En la masturbación anal se estimula la zona anal o la próstata, lo que permite alcanzar un orgasmo sumamente intenso. En comparación con la masturbación habitual, su calidad es totalmente distinta, desencadena sensaciones diferentes y, además, su clímax es más prolongado. ¡Te explicamos cómo funciona!
Masturbación anal: ¡lluvia de endorfinas por la puerta de atrás!
«Son para gays», «son sucios», «son dolorosos»: los juegos anales para hombres están cargados de todo tipo de prejuicios. Ya va siendo hora de enfrentarse a los estereotipos que impiden a los hombres descubrir un país de las maravillas eróticas en el propio cuerpo.
Las numerosas terminaciones nerviosas alrededor del ano y la próstata —también conocida como el punto G de los hombres— prometen un clímax particularmente intenso gracias a una abundante liberación de endorfinas. No obstante, para lograrlo es necesario superar ciertas barreras y mantener una actitud abierta. La masturbación anal es un regalo que aún no te has atrevido a desenvolver.
Consejo 1: ¡acaba con los prejuicios mentales contra los juegos anales!
Cuando se trata de la propia estimulación anal, existen fundamentalmente tres inquietudes que preocupan a los hombres heterosexuales con poca experiencia.
Primer prejuicio: ¿pero eso no es gay?
Sí, por supuesto. Ahora ya lo sabe todo el mundo: eres gay. ¿Cuándo vas a decírselo a tus padres? Bromas aparte: equiparar el disfrute anal con la homosexualidad no es más que un burdo estereotipo. La abertura del cuerpo en la que introduces algo por placer no define si eres gay o no: lo determinante es a quién amas. Por tanto, puedes estar tranquilo.
El ano y el perineo son zonas erógenas. ¿Pero cómo se puede superar la barrera psicológica? La palabra mágica es «actitud abierta». Las ganas de vivir una experiencia formidable también ayudan. ¿Dispones en tu cuerpo de un magnífico terreno preparado para el placer, que te permitirá disfrutar de experiencias nuevas e intensas, y no vas a aprovecharlo?
Segundo prejuicio: ¿eso no es antihigiénico?
El canal anal, como su nombre indica, es un conducto de paso y no un almacén. En la mayoría de los casos, basta con lavar la región anal cuidadosamente al ducharse. Ducha, jabón y listo.
No es necesario realizar una limpieza dentro del canal anal. Si la estimulación con los dedos desnudos te resulta incómoda, los condones para los dedos o los guantes pueden resultarte útiles.
Tercer prejuicio: ¿eso no hace daño?
Te desaconsejamos un arranque en frío con objetos de gran calibre. El ano, el recto y el perineo son territorios altamente sensibles: si no te preparas con paciencia, no habrá diversión y podrían producirse desgarros dolorosos de los tejidos y los músculos. No ahorres en lubricante y tómate tiempo para dilatar suficientemente la región, por ejemplo, con uno o dos dedos.
En la masturbación anal ocurre como en todas las interacciones sexuales: una actitud abierta y relajada aumenta la probabilidad de disfrutar de la experiencia.
Consejo 2: comienza con las exploraciones anales iniciales
No existe ningún kit de iniciación que te convierta en experto de la masturbación anal por arte de magia. Pero con lubricante, así como con toallitas húmedas o pañuelos de papel, estarás armado para tus primeros intentos.
Para las exploraciones iniciales del territorio, el perineo —la franja de piel entre el escroto y el ano— es la mejor elección. Acariciándolo y masajeándolo puedes estimular tu próstata. Así puedes comenzar:
¡Concéntrate en el perineo!
Seguramente, durante el sexo en solitario, algún que otro masturbador experto ya habrá utilizado en alguna ocasión un suave masaje en el perineo para acercarse a su objetivo. Esta técnica consiste en masturbarse con la «mano dominante» mientras utilizas el dedo anular o corazón de la otra mano (o ambos) para acariciar el perineo o dibujar círculos sobre él.
Comprueba qué presión te resulta más agradable. Para obtener un placentero efecto secundario, incluye el escroto: por ejemplo, puedes prolongar el movimiento de arrastre en esta dirección. Algunas personas preferirán un masaje superficial: un pañuelo o una manta sobre los dedos aumentarán la superficie de contacto.
¡Date una ducha caliente!
Otra forma excelente de probar todo esto es bajo la ducha. Además, en ella puedes «tirar por el desagüe» tus últimas preocupaciones por la limpieza y acercarte lentamente al ano. Vigila que tus uñas estén cortas para no arañarte.
Consejo 3: familiarízate con tu ano
Incluye ahora el ano en tu masturbación. Comienza con tu «rutina» y ponte en marcha. La excitación hará que jugar con tu ano sea más fácil. Cuando creas que estás listo, intenta lo siguiente:
- Coloca tu dedo corazón o anular lubricado sobre tu ano y aumenta ligeramente la presión. Explora el territorio con suaves movimientos, acariciando y dibujando círculos.
- Introduce un dedo hasta el primer nudillo. Si la sensación te resulta demasiado intensa, vete más despacio o abre más las piernas para intentar relajarte un poco. Importante: ¡no te precipites! Concédete tiempo (y concédele tiempo a tu esfínter).
- Mueve tu dedo cuidadosamente hacia dentro y hacia fuera y, al mismo tiempo, penetra poco a poco con más profundidad. Comienza a realizar un movimiento circular cuando tu dedo esté totalmente dentro de ti (o en el punto que a ti te guste).
- Combina movimientos de empuje y circulares según prefieras y experimenta con la velocidad, la profundidad y la intensidad.
- Añade lubricante.
Es posible que todos estos pasos sean demasiados para una sesión. En este caso, reparte tus descubrimientos experimentales en varias etapas.
Consejo 4: permíteme que te presente a tu próstata
La próstata es una glándula que se puede estimular a través del canal anal. Un masaje de próstata desde el interior —a menudo conocido como «la reina de las pajas»— conduce a un orgasmo increíblemente intenso.
¿Dónde se encuentra la próstata?
La próstata tiene más o menos el tamaño de una ciruela. Si te tumbas sobre la espalda, la encontrarás entre seis y ocho centímetros detrás del esfínter, en dirección al ombligo. Si allí notas una pequeña protuberancia abultada, habrás llegado al lugar correcto. Lo sabrás.
Para que lo tengas claro: estira tu brazo hacia delante con el dorso de la mano hacia arriba y apunta hacia ti con los dedos índice y corazón. Esa es aproximadamente la posición en la que deberás colocar tu mano y tus dedos para encontrar la próstata, y también para estimularla.
¿Cómo funciona el masaje de próstata durante la masturbación anal?
Deberías mover tu dedo como si quisieras provocar un orgasmo. Acaricia la parte superior de la próstata y su contorno con la yema de tu dedo corazón o índice. Empieza realizando caricias suaves y prueba también a dibujar círculos y «pulsar el timbre», es decir, haz una breve presión puntual sobre la próstata.
De forma paralela, también puedes estimular el pene. A algunos hombres no les gusta esta estimulación simultánea del pene y la próstata ya que requiere una cierta coordinación y práctica. No te exijas demasiado al principio.
Quizá no tengas un orgasmo la primera vez. Pero ver más adelante cómo lo alcanzas sin tocar tu pene te parecerá casi mágico. ¡Llegarás!
- Durante la masturbación anal no es habitual tener una erección, y si la tienes, será muy débil. El semen no sale expulsado con fuerza, sino que fluye de forma relativamente lenta fuera del pene.
- Puede ocurrir que, durante los primeros intentos, penetres con demasiada profundidad y, por error, masajees el tejido que rodea la vejiga. En realidad, la vejiga también se estimula de forma indirecta al masajear la próstata, pero al realizar un masaje directo tendrás una mayor necesidad de evacuar la orina. Por ello, es mejor que vayas al baño antes de empezar.
- A menudo, los orgasmos provocados por masajes de próstata son muy intensos y van acompañados de un periodo refractario —es decir, una fase de recuperación— más breve. Por tanto, si quieres, puedes pasar rápidamente a la segunda ronda.
Consejo 5: ¡Toy Stories! Juguetes sexuales para la estimulación anal.
Hay juguetes anales específicos para la estimulación de la próstata, aunque un consolador normal ya puede conducirte hacia tu objetivo. Aquí tienes algunos consejos:
Asegúrate de usar juguetes anales de alta calidad
La tacañería está fuera de lugar: al fin y al cabo, estamos hablando de un objeto que vas a introducir en tu ano para obtener placer. La calidad es necesaria. Asegúrate de que se trata de materiales de alta calidad, como silicona, acero inoxidable o vidrio. Y ten cuidado: los juguetes no específicos para la masturbación anal podrían quedarse alojados en el interior del cuerpo, para horror de sus usuarios. Los juguetes anales te ahorrarán miradas humillantes en la sala de urgencias, ya que cuentan con un «gancho» blando en el extremo exterior. También te recomendamos empezar con un tamaño pequeño.
Prueba tu juguete anal con cuidado
Incluso si ya tienes experiencia con los juegos anales, concédete suficiente tiempo para probar tu nuevo juguete sexual y aproximarte y acostumbrarte a él. ¡Conoceos el uno al otro! Tu musculatura trabajará contra el «intruso». Es fácil invitar a relajarse, pero no tanto llevarlo a la práctica. ¿Tal vez te resulte útil una peli excitante para poner tu imaginación en marcha?
¡Ahora es el momento de desenvolver tus regalos!
¿Ya conoces JOYclub?
¡Ingresa en nuestra exclusiva comunidad y disfruta de tu deseo!
En JOYclub te espera una gran comunidad que te ayudarán con consejos fascinantes que cambiarán completamente tu vida sexual. NO importa si eres hombre, mujer, trans, soltero o pareja - ¡vive tus fantasías con JOYclub! ¡Te estamos esperando!
Entra gratuitamente en JOYclub
Otros temas
