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Entre las piernas- los tipos de vulva

Una visión masculina de las formas de la vulva

Sus múltiples apariencias provocan preocupaciones a las mujeres y, en ocasiones, falsas expectativas a los hombres. Algunas impresiones personales sobre la vulva y la pregunta: ¿por qué tanto alboroto por unos pliegues íntimos de más o de menos?

Por Alex Todorov

Mis amables compañeras han colocado una lista de palabras en mi escritorio. Palabras de las que debo prescindir a toda costa en esta visión masculina de los tipos de la vulva. Algunos de estos sinónimos de vulva destacan en mayúsculas, otros están subrayados dos veces y otros cuentan con pequeñas advertencias o consejos, como un amenazante «¡Ni se te ocurra!».

Es comprensible, ¿no? Los hombres lo sabemos. Incluso cuando no nos conciernen, algunas denominaciones nos dejan sin palabras. La peor palabra para referirse al miembro masculino la escuché en una conversación entre dos mujeres alcoholizadas: pene de perro. Con ello se referían a un pene erecto y puntiagudo.

Precisamente en este punto resulta importante hacer una distinción. Algunas denominaciones describen de forma lapidaria o crítica (¡no penséis en el pene de perro!) una impresión externa, mientras que otras, al describir el aspecto, transmiten la sospecha de una funcionalidad (sexual) disminuida. Afirman: no eres bueno en la cama. Los sinónimos que mis compañeras me han prohibido, a pesar de lo poco halagadores que son y las asociaciones poco apetecibles que insinúan, no pretenden comunicar que una mujer no es buena en la cama. Lo que dicen es: al ver tus genitales se me ha ocurrido esta comparación de mal gusto. ¿Es esto algo menos malo? Sí, eso creo.

VDe simétricas a carnosas: un proyecto artístico contra la monocultura fenotípica en el mundo femenino.
VDe simétricas a carnosas: un proyecto artístico contra la monocultura fenotípica en el mundo femenino.
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Pliegues viejos, pliegues jóvenes

En un foro me encontré con dos términos que diferencian de forma aproximada dos tipos de vulva: mariposa y panecillo. De forma simple, esto significa: pliegues frente a hendidura. Escrito correctamente desde el punto de vista anatómico: una buena visibilidad de los labios vaginales menores frente a una visibilidad escasa o nula.

Desde que comenzó la tendencia de la depilación íntima, la vulva ha quedado al descubierto ante todas las miradas. Y, a su vez, esto ha convertido la variedad de formas en un problema. Cuando las vulvas están depiladas, la mayoría de los hombres prefieren los «panecillos». Una afirmación fría pero probablemente verdadera si nos tomamos en serio los resultados del concurso para elegir a la vulva más hermosa del mundo llevado a cabo por el controvertido empresario Brian Sloan. El motivo (aparte del marketing): elaborar un modelo para un juguete sexual masculino. Después del concurso, Sloan escaneó las vulvas de las tres ganadoras, elegidas en su mayoría por hombres. El vídeo del procedimiento de escaneado en la habitación de un hotel de Berlín, incluyendo el pago a las modelos, resulta ofensivo, incluso si Sloan acepta de pasada las acusaciones de machismo.

Una operación cosmética de los labios vaginales no siempre es una decisión propia.

En el contexto de este tipo de concursos, que extrapolan la funcionalidad a partir de la forma (y que, en el fondo, confunden la vulva con la vagina): ¿quién no se sorprende de que aumente el número de cirugías de los labios vaginales? Esto lo confirma, por ejemplo, una encuesta realizada por una clínica especializada en cirugía estética: «Básicamente, las solicitudes y, por supuesto, también las operaciones de corrección de los labios vaginales, han aumentado de forma significativa en los últimos años». Los motivos son variados, y abarcan desde un verdadero sufrimiento psicológico hasta la simple vanidad.

Por una parte, ¿quién puede culpar a las mujeres con labios vaginales de tamaño superior a la media que quieren pasar por el bisturí porque un bikini normal no cubre sus labios y se sienten torturadas por las miradas y los comentarios? Se trata de un perjuicio efectivo. Por otra parte, nos encontramos con la pregunta: ¿las mujeres cuyo único sufrimiento psicológico consiste en no cumplir las expectativas ideales están fomentando con una operación cosmética en su zona íntima la represión de la libertad femenina? ¿Y la frontera entre estas dos situaciones se puede definir sin dejar lugar a dudas?

¿Cuál es probablemente el culpable o el desencadenante más inmediato de esta falta de libertad? La mirada exterior (en su mayor parte masculina). Los hombres aún siguen fabricando los ideales de belleza femeninos. Por lo tanto, una operación de cirugía de los labios vaginales no siempre es una decisión propia.

Hay chistes que reflejan este dilema: «¿Cómo sería un mundo sin hombres? Estaría lleno de mujeres gordas y felices». ¿Pero la mayoría de estas mujeres gordas y felices, a pesar de la ausencia de los hombres, odiarán al grupo de mujeres con las vulvas «de panecillo» y los firmes pechos de tamaño medio que les ha dado la naturaleza?


Las fotos

Las fotos y los moldes de yeso fueron realizados por el miembro de JOYclub BodYcasT. Con su proyecto artístico «I show flag», defiende la diversidad. A lo largo de los años, BodYcasT ha elaborado cientos de moldes de yeso de mujeres, y así se enfrenta con una amplia variedad de formas a los supuestos tipos ideales de vulva.


Mis impresiones sobre los tipos de vulva

Hasta ahora he proporcionado un poco de contexto, pero ahora es el momento de mis impresiones personales sobre la vulva. Debo dejar claro en un principio que la forma de la vulva solo tiene un papel perceptible para mí durante el cunnilingus. Perceptible, pero no decisivo. El sabor y el olor son mucho más importantes. No obstante, existen algunas diferencias obvias para las prácticas manuales y orales:

Las formas de panecillo parecen en principio más ordenadas, y navegar por ellas por primera vez resulta más sencillo. Con un simple vistazo se revela qué se puede encontrar, y dónde. En el caso de las «mariposas», lamer puede resultar algo complejo. Pero seamos sinceros: quienes buscan claridad entre las piernas de una mujer seguramente consideren los catálogos de IKEA literatura universal. Independientemente de que a las mujeres les guste o no, las «mariposas» se pueden morder mejor con los labios porque, sencillamente, hay más donde morder. Al fin y al cabo, este es un texto desde una perspectiva masculina.

Estas son tres impresiones sobre la vulva absolutamente objetivas:

  • Casi ninguna vulva de una mujer adulta es simétrica. Mi encuentro más memorable con una vulva lo ilustra perfectamente: el labio menor izquierdo de la mujer era muy voluminoso y sobresalía hacia afuera por encima del labio mayor izquierdo. Me recordaba a una cortina levantada por una esquina. No se me ocurrió decir «¡Abre la cortina, que voy!» porque soy muy sensible.
  • Mariposa. Entre los labios mayores, un delicado cúmulo de pliegues de los labios menores, finalmente cincelados, sin posibilidad de diferenciar claramente cuáles pertenecen a la mitad izquierda y cuáles a la derecha. La piel es más oscura que en los alrededores. Un desorden ordenado. Todas las vulvas se abren cuando están excitadas, pero este ejemplar florece de forma incomparable.
  • La vulva más hermosa que he visto nunca pertenece más bien al grupo de los «panecillos». Los puristas dirán: o «panecillo», o nada. A mí me da igual. Se podían ver los labios menores («no es un panecillo», dirían los puristas), dos pliegues estrechos que se extendían paralelos a los labios mayores. El vello recortado ofrecía una visión clara de una estructura casi simétrica con líneas predominantemente verticales en las que ningún detalle llamaba la atención, sino que todo se fundía en un conjunto calmante. Disfruté de forma inigualable hasta hartarme. Tal vez la mujer tuvo un poco que ver con esto.

Que la experiencia sexual final fuese buena o mala nunca ha tenido que ver con la forma de la vulva. Puedo decirlo honestamente: la forma concreta de una vulva nunca me ha arruinado el sexo. De eso me encargo siempre yo solo.

 Inspirado por la obra La gran muralla de la vagina de Jamie McCartney, BodYcasT, miembro de JOYclub ha realizado cientos de impresiones de vulvas.
Inspirado por la obra La gran muralla de la vagina de Jamie McCartney, BodYcasT, miembro de JOYclub ha realizado cientos de impresiones de vulvas.
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Datos alternativos sobre las partes íntimas femeninas

Lo más sorprendente de mi vulva favorita mencionada anteriormente: el sabor y el olor cumplieron lo que la vista prometía. Y aquí es donde entra en juego mi sospecha: en un principio, a la mayoría de los hombres la forma exterior les da exactamente igual. Mariposa, panecillo, cortina levantada por la izquierda, lo que sea.

La forma solo empieza a cobrar importancia a través de las asociaciones que los hombres hacen con ella, tanto por sus experiencias como por sus «conversaciones de hombres» (también conocidas como «conversaciones de vestuario»). Después, se producen las generalizaciones. En el peor de los casos, algunas de estas asociaciones se convierten en desacertadas piezas de sabiduría.

Una de ellas afirma: una vulva con labios menores y mayores pronunciados, es decir, una «mariposa», esconde una amplia vagina. Esta creencia extrapola la funcionalidad a partir de la simple descripción externa y, de esta forma, convierte a sinónimos poco favorecedores de la vulva en hermanos del «pene de perro»; la descripción se convierte en un juicio. Datos alternativos sobre las partes íntimas femeninas.

Vulvas. Con algunas he tenido que reírme, con otras buscar, maravillarme, observar, hacer preguntas o girar la cabeza 90 grados. A algunas, una depilación íntima atrevida les quitó el protagonismo. Pero más allá de todas las impresiones, hay algo que tengo claro: los penes son mucho más antiestéticos que las vulvas. ¡Viva la vulvariedad!

P.D.: Por cierto, junto a la lista negra con las palabras prohibidas, mis compañeras colocaron un afilado cuchillo de cocina. ¿Una amenaza de castración en caso de incumplimiento? No podréis intimidarme tan fácilmente con vuestros maravillosos filetes rajados (subrayado dos veces), ostras hambrientas (en MAYÚSCULAS), mejillones en escabeche, cráteres arrugados (marcador rojo) y sándwiches de carne («¡Ni se te ocurra!»).

 

¿Cómo llamáis al pene, la vagina y compañía? Discutir en el Foro.

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