Siempre que os preguntamos qué tipo de contenidos os gustaría leer en nuestra revista, un montón de miembros de la Comunidad de JOYclub responden al unísono: “¡Sobre BDSM!”. Así que esta vez hemos traído a una persona que no solo practica este conjunto de disciplinas y filosofías, sino que además las utiliza como herramienta terapéutica y de crecimiento personal. ¿Te vas a perder su entrevista?
Cecilia Bizzotto entrevistando a Dominus Jaime
— Cecilia Bizzotto: Primero de todo, veo que en tu blog hablas siempre del “BDSMk” ¿Qué es la “K”?
Como ya sabes, la sigla BDSM es un acrónimo de Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión y Masoquismo. Así que esa "K", que significa "Kink", amplía su significado. Añadiendo esa K nos podemos referir a un amplio abanico de prácticas sexuales como medical, pupplay, fetichismo, feminización y muchas más. Es un término que me parece mucho más inclusivo y por eso lo suelo usar en muchas ocasiones.
— Cecilia Bizzotto: Además, veo que te defines como poliédrico, con formación académica y autodidacta en (y cito textualmente) "coaching, PNL, inteligencia emocional, terapia sexual y de pareja, tantra, gestalt, arteterapia, teatro, antropología y en terapias alternativas". ¿Cómo incorporas todo esto al BDSMk?
Para algunos el BDSMk es un juego, para otros es una forma de vida, pero para mí, además, es una herramienta. Es una manera de buscar el crecimiento personal, de enriquecerse interiormente, de descubrirse y, también, de sanar algunas heridas que tengamos. Y ahí es donde entra en juego mi experiencia y mi formación, para ayudar a las personas que se ponen en mis manos.
Es una de mis pasiones y mi vocación. Me encanta ejercer no solo de orientador, sino también de tutor (es la palabra clásica que se usa en el BDSM). Ayudar a una persona en su camino, abrirle ventanas, enseñarle a pasar el río.
Te contaré un caso, por ejemplo, de una persona que ha recurrido a mi dungeon ya que le cuesta mucho expresarse pues convive con el autismo. Sin embargo, cuando adopta el "papel" de cachorro, se pone su máscara y ¡Alehop! se transforma. Es una de las personas más extrovertidas y juguetonas que te puedas imaginar. Y esto poco a poco lo ha podido trasladar a su vida diaria.
— Cecilia Bizzotto: Hablando de tu "dungeon", también comentas en el blog que quieres "recuperar la esencia del BDSM." ¿Qué quieres decir con esto?
A mí me encanta la diversidad. Por eso precisamente me encanta también el BDSM clásico. Hay unos protocolos, unas reglas y una indumentaria, es lo que llamaríamos Old Guard. En eso pienso cuando hablo de la "esencia del BDSM". Recordemos que nació como una mezcla de la camaradería de los militares de la Segunda Guerra Mundial (de ahí las normas) y de los clubs de moteros (de ahí la indumentaria de cuero). Por eso, siempre que he podido he animado a la creación de clubes, asociaciones o "dungeon", es decir, lugares de acompañamiento y crecimiento mutuo, y de mucho morbo sin duda, pero siempre de forma "sana, segura y consensuada".
— Cecilia Bizzotto: Entonces ¿Cómo funcionan tus sesiones y talleres de BDSMk? ¿Qué se hace en ellos?
Tanto las sesiones como los talleres son individualizados, es decir, solo para una o dos personas. Eso me permite adaptarme a la persona y para que se sienta más libre de ser ella misma. No quiero una producción en masa, sino algo artesanal. Las sesiones son más prácticas y los talleres son más para aprender. A través de la Bdsmk Academy intentamos ofrecer más de 30 talleres y workshops diferentes sobre diversas prácticas y sexualidades alternativas. Cabe decir que los beneficios que se sacan en la Bdsmk Academy van siempre destinados a fines sociales.
— Cecilia Bizzotto: ¿Qué recomendarías a una pareja que quiere iniciarse en el BDSM?
Que lea mucho y que vaya poco a poco. El BDSM puede ser peligroso a nivel físico y a nivel mental, es como el fuego: en cuanto sabes cómo se usa el fuego, no se te ocurre meter el dedo en la llama, pero sí usarlo para calentarte y alimentarte. Formarse hoy en día es fácil. Puedes leer en mi blog o en otros blogs de internet, ir a algún taller, leer libros... ¡Hay muchas herramientas al alcance de la mano! Y luego, puedes ir poniendo en práctica las cosas que aprendas. Ir jugando, sin tabúes. Más de una vez se sorprenderán disfrutando con cosas que nunca se habrían imaginado. Es una forma de enriquecer la relación.
— Cecilia Bizzotto: Pero ¿Qué pasa cuando uno de los dos miembros de la pareja no tiene anhelos bedesemeros y la otra parte sí? ¿Cómo se soluciona?
Pues hay muchas formas. Se puede pactar que uno lleve sus prácticas bedemeseras o fetichistas fuera de la relación o aprender a disfrutar con el otro de su pasión. También está la opción de engañar a la pareja, pero esa no la recomiendo. Las mentiras al final ensucian la relación. En esencia se soluciona con amor, comunicación y morbo. Yo suelo ofrecer un taller específico para cuando uno de los dos miembros de la relación no le convence el BDSM.
— Cecilia Bizzotto: He visto que haces talleres para solucionar los problemas de deseo sexual. ¿Tienes algún "tip" que compartir con la Comunidad de JOYclub, para aumentar nuestra libido?
La mirada. Sentir al otro con la mirada, acariciarlo con los ojos, mirarse a los ojos mientras lo coges de la mano, del cuello o deslizas las cuerdas por su cuerpo. Estamos tan acostumbrados a mirar pantallas que tenemos la necesidad de mirarnos y de encontrarnos. Y no hay nada más bedesemero que la mirada.
— Cecilia Bizzotto: Por otra parte, en tu taller “Follando la mente” hablas de "encontrar tu lado dirty". ¿En qué puede servirnos sacar ese lado más sucio que llevamos dentro?
En conectarnos con esa parte animal de la que hablaba antes. En sociedades como en Berlín o en Japón es donde nos podemos encontrar prácticas más extremas o más extendido el BDSM o el fetichismo (no en vano, JOYclub nació en Alemania). Son sociedades donde las personas son muy serias y responsables. Por eso, ese lado animal y dirty emerge como un volcán. El lado dirty, hace que abramos esas compuertas de lava que derriten los tabúes. Nos hace más libres.
—Cecilia Bizzotto: Como Dominante ¿de qué género son tus sumisos o sumisas? ¿Cuál es la diferencia entre someter a un hombre o a una mujer?
Para mí no hay ninguna diferencia, son personas. Personalmente disfruto con las personas. Tenemos una diversidad muy hermosa, de forma que una mujer puede coincidir con el arquetipo de "masculinidad" sin que eso coincida con su género o su identidad. En mi experiencia, cada uno tiene unas formas diferentes. Así que tendríamos millones de diferencias para someter. Por eso es importante antes de conocer a una persona hacer los check list, para conocerse al otro y a ti mismo. A una persona se le puede dominar por el intelecto, por la fuerza bruta, por la sensualidad, o incluso dominarle desde la indiferencia. Hay muchos caminos.
— Cecilia Bizzotto: ¿Crees que todos y todas tenemos un lado bedesemero/a?
Sí, sin duda. Consciente o inconscientemente. Las relaciones de dominación y sumisión, el fetichismo, los juegos de olores y de roles... son parte de nuestra naturaleza como animales. Así que es lógico que todos tengamos ese lado, pero que no a todos se nos manifieste de la misma forma. Y ninguna forma es mejor que la otra.
— Cecilia Bizzotto: ¿Hay relación entre la orientación y la identidad de género, con la D-s? Por ejemplo: ¿Un hombre gay sumiso sólo disfrutará siendo dominado por otro hombre, o el rol D-s está por encima de la orientación sexual?
Sí y no, también depende de las personas. Yo lo que conozco es de mi experiencia personal y por lo que me van comentando la gente. Por ejemplo, se dan muy pocos casos que un hombre gay disfrute con la idea de jugar con una mujer hetero, pero sí con un hombre hetero, aunque sepa que éste no va a conseguir gustarle como hombre. Al igual que hay sumisas que disfrutan de un Amo que sea homosexual. Un hombre heterosexual, que sea realmente heterosexual, es muy raro que le atraiga un sumiso heterosexual hombre, pero sí le puede atraer una sumisa lesbiana. Esos son solo algunos ejemplos.
—Cecilia Bizzotto: ¿Hay diferencias entre el BDSM gay, bisex, hetero, trans, etc.?
En teoría no debería haberlas. En la práctica son mundos diferentes, como diferente puede ser el mundo swinger con el BDSM heterosexual. En muchos "munch" (quedadas) BDSM he oído cómo se denigraba a otro diciéndole es que ese es un "swinger" despectivamente, o al revés, en talleres sexuales decirlo de un "Old Guard" BDSM. Es muy raro encontrar una pareja gay en un local BDSM heterosexual, al igual que es raro encontrar parejas hetero en locales de sexo gay. El mundo cuero-leather gay no existe prácticamente en el mundo hetero, ni en estética ni en protocolos. El que una persona vaya de ropa negra, que es la etiqueta en locales BDSM heteros, no significaría nada en un local gay.
Además, tendríamos las diferencias propias entre la Old Guard y la New Guard, los clásicos y los transgresores. El hanky code, un código de colores, es muy usado en muchas partes del mundo, mientras que por ejemplo en España es casi inexistente. Y mundo aparte es también el BDSM trans, porque como los bisex, se encuentran en terreno de nadie, pero a la vez, tienen esa carta comodín y pueden jugar en los dos sitios. En el terreno trans, te encuentras a los trans, pero también todo el mundo de la feminización, las sisy y CD, que muchas veces también están enfrentados entre sí. Son mundos diferentes el gay, bisex, hetero y trans, con sus propios submundos, pero yo creo que pueden convivir muy bien entre sí. Prueba de ello son algunas redes sociales como JOYclub o algunas fiestas puntuales. Yo soy muy partidario de lanzar puentes.
— Cecilia Bizzotto: Sí, de hecho, en JOYclub tenemos una comunidad de hombres bisexuales o bicuriosos (en pareja o no). Yo como embajadora he observado que hay hombres que inicialmente se registran como "heteros", al tiempo pasan a considerarse "bicuriosos". ¿Crees que plataformas como la nuestra pueden ayudar a redescubrir y naturalizar nuestra orientación?
Efectivamente, una de las muchas cosas buenas que tienen plataformas como la vuestra es que ayudan a ese acercamiento entre los polos "opuestos". Ayudan a conocerse a uno mismo y al otro. Creo que abren ventanas y derriban tabúes. A veces ese proceso es rápido y otras veces es gota a gota.
— Cecilia Bizzotto: Entonces, ¿Qué crees que puede ofrecer JOYclub al colectivo de hombres gays o de practicantes del BDSMk?
Un lugar de encuentro en internet. Y eso es importante porque es uno de los mundos donde nos movemos hoy en día. Generalmente todas las redes sociales tienen un nivel de censura muy alto que hace que no se pueda compartir contenido ni visual ni escrito que pueda ser sensible. Eso sin duda corta las alas a la hora de expresarse. Creo que en JOYclub pueden encontrar un sitio donde expresarse en libertad y con creatividad.
Lo que estáis haciendo esta genial. Cuando uno siente estos deseos y ve que está sólo, se siente raro, pero si uno ve que hay más "raros", se siente en comunidad. Y por lo general su deseo y autoestima suben. Además, estáis acercando el BDSMk a las personas, ofreciéndolo como un juego más, ayudando a su divulgación, diferenciando BDSM del maltrato. Y además ofrecéis eventos que se realizan en la zona, grupos y foros donde se pueda debatir. Creo que lo estáis haciendo muy bien.
— Cecilia Bizzotto: Y ya para acabar ¿Qué te gustaría preguntarle a la Comunidad de miembros de JOYclub?
Lo bueno de vuestra red social es que se pueden ver muchos puntos de vista diferentes en los foros y los grupos. Me gustaría preguntarles: ¿Sois felices cuando estáis juntos? ¿Os miráis con los ojos? ¿Habéis sentido el acariciar de una cuerda por tu piel? ¿Habéis dejado a vuestro "animal" suelto?
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