Cuéntame un cuento
Era otra noche de sábado más.Cloe y sus compañeros de trabajo habían terminado su jornada y salían a tomar unas copas, echar unas risas y bailar un rato para quitarse el estrés del trabajo.
Poco a poco iban marchando algunos compañeros de la discoteca.
Cloe tenía una belleza exótica, aunque ella no lo veía así, a pesar de sentirse feliz tal cuál era, a veces no conseguía evadirse de los estereotipos de la sociedad en la que vivía, rodeada de gente blanca o levemente pigmentada, como solía bromear con sus amigas.
Aún así, no era consciente de la magia que desprendía.
Entrada ya la madrugada en aquella discoteca, solo quedaban ellas dos del grupo inicial. Sonaba una canción que hablaba del amor fugaz.
En ese momento, ella se acercó a Cloe y le susurró al oído. -Y si te dijera que me apetece besarte.-
¿Cuántas noches pensó en decirle algo similar?¿Cuántas horas invirtió en sacar la valentía? Pero esa noche la sacó.
Cloe la miró a los ojos, acababan de derretirle su coraza y aunque estaba llena de dudas, la besó.
Esa noche, Cloe renació.