El shibari es una práctica erótica y terapéutica japonesa consistente en atar con cuerdas a alguien para despertar emociones intensas. ¡Descúbrelo aquí!
Descubre la técnica del «Shibari», juego erótico de cuerdas japonés
No es ningún secreto que atar o ser atadas es una de las fantasías sexuales más comunes de la gente, ¿verdad? El bondage o juego de cuerdas forma parte del BDSM y hay numerosas formas de practicarlo. En este artículo, vamos a ir un poco más allá: descubrimos el shibari, un arte japonés que consiste en atar a una persona con cuerda de yute para producir sensaciones intensas en su cuerpo.
El shibari es un juego de cuerdas consensual que puede incluir dominación, pero es mucho más que eso. Las ataduras se realizan con el fin de transmitir emociones y fortalecer la confianza entre las personas que lo practican. Vamos a descubrir los secretos de este arte oriental centenario.
Definición - ¿Qué es el shibari?
La palabra japonesa «shibari» significa sencillamente «atar». Es un estilo de atadura nipón que sigue unos principios estéticos y geométricos definidos. Las cuerdas del shibari crean formas que contrastan con las curvas del cuerpo humano y las ataduras producen sensaciones intensas tanto a la persona atada como a la que ata.
Aunque parezca irónico, los orígenes del shibari se remontan a la tortura de prisioneros y criminales en las épocas medieval y de la dinastía Edo en Japón (del siglo XII al XVIII aproximadamente). Durante esos periodos se desarrolló el hobaku-jutsu, un arte marcial consistente en usar cuerdas para retener a una persona. Cada familia de samuráis desarrolló sus propias ligaduras. Según el tipo de cuerdas y los nudos utilizados, se podía conocer la clase social del detenido y los crímenes que se le imputaban.
Shibari y BDSM no son lo mismo
A principios del siglo XX, el shibari evolucionó hasta convertirse en la práctica erótica y terapéutica que es hoy en día, también fetichista para algunas personas. El shibari tiene algunos puntos en común con el BDSM, como el uso de cuerdas. Siempre es necesario que exista confianza y comunicación, también en el bondage occidental al que estamos más acostumbrados/as. Sin embargo, el shibari lleva esta conexión emocional e íntima un paso más allá.
El shibari es una práctica terapéutica además de erótica. De hecho, ambas facetas se complementan. La persona atada con un nudo de shibari no tiene la sensación de sentirse «atrapada». El maestro/a que ata crea una conexión psicológica e íntima con la persona atada (bottom). Las cuerdas del shibari envuelven zonas del cuerpo completas como el torso y los brazos. Al sentirlas, la persona atada puede conectar con sensaciones personales profundas como la tristeza, bloqueos emocionales... y al mismo tiempo despertar su deseo sexual.
El shibari es una oportunidad para que el placer erótico se compenetre con el desarrollo personal. Algunos beneficios del shibari se relacionan con el mindfulness. Al ser atado/a, es más fácil sentir la presencia y las sensaciones del propio cuerpo.
Técnica del shibari: buenas prácticas para una primera iniciación
El shibari permite fortalecer la comunicación con tu compañero/a sexual y explorar nuevas sensaciones eróticas. Para eso, la paciencia es vuestra aliada: tomaos vuestro tiempo para aprender. No hay ninguna prisa por experimentar todo lo que contamos en este artículo en la primera sesión de shibari.
El primer paso será familiarizarte con los patrones más básicos del shibari y definir con cuáles te sientes más cómodo/a para empezar. El shibari se puede practicar sobre el suelo y en suspensión parcial o total. Si eres principiante, será mejor empezar por lo primero. También se puede practicar desnudo/a o con ropa.
En el shibari hay una persona que ata (maestro/a o top) y una que es atada (bottom). El proceso puede complementarse con un juego de dominación y sumisión opcional, como en el bondage. Las personas con personalidades fuertes suelen disfrutar cuando asumen el control, pero el shibari también puede ser una oportunidad para el intercambio de poder. La persona que disfruta por igual de los dos roles —atar y ser atada— se denomina en inglés rope switch.
El objetivo del shibari no es necesariamente la inmovilización total. Elegid siempre una postura y una atadura que sean adecuadas para los juegos eróticos que vengan después, que pueden incluir penetración, pero también otras prácticas sexuales como sexo oral, masajes eróticos o simplemente caricias y juegos afectivos.
El shibari es una experimentación que está por encima de los roles de género. Lo único que cuenta aquí son tus deseos y los de tu pareja.
Límites personales y dolor en el shibari
Conocemos bien la regla número 1 del BDSM y del sexo en general: hay que conocer y respetar los límites personales de nuestras parejas sexuales. Antes de empezar, habla con claridad sobre lo que quieres y lo que no quieres hacer con tu compañero/a. Como en el sadomasoquismo, lo más práctico es establecer una «palabra de seguridad» que pronunciarás si necesitas interrumpir o modificar la práctica de shibari en cualquier momento.
Si eres maestro/a, no dejes de revisar las zonas más delicadas de la persona atada, como las articulaciones, en el momento de anudar. Empezad siempre con nudos de shibari sencillos y, si aumentáis la complejidad, tened una tijera disponible por si hay que cortar alguna cuerda rápidamente.
El shibari se puede practicar tanto con dolor como sin él: cada persona decide. Si hay dolor, tiene que ser un dolor placentero, fácilmente aguantable. Debe ser un recurso para conectar con las emociones, además de potenciar la excitación sexual. Las vendas también pueden añadir un punto extra de diversión e intensificar las sensaciones del shibari. En cambio, otros elementos más explícitos del sadomasoquismo como las esposas, la mazmorra o un látigo forman parte del BDSM más que del shibari.
Por último, tampoco dejes de prestar atención al proceso final de desatar a la persona, cuando la piel y el cuerpo de la persona atada liberan más endorfinas. No desaprovechéis la sensualidad de este momento: el shibari no ha acabado aún cuando aflojáis las cuerdas.
¿Qué cuerdas y patrones usar para iniciarte en el shibari?
Las cuerdas del shibari suelen ser de yute, una fibra suave y larga que se obtiene de las plantas de la familia de las tiliáceas. El yute se hila y se trenza hasta crear una cuerda resistente, pero que no deja de ser adecuada para el tacto. A veces, también se utiliza cuerda de cáñamo.
Algunos patrones básicos del shibari son:
- Gote o takate kote: Es la atadura de brazos y pecho que a menudo se utiliza como base del shibari. Los brazos se quedan inmovilizados detrás de la espalda.
- Hishi: Significa «atadura con forma de diamantes». La sucesión de diamantes de cuerda entre el cuello y la zona genital es uno de los patrones más comunes del shibari. Su uso artístico está bastante extendido.
- Kikkou: Patrón básico del shibari que emplea formas hexagonales, similares a las de una concha, en la región del torso entre el cuello y la zona púbica.
- Ebi: Atadura en forma de «gamba» o «langostino». Es un patrón de shibari más avanzado que inmoviliza prácticamente todo el cuerpo: las piernas se atan cruzadas y el torso, inclinado hacia adelante, queda también bloqueado.
El shibari: más allá de la dominación
Ya ves que la técnica del shibari es ideal para dar un paso más allá en los juegos de dominación y sumisión habituales, con una confianza y una compenetración mayores que las del BDSM convencional. El erotismo se basa en emociones y experimentar con ellas puede intensificar el placer de una forma inimaginable.
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