual es un simple albornoz y, para mi gran desgracia, mi vibrador se rompió durante mi ritual diario de masturbación justo antes del orgasmo. ¡La cita a ciegas virtual me aparece como la luz al final del túnel!
Astarod: Soy una persona que se toma las cosas con calma. Ir a saco en la primera cita no es mi estilo. Las citas convencionales ya no me ponen nervioso. Pero, hacer un video chat con una mujer desconocida para tener sexo virtual va más allá de mi zona de confort. Mi pulso se dispara cuando pienso en ello.
2. Sólo falta una hora: la ojeada a los perfiles
Nivel de excitación:
MissZita: He recibido el nombre del perfil del elegido. ¡Estoy nerviosa! Con dedos ligeramente temblorosos hago clic en su perfil y álbumes de fotos.
Astarod: Una hora antes de nuestro encuentro entro en su perfil por primera vez. Me gusta lo que veo, tiene un aspecto muy femenino. Me esperaba una autodescripción superficial que hubiera apagado parte de la emoción. Pero, al leerla, parece ser una persona muy profunda y reflexiva. Me reconozco en su perfil, en sus textos, en sus pensamientos y, tal vez incluso, en sus sentimientos. ¡Me gusta!
MissZita: Un hombre guapo y de aspecto muy interesante. Ahora mismo me siento como una niña de 12 años antes de su primera cita. ¡Vaya! Tengo que controlar el sextoy, soy yo la que estará a los mandos… soy yo la piloto… ¡Tengo que sentirme segura de mi misma! Sí… soy genial. Pero, la adolescente que llevo dentro está nerviosa y quiere a su mamá.
Arrincono finalmente mi albornoz, el símbolo de mi descuidada existencia.
Astarod: Me preparo, me ducho, me afeito la cabeza y la barba… lo que hago siempre antes de cualquier cita. Me pongo mi mejor camiseta y unos cómodos pantalones negros. Coloco mi tablet en el soporte que compré especialmente para la ocasión e ilumino la habitación con una luz tenue y romántica.
3. Las primeras impresiones del directo
Nivel de excitación:
MissZita: Son las 20h00. La invitación al video chat de JOYclub está lanzada. Me pongo cómodamente frente a la webcam con una copa de cava a mi lado.
Astarod: Ya es la hora. Recibo una notificación para conectarme al video chat de JOYclub. El espectáculo va a empezar y lanzo la videollamada. Me recibe con una sonrisa. Es muy guapa como en sus fotos de perfil. Mi corazón late a toda prisa.
MissZita: El streaming empieza y nos sonreímos. El mismo brillo que en la foto de perfil. Está sentado en su sofá. Los dos estamos muy emocionados. "Nunca he hecho esto antes", tartamudea. Pero, después de unas frases pronunciadas con dificultad, me conquista.
Astarod: No me había sentido tan emocionado desde hace mucho tiempo.
4. Primera exploración virtual
Nivel de excitación:
MissZita: Hablamos de JOYclub, nuestras experiencias, sobre el amor, las relaciones y las citas online. Como ya había adivinado, tenemos mucho en común, compartimos los mismos valores y actitudes.
Astarod: Hablamos del confinamiento y de los efectos en nuestra vida cotidiana y relaciones amorosas. Nos miramos el uno al otro y guardamos un breve momento de silencio. Me gusta poder quedarme un rato en silencio ante la gente, las pausas me ayudan a superar mi pequeña inseguridad y a disfrutar del momento. En una cita cara a cara, el mirarse a los ojos y sonreírse funciona muy bien. Y creo que a ella también le va bien.
MissZita: En muy poco tiempo tenemos una fuerte conexión… y con eso no me refiero a la conexión de Internet. Nos entendemos perfectamente y sin esfuerzo.
Astarod: Se respira un ambiente agradable. Eso da mucha seguridad y confianza. Es valiente y habla muy abiertamente de sí misma. Nos abrimos fácilmente el uno al otro y nuestra primera conversación es íntima y profunda. Estoy disfrutando mucho.
MissZita: Coqueteamos y por primera vez tengo muchas ganas de besarlo.
Astarod: En realidad, hay un buen feeling para un primer beso. Esa sensación de explosión cuando tus ojos no pueden dejar de mirar y te sientes cada vez más atraído.
5. Cibersexo
Nivel de excitación:
MissZita: No sé si atreverme a dar un paso más allá. Le pregunto: "¿Crees que podemos tener cibersexo hoy?".
Astarod: Estamos tanteando la mejor manera de empezar. Coincidimos en imaginar que estamos en la misma habitación ahora mismo y describimos lo que nos haríamos el uno al otro.
MissZita "Creo que puedes quitarte la ropa". Le sonrío mientras él coopera y se quita su camiseta. Hablamos de nuestras preferencias sexuales.
Astarod: Hablamos del placer y del buen sexo. Y llegamos al punto en que me dice que, debido a sus brackets, sólo puede disfrutar chupando la punta del pene o puede hundir su polla hasta su garganta. Cualquier cosa intermedia sería demasiado peligrosa.
MissZita: La conversación se acelera, y también lo hace el ventilador de mi tablet. Le pregunto si podemos cambiar de lugar y arrastro mi tablet y mi futura pareja de cibersexo al dormitorio.
Astarod: Todo esto es muy absorbente. Nos sentamos uno frente al otro en la cama.
MissZita: No lo veo muy seguro. Pero ahora mi curiosidad se ha despertado y quiero que esto funcione.
Esto siempre funciona.
Astarod: Me siento como un adolescente. La sangre fluye sin control entre mis piernas.
MissZita: Está mirando mis pechos. Sí, funciona. ¡Y vaya, cómo funciona!
Astarod:La ropa es cada vez más escasa y, sin darnos cuenta, estamos desnudos y listos para lo que surja.
6. ¡Es la hora del sextoy!
Nivel de excitación:
MissZita: Me enseña el masturbador y sus funcionalidades. Desde la aplicación instalada en mi smartphone puedo controlar la intensidad de la vibración y la contracción del sextoy. ¡Por fin estoy al mando! ¡Yo soy la piloto!
Astarod:A su lado, tiene su consolador favorito con medidas atléticas. Menos mal que puedo competir con el diámetro. En cuanto a mí, ahora tengo mi pene dentro del masturbador y probamos, “juntos”, la aplicación. Ella gira los mandos e inmediatamente noto algo.
MissZita: Una vez más me doy cuenta que no soy una persona multitarea. Mientras me contorsiono sin parar frente a la webcam, muevo lentamente los mandos de vibración y contracción hacia arriba y trato de averiguar si es agradable para él por medio de la comunicación directa y mirando mis 13 pulgadas de pantalla. Involuntariamente pienso en las chicas camgirl de los programas nocturnos. Mi deseo se estanca. Demasiadas cosas por hacer.
Astarod: ¡Ella es mi chica virtual! Un verdadero talento natural. Se acurruca en la cama, juega consigo misma, muestra la mejor faceta de si misma. Ella hace todo lo que me gusta. Me estimula desde la distancia, puedo ver la alegría escrita en su cara cuando nota que me excita. ¡Qué experiencia tan íntima!
MissZita: Recordar siempre la misión, ¡Yo soy la piloto…! La que controla dónde va el vuelo y a qué velocidad. Y ahora tengo prisa. Subo los controles hasta arriba. A todo gas. Él está gimiendo. Dejo mi smartphone y me satisfago a mí y a él.
Astarod: Disfruto mirándola… como ella es toda mía en este momento. Como sólo nos pertenecemos el uno al otro en este instante.
MissZita: No hemos hablado durante mucho tiempo, atrapados en nuestra película de cibersexo. Yo también me estoy poniendo cada vez más cachonda y estoy empezando a gemir. Me imagino que nuestros cuerpos se fusionan.
Astarod: ¡Me corro!
MissZita: Se está corriendo y lo estoy viendo. Aflojo los controles desde la aplicación y le sonrío.
Astarod: Hago una pequeña pausa tras toda esta intensidad. Me lavo rápidamente las manos porque he usado mucho lubricante.
MissZita: "Ha estado muy bien, ¿verdad?". Estoy orgullosa y satisfecha a la vez.
Astarod: Acabo de tener sexo con una mujer que está a más de 350 km de mí. ¡Y fue increíble!
MissZita: Estamos ahí tumbados y desnudos. El ventilador de mi portátil ronronea como un gatito. Enciendo un cigarrillo, lo necesito ahora.
Astarod: No soy fumador, pero disfruto de la vista de esta belleza desnuda acostada en la cama frente a mí, fumando un pitillo.
7. Final
Nivel de excitación:
Astarod: Hablamos sobre la vida, sobre nosotros, sobre la soledad y la cercanía. Una de esas conversaciones que suelen durar toda la noche. El tipo de conversación que recordaremos siempre. Miramos la hora y de repente vemos que ya es medianoche.
Creo que fue gracias a ella. Rara vez me siento tan comprendido. Me siento mágicamente atraído.
MissZita: Los dos estamos un poco nostálgicos de que sólo pudimos tener sexo frente a la webcam y no pudimos tocarnos, besarnos o sentir nuestros cuerpos. El sexo real sigue siendo el sexo real y no puede ser reemplazado por nada. Pero con la pareja adecuada, el sexo virtual puede ser una experiencia excitante difícil de olvidar.
Astarod: Pronto volveremos a hablar por teléfono. Nos veremos alguna vez en la vida real y cuando el confinamiento termine. Entonces haremos en la realidad lo que hoy imaginamos de forma tan salvaje y desinhibida, mientras nos acercábamos mucho el uno al otro en la distancia.
Primera cita virtual: ¿Puedes imaginarte hacer algo así? ¿Este tipo de relación funcionaría para ti? Comparte tus pensamientos en el foro.
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