A pocos metros la una del otro
Su respiración es cada vez más profunda,Su cara irradia excitación,
Sus labios húmedos huelen a orgasmo.
Sus ojos se pierden en suspiros que anuncian el éxtasis inminente.
Las piernas comienzan a temblar, sus gemidos son ahora incontrolables.
Los músculos del bajo vientre se contraen, el placer sube hasta la mente, que ahora no puede hacer nada más que rendirse.
Un instante antes de perderse en el orgasmo, sus ojos se cruzan con los de su pareja, que la observa excitado desde el sofá frente a la cama.
Es sólo un instante, pero parece eterno.
Dos personas que se aman con locura, unidas en un momento de placer a pocos metros de distancia.
Les miro y sonrío: soy testigo de honor de un momento mágico que dos personas enamoradas han decidido compartir conmigo.
Antes de despedirnos, una última mirada de complicidad: el mundo de fuera no sabe nada de lo que ha pasado en esa habitación de hotel;
y sonreímos con un poco de picardía, conscientes de que hemos creado otra experiencia indeleble.