Me empotras delante de mi marido, 2.
Continuación de como una clienta veterana me pide que realice una fantasía que tenía desde hacía mucho tiempo. ¿Lugar? Su casa de la playa. ¿Hora de la cita? Por la tarde. ¿Espectadores que vieron el acontecimiento? Su marido de primera plana y supongo que algunos vecinos a lo lejos. Siempre es bueno tener público para estos acontecimientos.Nota de autor “Disfrutar de una persona que conoces desde hace tiempo hace que afloren sentimientos, pero disfrutar de los vicios de una mujer que siendo amiga, clienta e incluso casi una de las pocas personas en las que puedes confiar parte de tu vida, hace que no sientas amor sino cariño, pero si ese cariño es reciproco y te pide que seas uno de los pocos hombres que le pueden hacer realidad sus fantasías, para mí, como ser humano, me enorgullece sentirme uno más en la vida de estas personas, ya sean hombres o mujeres, pero si son ellas, mejor que mejor, ya que no se pueden contar muchas personas así. Sigo viendo a esta pareja, liberal e incluso abierta no solo de mente, porque ellos decidieron que entrará en sus vidas tanto profesionales como privadas. Aquí les dejo la segunda parte de una historia real que jamás pensé que iba a vivir y que me hace ser más cabrón pero a la vez más humano.”
Continuamos con la historia real vivida el día 20 de agosto del 2022, a las siete de la tarde Sonso me llamo a la puerta de mi casa. Habíamos quedado en sábado, como era previsto ya que su marido no trabajaba y como iba a ser el principal protagonista voyeur de dicha historia, pues casi era todo realizado para él, aunque realmente la verdadera protagonista era ella misma, la mujer que iba a realizar su fantasía más deseada. Su marido, que lo llamaré Sergio aunque no es su nombre real, solo era el único espectador que veríamos nosotros, aunque en algún momento, algunos vecinos tanto hombres como mujeres habrían visto lo que estábamos haciendo, ya que la casa que tiene Sonso en la costa (su residencia habitual está situada en Córdoba, Andalucía) en la localidad de Benajarafe malagueña pues es una casa de planta baja a escasos metros del mar y que una de sus ventajas es que tiene una puerta en el jardín que da principalmente al paseo marítimo de dicho pueblo, aparte de tener una piscina bastante grande en el centro de su jardín (que mucha gente pensará ¿para qué tener una piscina a escasos metros del mar? Pues muy sencillo, porque no es lo mismo vivir al lado del mar que al lado de la playa y ellos precisamente no tienen playa enfrente de su casa, sino que se encuentra casi a media hora andando, es decir, su casa está al principio del paseo marítimo, rodeado de piedras y rocas que es donde el mar rompe con el oleaje, y tener una piscina incluso en zonas costeras es una práctica habitual en nuestras costas, aunque se visitan las playas) además de que un jardín andaluz con piscina siempre es más alegre que sin ella, pero bueno, sobre gustos hay muchas cosas.
Yo como no tengo vehículo, ya que al pensar que tener que estar pagando un seguro y el coste de la gasolina o gasoil más el aceite, las revisiones que no son gratis de los vehículos más el precio de dicha posesión no me conlleva nada más que a tener en propiedad algo que se devalúa con el tiempo corto (ya que nada más adquirirlo pierdes casi la mitad del precio por el que lo has comprado, cosa que no ocurre con la vivienda o incluso con otros objetos necesarios en la vida del ser humano) pues no lo tengo, prefiero gastar ese dinero en cosas útiles y necesarias diariamente, pero esto no quiere decir que no me mueva y esté siempre metido en casa, al contrario, en mi casa paso poco tiempo, ya que entre mis clientas, casi todas viven cerca o al menos tengo transporte público para poder desplazarme, algo muy útil cuando vives en ciudades o incluso en localidades como la mía, costera y por tanto, gracias al turismo, tenemos estás líneas de autocares y autobuses que nos llevan donde necesitamos, pues realmente el tener que depender de un utensilio que ya está siendo menos eficiente de lo que se piensa la gente te hace incluso estar más sano. Pero Sonso aparte de que quería enseñarme su nuevo coche hibrido, también ella siempre ha sido de las personas que piensan que cuanto menos contaminemos, mejor nos ira para todo el mundo, pero también le da la libertad de poder irse a donde quiera para sus cosas, entre ellas, el sexo. Creo que es de las pocas clientas que tengo que ha estado follando dentro de su coche en plena tormenta cayendo cientos de litros de agua y sentir el sonido de como esas gotas de agua revotaban en la chapa de su vehículo mientras a ella le estaban perforando su coño y culo uno o dos hombres. Sonso le gusta follar en diferentes momentos y lugares. También me ha contado y lo he visto, ya que suele grabar sus folladas con su teléfono móvil, no para fardear sino para luego recordar sus folladas o que se las enseñe a su marido, en sitios como haciendo una especie de puenting o escalando, totalmente desnuda, o incluso dentro de una cascada, mientras le caía el agua por todo su cuerpo. Es una mujer que la aventura sexual la toma literalmente como un deporte de placer.
Pues ella llego a mi casa a eso de las siete de la tarde, así que solo recogí mi bolsa en donde llevo mis aceites, porque estaba claro que también les daría tanto a Sergio como a ella, masajes, que menos, eso sí no sé si sería antes, durante o después de la follada, pero yo siempre me lo llevo, también para los geles lubricantes, y como Sonso no necesita juguetes sexuales porque siempre tiene cerca un hombre para que la folle, pues también me lleve un par de ellos que suelo utilizar con algunas clientas cuando me lo piden, para que Sergio no se aburriera mucho del espectáculo.
Agarre mi cazadora de verano de color azul marino, que aunque estaba haciendo bastante calor estas noches, nunca se sabe que puede refrescar, aunque más que nada es por llevar algo de prenda formal, y me fui con ella en hacia su vehículo.
Al sentarme en el asiento del copiloto, la verdad es que olía a nuevo, y eso incluso me incita a pensar en algunas cosas que se pueden hacer con ese aroma, tengan en cuenta que un buen masajista debe también conocer la aromaterapia, ciencia que estudia los aromas, para así poder tener un ambiente relajado, o al menos debería de ser así, y entonces le dije a Sonso:
— Que bien huele a nuevo tu coche, no te digo lo que se me está pasando por la cabeza.
Ella me miro sonriendo y me contesto:
— Claro que lo sé, jajajaja, este aroma te transmite como una cama nueva para meterte una follada y que acabe todo oliendo a sexo. ¿Y sabes lo mejor de todo? Aún no he follado en el coche, está virgen, jajaja, pero eso si quieres lo hacemos luego o mañana, que ahora ya tengo ganas de que me rompas delante de Sergio, que además, vengo sin nada de ropa interior, para que me metas mano mientras conduzco.
He de reconocer que esta mujer es toda una puta, o dicho de un modo amigable, es una zorra que sabe lo que quiere y como provocar al hombre que tiene al lado, porque efectivamente no llevaba nada de ropa interior, solo una falda larga y de mucho vuelo que se recogió hasta la cintura para enseñarme sus piernas y su coño depilado y luego una camiseta en la cual se le notaban los pezones, aún no muy duros, pero se le notaban perfectamente.
No es que me deje de gustar este tipo de mujeres, al contrario, me gusta que la mujer se sienta libre y sobre todo deseada, y yo se lo demostraba metiendo mis dedos entre sus labios para tocar su clítoris, ya duro y sobre todo mojado, mientras ella arrancaba el motor de su coche y nos dirigíamos hacia su casa de la playa. En el trayecto, que parábamos en algunos de los semáforos dentro de las localidades, pues yo le metía uno o dos dedos dentro de su coño muy mojado, incluso ella se levantaba o abría más sus piernas para facilitar la entrada de mis dedos, incluso gemía cuando sentía en esa postura como la estaba follando con mis dedos, pero claro, para ella solo era una masturbación, ya que no era ni el sitio ni el lugar (estaba conduciendo con una velocidad media, pero podría tener un descuido y tener un accidente y no era lo que buscábamos los dos ni nadie en ese momento) por lo que yo deje de masturbarla para así sacarme la polla del pantalón corto que tenía puesto y dejar que ella admirara e incluso tocara lo que en breves momentos se iba a tragar por su boca, coño y culo, porque eso sí, ella no se mete los penes solo en la boca y su coño, es de las mujeres que dicen “si tienes tres agujeros, que te los llenen bien de pollas, porque desperdiciar tal placer es como hacer tu comida favorita y no comértela, sino dejarla ahí, para verla” y ella es así, le gusta tocar, admirar y si puede, chupar lo que luego la va a dar mucho placer sexual. Así que, deje todo el trayecto que ella hiciera lo que quisiera mientras conducía sin perder la vista en la carretera. Incluso cuando llegamos a su casa, que tiene garaje exterior, cuando se cerraron las puertas y salí del coche, salí con la polla fuera, mientras ella se levantaba la falda y se metía mi capullo por entre sus cachetes mientras me gemía diciéndome que era uno de sus cabrones favoritos, que le de lo que ella quiere cuando quiere y que nunca le deja sin satisfacción.
Siendo honesto, para mí es un piropo en toda regla, no por las palabras que dijo sino por la intensidad que le salía de su propio ser y con esa mirada que solo una mujer sabe transmitir con el deseo encendido. Estuve a punto de entrar por la puerta de su garaje al interior de su casa con la polla fuera, porque la verdad es que la tenía dura, pero digamos que a lo largo de la vida aprendes ciertas conductas que son primordiales para el buen entendimiento, y aunque conocía de hacía tiempo a su marido, solo por el respeto a que me estaban invitando, me metí mi polla dentro de mi pantalón, que lógicamente se notaba el bulto a simple vista, pero no es bueno saludar a la persona que va a recibir un espectáculo con la polla fuera, aunque sabía porque la tenía así, su mujer, con la edad que tienen ambos, sigue levantando músculos y el suyo también. Tras el saludo con Sergio, me indico que hoy me pusiera cómodo, como si estuviera en mi propia casa. (Nota de autor “A veces no hay que tomar las palabras literalmente, y que te digan que te pongas cómodo como si estuvieras en tu casa no es realmente ese el significado, simplemente es que no estés serio o distante, aunque los conozcas, sino que con el respeto que hay que tener ante esas personas, al menos tener un mínimo de educación y estar cómodo pero sin llegar a despelotarte como si realmente estuvieras en tu casa. Indico este apunte, porque a veces no pensamos que el resto del mundo no vive solo o desnudo en su casa y hay que respetar sus conductas” seguimos) por lo que tras el saludo y abrazo, me invito a si quería tomar algo, de bebida, y la verdad es que con el calor que hacia esa tarde, se agradecía enormemente un licor (sin alcohol, ya que no me gusta nada de nada los licores que llevan alcohol, es como una intolerancia natural que tiene mi cuerpo a dichas bebidas) y le indique que un zumo me vendría muy bien. A su esposa le sirvió una de las copas que tanto sabe él que le gustan y ponen aún más caliente, a mí me sirvió un coctel de zumos que el fabricaba, porque tiene una fábrica de zumos sin nada de alcohol y que ahora con esto de que la gente consuma bebidas sin alcohol y sin apenas azucares añadidos, son lo que realmente está produciéndose con más consumo por parte de la gente. Me dijo que era la nueva producción y que era el primero que la iba a probar menos por parte de su departamento de calidad de la fábrica. La verdad es que estaba riquísimo. Pero note que tanto Sergio como Sonsoles se miraban mucho, era el previo juego a lo que acontecería en mi persona. Estuvimos charlando un rato, mientras yo notaba como Sonso quería empezar ya a que la follara, simplemente porque se quitó el vestido largo y apareció su cuerpo totalmente desnudo. Estaba claro que ya necesitaba que le tocara y la pusiera incluso más cachonda de lo que ella venia del viaje en coche a su casa, por lo que dejando la copa de mi bebida en la mesa del salón en donde estábamos los tres, Sergio en un sillón para ver mejor el espectáculo y Sonso y yo en el sofá muy amplio, así que no me demoré mucho y directamente mis labios se fueron a su pecho, concretamente a sus pezones que eran diamantes en bruto de duros que se encontraban, mientras ella me abría completamente sus piernas para indicarme que era lo que deseaba que me comiera en vez de sus pezones, pero a veces no hay que hacer mucho caso a lo que una mujer desea, por lo que invite a Sergio a que le comiera el coño a su mujer, que normalmente no se suele invitar al marido a que participe.
Mientras Sonso tenia a dos hombres excitando su cuerpo, ella no paraba de tocarme el bulto dentro de mis pantalones. Juro que estaba como una piedra de la dureza, incluso necesitaba que me la sacara y se la tragara por alguno de sus agujeros, pero hay que modificar las ganas y la necesidad, por lo que me olvide de mi miembro mientras me deleitaba con sus pezones. Sonso gemía y jadeaba. Estaba siendo tratada por dos lenguas, cuatro labios, de dos hombres. Cerraba los ojos y se dejaba hacer, hasta que note como Sergio también por la excitación que estaba recibiendo de comerle el coño a su esposa delante de un conocido, pues se retiró y sentándose en el sillón, se sacó su polla y empezó a masturbarse lentamente, mientras veía una de las mejores películas porno en vivo y directo.
Sonso entonces no aguanto más, me ayudo a quitarme mi pantalón corto, a quitarme mi bóxer negro, siempre uso este tipo de ropa interior y siempre en colores oscuros, y cuando ya me quede de cintura hacia abajo sin nada, ella misma se sentó encima de mí, mientras mi gorda polla, porque estaba gorda, empezó a rozar literalmente su clítoris y labios, que incluso se resbalaban muy bien por la humedad interna de ella que los impregnaba, por lo que cuando me dijo al oído:
— Joder, Follame ya que no voy a aguantar mucho y creo que me voy a correr sin haberme penetrado. — Entonces de su boca salió un grito como de ayuda pero realmente era de petición en donde dijo, — CABRON —, estaba claro que era ya la necesidad urgente femenina que no iba a permitir más tiempo sin sentirse follada, la que hizo que se bajará de un golpe con mi polla casi erecta pero sin estarlo. Reconozco que incluso me hizo algo de daño en mi tronco, porque al no estar encajada bien, me lastimo, y a veces se suele perder erección al no entrar bien en la vagina, pero como yo ya no hacía caso a mi miembro, pues ella se lo trago gritando, — Joder, si, si, si, si, Follame cabrón, hazlo, no pares.
Yo no la estaba follando realmente, era ella la que subía y bajaba frenéticamente sobre mi polla, yo solo estaba quieto mientras gozaba de la cabalgada que Sonso se estaba metiendo. Estaba claro que se había corrido al sentirla dentro de ella, incluso creo que se corrió varias veces pero las ganas que tenia de sentirme de nuevo dentro, sobre todo con el morbo de que su marido, su esposo la estaba viendo, le hizo ser más zorra y ser la puta que estaba deseando ser, por eso, en estos casos lo mejor es dejar que la mujer haga lo que quiera con su cuerpo, y así lo estaba haciendo, hasta que llegó un momento en el que se quedó sentada, se paró, deteniendo esa galopada frenética, jadeando, con su melena cubriéndome toda mi cabeza, notando su respiración tan agitada que realmente yo no sentía a Sonso estar agotada sino que su cuerpo había explotado dentro de su vagina y necesitaba lo que todas las mujeres necesitan cuando se corren, unos segundos para sentirse vibrar.
Cuando ya se recuperó, me beso y me dio las gracias. No sé porque se dan las gracias en estos casos, si realmente lo que estás buscando es placer en tu cuerpo, creo que cuando nos masturbamos no nos decimos a nosotros mismos, gracias, sino que contemplamos nuestros cuerpos y la sensación que nos da el haber llegado al orgasmo, pero entonces le dije a los dos, a Sonso y a Sergio:
— ¿Gracias? No. Ahora vamos a ver de que es capaz esta mujer de follar. Sonso, tú me pediste un favor o que te realizará una fantasía, y Sergio, tú como protagonista sentado en el sillón, supongo que deseabas también ver como la zorra de tu esposa gozaba de un hombre, así que vamos a ello.
La fantasía de Sonso no era que la follará otro hombre delante de su esposo, sino que era que la empotrará, y eso hice. Sacando su cuerpo de encima mía y dejando con sus piernas abiertas, tumbada o recostada en el sofá, me levante viendo que mi polla estaba cubierta de una capa medio blanquecina, fruto de los orgasmos que Sonso había tenido. Sin hacer caso a que tuviera un mirón como visitante, me olvide de él por un momento. Le dije a Sonso que se pusiera en la posición de cuatro pero que se apoyara con sus brazos en los cojines o respaldo del sofá, ofreciéndome su culo, con sus piernas abiertas. Si digo que tiene un culo para ser follado ligeramente, es que tiene un culo para que lo follen a diario, pero ahora iba a ser su coño. La visión de Sergio era perfecta, ya que veía a su esposa de lado, y a mí detrás de ella. Me acomodé lo mejor posible. Deje mi capullo a la entrada de su coño, sin entrar del todo, pero sin separarme mucho, listo para una buena penetración. La agarre con mis dos manos de sus caderas. Ella empezó a jadear, ya no gemía, eran jadeos de deseos. Sabía lo que le iba a ocurrir en esos momentos. Pero no sabía cómo se la metería, si suave que es lo más lógico o fuerte. No tardó mucho en saberlo.
Metí con una fuerza brutal mi polla dentro de su coño. Grito. Vaya que si grito. Era un grito de sorpresa mezclado con el posible dolor de la penetración e incluso con un toque de placer. Empecé a follarla duramente, pero mis empujones eran empotradores directos contra su culo. Se oía claramente el chasquido de dichas penetraciones. Sonso gritaba. Incluso me hizo el gesto con su mano de que lo hiciera más lento, pero no le hice nada de caso, más bien a cada embestida mía sus tetas se movían como queriendo salirse de su cuerpo. Su cuerpo avanzaba con mis empotradas. Le di cuatro empujones como quien empuja con su cuerpo una mesa llena de objetos que casi es imposible de mover ni un milímetro del suelo. Y yo la tenía a ella agarrada para que no se escapará, que con los empujones que le daba lo normal era que se saliera de mí, pero al tenerla agarrada, era imposible escapar a mis empotramientos. Al quinto empujón grito que se corría. Me daba igual, yo iba a seguir rompiendo su coño. La fantasía de Sonso estaba en pleno proceso, mientras notaba como Sergio le decía que si le había hecho daño, y ella seguía gritando, intentaba mover su cabeza indicando una negación, pero tampoco era visible por mis empujones a su coño. Por lo que incluso Sergio se levantó para ver la cara de su esposa, cubierta por su melena, y le pregunto si le estaba haciendo daño a lo que ella le respondió que le estaba follando como siempre había deseado. Incluso agarro la polla de su marido como pudo, mientras yo seguía empujando y empotrando con fuerza su coño, para hacerle o intentar metérsela en la boca, cosa que no pudo, porque yo estaba realmente domando a una puta salvaje, no a una potra salvaje, sino una puta, una mujer bien puta que le gustaba que la follaran duramente por solo los hombres que ella sabía que se lo harían. Solo se le oía gritar con más fuerza cuando se corría, hasta que note que tenía ganas de correrme y aceleré tanto mis embestidas y empotramientos que cuando ya no aguante más, inunde el interior de su coño con mi leche mientras mi cuerpo caía encima del suyo y ella caía de golpe en el sofá. Su marido se corrió en la melena de su esposa, aunque le hubiera gustado que fuera en la boca de ella, porque realmente era lo que Sonso necesitaba en ese mismo momento, pero mis sacudidas brutales no dejaron que la boca de ella atinara a recoger los latigazos de semen de Sergio, y así acabamos el primer polvo mío con Sonso, pero no iba a ser ni el ultimo, aunque ella si necesitaba un respiro, al menos un descanso.
Cuando me separé de esta zorra, porque al cabo de unos minutos, mi polla salió casi desinflada de esa cueva caliente que era su coño, noté que sus cachetes estaban rojos. Incluso me reí un poco y señalé a Sergio que viera el resultado de empotrar frenéticamente a su esposa. Él se sorprendió al ver el culo de su esposa completamente rojo, ya que eso solo lo había visto en dos ocasiones, una vez que jugaron a azotarse el culo para ver el nivel de excitación que podrían tener a la hora de empezar a jugar a un juego divertido que tenían ellos, y la otra vez era cuando Sonso tomaba el sol en primavera, que siempre se le ponía rojo con los primeros rayos solares, pero nunca más le había visto su culo como la bandera de Japón, e incluso se preocupó no solo por ella, sino también por mí, porque sabía que había realizado un gran esfuerzo para dejarla como la deje. Pero entonces Sonso se giró y mientras su cuerpo intentaba recuperar el aliento, me pregunto todavía jadeando:
— ¿Te has quedado a gusto o por el contrario aún no me has follado empotrándome como a ti te gusta, cacho cabronazo? Porque te diré una cosa, me ha gustado tanto o más que cuando me has follado en tu camilla, pero acabas de cumplir una de mis mejores fantasías.
Yo riéndome porque no podía controlar una respuesta acorde a su pregunta, le dije entre risas:
— Mira que eres una puta calentorra que le gusta que la follen duramente, pero Sonso, ¿realmente no era esto lo que querías de mí y que tu esposo lo viera o es que creíais que un hombre maduro no era capaz de romperte el coño con empotradas que solo has tenido alguna que otra vez cuando has follado con otros hombres, pero que no te han aguantado mucho? Porque una cosa si te digo, tú que eres una de las pocas clientas y mujeres que es capaz de pedirme que le haga este favor, con el marido presente, te diré que contigo no solo te voy a empotrar aquí, en el sofá, con un espectador como es Sergio, sino que además, te voy a romper tu culo mientras tu marido te folla el coño, empotrando tu culo, que sé que lo quieres. Te voy a sacar desnuda a tu piscina o jardín y te voy a follar como me de la real gana, y sí, Sergio participará o no, eso lo decidirá él, pero yo pienso disfrutar de tus tres agujeros, de tu cuerpo y de tu vicio de puta que tienes. Además, ¿cuantos cabrones tienes en tu lista de sementales que te follen como tú deseas? Pues ya tienes uno más, pero ahora vamos a recuperar fuerzas.
En ese momento sonó el teléfono de casa. Sonso no podía responder haciendo un gesto a su marido de que con la respiración aun jadeando, no podía, por lo que Sergio descolgó el teléfono y con su respiración algo agitada contesto la llamada. Solo oí decirle a la otra persona:
— Hola hija. No, no, es que estaba moviendo unas macetas de tu madre, ya sabes cómo es para cosas del jardín, y por eso tengo la respiración agitada. Dime cariño.
Eso fue lo único que oímos los dos, Sonso y yo mientras ella como pudo se acercó a mí y metiendo su lengua en mi boca ahora si me dio las gracias como ella solo sabía hacerlo de agradecimiento.
Continuamos la velada empotrada de Sonso en la tercera entrega, que si está les ha sido algo aburrida, la siguiente contiene más sexo, rudo o no, pero sexo, que es lo que toda mujer y hombre necesita a lo largo de su vida.
Gracias por leerme, de verdad.