Grandes, pequeños, gruesos o torcidos: ¿hasta qué punto son realmente importantes el tamaño y la forma del pene en el sexo? Una aproximación al mito «pene grande = mejor sexo» desde una perspectiva femenina.
Por Madammefatale
¿Solo un pene grande puede ser bueno?
En mi corta vida ya me he encontrado con unos cuantos penes; de 11 a 22 centímetros en estado erecto, he visto de todo. No pretendo juzgar el rango fenotípico completo del miembro masculino, ya que los penes son tan diferentes como los árboles de un bosque.
No obstante, lo que puedo decir con convicción es que un pene grande no significa automáticamente mejor sexo. Que un hombre tenga un pene como un semental no dice casi nada sobre sus cualidades en la cama.
Lo que muchos hombres (y otras personas que desearían un pene grande) no tienen en cuenta es la profundidad de la vagina. Desde el punto de vista anatómico, la vagina es una especie de tubo cuyo volumen aumenta con la excitación; el cuello uterino se eleva y la vagina se vuelve «más profunda». No obstante, este proceso tiene unos límites anatómicos. A partir de un cierto tamaño, el pene choca inevitablemente contra el cuello uterino externo, y esto puede provocar dolores desagradables. Sí, hay muchas personas a las que les gusta, pero también hay otras a las que este dolor no les produce ningún placer.
Ventajas e inconvenientes según la postura y la práctica
En algunas posturas, un pene grande es una desventaja, ya que es más fácil que alcance el cuello uterino. Este es caso de la postura del perrito. Una persona bien dotada debería tener cuidado en esta posición. Aquellos a los que les gusta penetrar con profundidad y fuerza pero no quieren causarle dolor a su pareja tienen más probabilidades de pasarlo bien si su pene es de tamaño normal.
Quienes disfrutan jugando con el dolor placentero, puede dejarse penetrar hasta el fondo por un pene de tamaño medio, dependiendo de la posición. Una buena postura para ello es, por ejemplo, la «ostra vienesa» (la mujer tumbada sobre su espalda cruza las piernas por detrás de la cabeza del hombre), en la que los penes especialmente cortos pueden lucirse. El conocido ideal pornográfico de hacer desaparecer por completo el miembro también es un argumento contra los «big dicks», ya que hundir un pene pequeño hasta el límite es mucho más fácil. Es lógico.
En el sexo oral, especialmente en el caso de la garganta profunda, también puede ser una ventaja no haber sido bendecido con 20 o más centímetros. Pero incluso el sexo oral convencional puede ser complicado con penes grandes, por ejemplo, cuando la mitad del miembro no recibe suficiente estimulación. Y si se produce, es necesario un laborioso movimiento del cuello. El radio de movimiento es menor si el pene es más corto. Si el pene grande también está acompañado de un glande grande, no es extraño que después aparezcan agujetas o dolor en la mandíbula. Pero ya se sabe: sarna con gusto …
El grosor del pene es decisivo
Las partes más sensibles de la vagina, es decir, la entrada y la zona G, están en la zona más delantera. ¿Y qué hacen los hombres con esta información? Se miden la longitud de sus penes para poder compararlos. Teniendo en cuenta esta información, lo que deberían medir, si quieren medir algo, ¡es el grosor de su pene!
Esto se debe a que el grosor —además de la técnica— es mucho más importante que la longitud del pene. Esto queda particularmente claro si examinamos más de cerca la anatomía femenina: el clítoris es mucho más que la famosa pequeña perla bajo su prepucio. Tiene grandes brazos, también llamados alas, que se ocultan en el interior de la vulva. Estos brazos están asentados sobre los cuerpos cavernosos vaginales, que en estado de excitación se llenan de sangre. Con la penetración vaginal, se ejerce presión sobre los cuerpos cavernosos y, de esta forma, también sobre los brazos del clítoris. Cuanto más grueso sea un pene, mayor será la presión; a su vez, de esto se benefician ambos lados.
Para portadores de pene que no cuentan con un gran grosor ahí abajo: ¡no os desaniméis! Tenéis ventaja en ciertas prácticas. Por ejemplo, en el sexo anal, con un grosor medio se necesita mucho menos estiramiento y entrenamiento que con un miembro más ancho. Además, en las mamadas, la articulación de la mandíbula de la persona que las realiza está mucho más relajada cuando el pene no es demasiado grueso. Para lograr una mayor fricción y estrechez durante el sexo vaginal con un pene más delgado, puede ser útil entrenar la musculatura vaginal. Ejercicios de Kegel, bolas chinas o pesas vaginales: un suelo pélvico fuerte es sano y aumenta la intensidad durante el sexo.
Penes curvados para un disfrute especial
Algunos penes presentan una curvatura y pueden tener un aspecto totalmente variado: hacia la izquierda, hacia la derecha, hacia arriba, hacia abajo, solo en la punta o completamente curvados como una media luna. Este tipo de fenotipos no suelen mostrarse en la pornografía, pero en realidad muchos hombres tienen un pene ligeramente torcido. Desde el punto de vista médico, esto no supone ningún peligro y es totalmente normal. No obstante, a menudo muchos hombres se avergüenzan de tener un pene curvado.
De todas formas, una forma desviada puede significar incluso más diversión durante el sexo. En algunas posturas, un pene curvado alcanza la zona G mucho más fácilmente que uno recto. Cuando una mujer y un hombre (o cualquier otra combinación) dedican un poco de tiempo a conocer las características de la otra persona y prueban diferentes posturas, no cabe duda de que la diversión conjunta puede aumentar. En función de la forma, puede ser muy excitante hacer girar un poco en círculos la pelvis para así alcanzar las paredes de la vagina mejor que con una simple penetración. Esta técnica es una especie de masaje interno, realizado con el mejor instrumento.
Qué caracteriza al buen sexo
Todo esto no significa que todos los penes de este planeta, grandes, pequeños, gruesos o curvados, sean una garantía de orgasmos para la mujer. Muchas mujeres necesitan una estimulación clitoriana adicional para llegar al orgasmo (o nunca llegan a él). Esto es perfectamente normal y dice poco sobre la calidad del hombre como amante.
Hay muchísimos ingredientes para el buen sexo. Además, la proporción de estos ingredientes en la mezcla depende de las preferencias de los implicados. Por supuesto, para algunas mujeres un pene grande es un ingrediente importante.
Pero incluso en estos casos se cumple lo siguiente: mucho más importante que el pene es la persona de la que este cuelga. Su confianza en sí mismo, su carisma, su forma de moverse, su carácter. Y ser consciente de todo lo que puede llegar a hacer contigo utilizando su pene.
ESO sí que es realmente sexy.
¿Hasta qué punto os parecen importantes el tamaño, el grosor y la forma del pene durante el sexo? Discutido en el foro.
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