Cuando oyes hablar de fisting, probablemente piensas en esa categoría especial de las webs porno, en las fiestas de fisting en el infame "Laboratorio", junto al aún más infame "Berghain", o en los enormes consoladores en forma de puño de la tienda erótica de la estación de tren.
Sí, el término inglés "fisting" se traduce aproximadamente como "fist intercourse" y se refiere a la penetración vaginal o anal con el puño. Sin embargo, no tiene que ser un puño cerrado de inmediato. Los principiantes pueden empezar con la mano extendida o solo con los dedos para ir cogiendo el tacto.
Dado que la vagina actúa como un canal de parto natural, también es especialmente elástica. No obstante, en los primeros intentos de fisting solo deben utilizarse unos pocos dedos para evitar que los músculos vaginales se acalambren. Por encima de todo, la humedad vaginal natural es lo más importante a la hora de practicar el fisting. Por lo tanto, se recomienda empezar por un prolongado juego previo. Para garantizar una lubricación del 100%, se debe utilizar un gel lubricante como ayuda.
A diferencia de la vagina, el ano no produce su propia secreción, por lo que es imprescindible utilizar un lubricante de larga duración. En este caso se recomiendan especialmente los lubricantes a base de silicona, a menos que se utilice también un juguete sexual. El ano tampoco es tan flexible como la vagina, por lo que debe tratarse con mucho cuidado para evitar las fisuras anales (desgarro de la mucosa anal). En casos muy graves, puede producirse una perforación del intestino, por lo que la actuación lenta es extremadamente importante. Las consecuencias duraderas de la distensión anal aún no se conocen del todo. Sin embargo, los investigadores suponen que, especialmente a una edad temprana, los músculos fuertes del suelo pélvico pueden compensar los daños del esfínter.
La regla más importante antes de empezar a practicar el fisting es informarse bien. Lee artículos y mira tutoriales para conocer la práctica sexual.
Comunicad abiertamente vuestras necesidades y temores y cread una confianza mutua. Ambos miembros de la pareja deben ser conscientes de los riesgos que supone esta práctica y deben comunicar lo que se siente bien o no tan bien durante el fisting.
Asegúrate de tener una higiene adecuada. Tanto el fisting vaginal como el anal implican mucha presión, por lo que se recomienda vaciar los intestinos previamente y, si es necesario, realizar una ducha anal. Como la mano es mucho más áspera y seca que el pene, también absorbe el lubricante con bastante rapidez durante el fisting. Por ello, los guantes de goma finos para la penetración son muy adecuados para los principiantes y minimizan el riesgo de infección y de lesiones.
Durante el fisting propiamente dicho, la parte activa penetra en la abertura del cuerpo con uno o dos dedos al principio y se abre paso muy lentamente. Si toda la mano está ya en la vagina o el ano, la llamada posición de la mano de pato es una primera opción para abrir más la mano.
De hecho, muchas mujeres y hombres informan de orgasmos extremadamente intensos, pero estos varían dependiendo de cada individuo. Como la próstata de los hombres también se encuentra en la zona del ano, se puede estimular muy bien. Debido al mayor volumen del puño en comparación con el pene y a la flexibilidad de los dedos, el clímax se facilita para muchas mujeres. Si bien es cierto en algunos casos, para sentir verdadero placer, es importante prevenir las posibles causas de dolor.
Una musculatura del suelo pélvico entrenada es importante para una buena experiencia. Por eso, si acostumbras poco a poco a tus músculos al aumento de la tensión (por ejemplo, utilizando tapones para el ano y consoladores), los mismos se retraerán bien a su estado original. El entrenamiento lento es la clave. Para evitar la incontinencia fecal debida a los puños anales, el músculo del esfínter debe revisarse cada pocos años para asegurarse de que funciona correctamente.
No se recomienda la penetración inmediata después del fisting. Los músculos vaginales y anales necesitan un tiempo para relajarse y recuperarse. Algo similar al parto. Por lo tanto, es posible que las mujeres sientan menos fricción del pene en la zona vaginal.
Dado que el fisting consiste principalmente en movimientos lentos y prolongados, los empujes más rápidos con el pene también pueden sobre estimular el tejido. Así que definitivamente debes darle a tu cuerpo un descanso de una hora.