Fisting es un placentero juego sexual donde se introduce toda la mano en la vagina o el ano. En nuestro tutorial de fisting le contamos a los principiantes consejos z trucos para que la primera vez de fisting sea un éxito sensual y excitante.
Fisting: ¡La práctica hace la perfección!
El fisting exige mucha práctica, paciencia y empatía, para no dañar a la pareja o no quitarle las ganas de experimentar. Si actuáis con cuidado y precaución se pueden excluir, en la mayor medida posible, las lesiones. Para ello es importante respetar algunas reglas.
Para informaros detalladamente hemos apostado por la experiencia y los conocimientos de los expertos en fisting de la comunidad de JOYclub. Las siguientes aplicaciones se pueden ejecutar tanto para fisting vaginal como fisting anal.
Para tener en cuenta: Si surge dolor en algún momento, interrumpid el intento y tomaos tiempo hasta la próxima vez. ¡Los límites de cada uno son lo esencial!
La preparación: Para el fisting necesitáis lo siguiente
- una atmósfera relajada, tranquila y sensual
- lubricante
- si procede, guantes de látex (reducen el riesgo de lesiones e infecciones)
- una toalla (como base)
- en caso de fisting anal se recomienda vaciar antes el intestino y aclarar ligeramente (lavativa)
- uñas cortas (reducen el peligro de lesiones)
- muchas ganas (algo imprescindible)
LO que también debe estar claro, pero a menudo no se menciona lo suficiente: ¡Prestad atención a la higiene! Las manos deben lavarse a fondo antes y después del fisting. Para protegerse de infecciones también se pueden usar guantes de látex. Controlad que el lubricante seleccionado sea compatible con el látex.
Tutorial de fisting: Fisting explicado paso a paso
#1: Cread una atmósfera relajada
La música, las velas y similares ayudan a relajar. Seleccionar un momento donde no haya ninguna cita y tengáis paz. La relajación mental y corporal es imprescindible para el fisting.
#2: Presta atención a las reacciones de tu pareja
El próximo paso asume la parte pasiva, indicando que se está preparado para más. ¿Cuándo es el momento correcto? Para los matemáticos: Con un nivel de deseo del 80 por ciento, poco antes del "ya no puedo esperar más". Es decisiva la disponibilidad de la parte pasiva de recibir la mano. No se le debe obligar a ello. Para la primera vez se recomienda estar de espaldas, para poder relajar todos los músculos y concentrarse en el otro.
#3: Dilata la vagina o el ano a fondo con los dedos antes
La primera penetración del activo se suele hacer con de uno a cuatro dedos y mucho lubricante. Tanto vaginal como anal: os daréis rápidamente cuenta ambos de sus ventajas. Untad bien la mano y la zona anal o vaginal de la pareja. Tomaos mucho tiempo para la dilatación previa y los demás pasos y acordad la velocidad de los pasos.
#4: ¡Trabajad con cuidado hasta tener toda la mano!
El punto más difícil es la penetración de toda la mano, prácticamente cuando pasa por los nudillos. La mejor posición de la mano es la conocida "cabeza de pato" estirada: el dedo medio y el anular están arriba, debajo el índice y el meñique y en el hueco del medio se esconde el pulgar. Así se genera la posición más estrecha posible de la mano.
- Vaginal / de espaldas: Presiona con la mano en dirección al ano, un poco hacia abajo y en dirección al clítoris.
- Anal / de espaldas: La parte pasiva puede presionar adicionalmente contra la mano (como cuando debe defecar). Al prensar el músculo se abre automáticamente y suele ayuda para el último trozo de penetración.
Importante: No forcéis la penetración, en el momento adecuado se "desliza" por sí sola hacia dentro. Suele haber un pequeño movimiento y toda la mano está dentro. En ese momento usad bastante lubricante. Dejad la mano quieta dentro, para que la parte pasiva se pueda acostumbrar a la nueva sensación. Si la sensación es demasiado fuerte extraer lentamente la mano y comenzar el juego de nuevo.
#5: Moved la mano ligeramente de adelante hacia atrás
Si tuvisteis éxito y percibís las ganas de más, podéis mover ligeramente la mano en el interior. No comencéis con un giro, sino mejor movimientos cortos de adelante hacia atrás. El fisting frecuente os dará más posibilidades.
Lesiones en el fisting
La zona íntima está cubierta por pequeños vasos que se pueden dañar con facilidad. Un fisting intenso, la falta de lubricante o la falta de disponibilidad pueden ocasionar fisuras y hemorragia.
Las lesiones pequeñas, tales como rascaduras mínimas en la piel por las uñas afiladas suelen olvidarse con rapidez. Un ligero escozor y tirantez son indicios de micro lesiones que no tienen por qué sangrar. También desaparecen con rapidez. Esas pequeñas lesiones no son dramáticas y no os tenéis que preocupar por ellas. ¡Si la hemorragia es fuerte, sobre todo si la sangre no es clara sino roja oscura deberías consultar inmediatamente a un médico!
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