Quiero
Intento escribir un relato lento y tranquilo, pero no sé a quien quiero engañar, no puedo escribir nada relajado, me hierve la sangre, me has revuelto por dentro.Toda una sorpresa sentir tu atención en mi, que busques tocarme, rozar mis mejillas en aparentes besos formales rodeados de protocolo.
Pero cada vez que me tocas me recorre una descarga eléctrica. No sé en que momento empecé a sentir tu presencia a menudo cerca de mi, de forma aparentemente casual. Pero no lo es. Me buscas en un espacio lleno de gente que exige mantener las formas. Un “Yo no soy cualquiera” en mi oído para exigirme dos besos. Todo el mundo ajeno a nuestras miradas. Tú en la mesa de los que mandan, yo en las de los que obedecen.
Tu sonrisa me atrapa, me revolucionas sin explicación. Cada vez que tus manos tocan mi brazo, mi espalda mientras te alejas para que no sea algo obvio a los ojos de los demás.
Quiero verte aquí, quiero verte llegando hacía mi, sin que nadie sepa que estás en mi ciudad y provocar esa cena solos, en un entorno sin miradas. Sentarme a tu lado para poder susurrarte al oído cosas casuales, sin importancia y que mi aliento erice tu cuello. Beber vino contigo para que acompañe a nuestra electricidad.
Quiero oírte decir: Este es mi hotel! Quieres tomar la última?. Y mirarte, no contestar. Dirigirme al ascensor delante de ti. Sentir como se acaba el oxígeno en ese espacio tan pequeño en el que ya nos respiramos.
Seguirte…seguirte despacio por el pasillo hasta el número que sé que no olvidaré. Sentir como se me acelera el pulso en cada milímetro que la llave se desliza por la cerradura. Sentir como se dispara con la luz verde del acceso. Sin cruzar palabra en todo el recorrido.
Quiero entrar en esa habitación contigo, despacio. Darte tiempo a decidir si quieres liarla de semejante manera. Yo sí, aquí estoy.
Sentir como te darías la vuelta y mirarnos con fuego. Sentir como deshaces el camino andado hasta volver a sentir mi aliento. Sentir ese último segundo antes de que nuestro mundo se deshaga bajo nuestros pies.
Quiero tus manos debajo de mi pelo, en mi cuello. Y quiero sentir como me atrapas mandándolo todo a la mierda para devorarme.
Agarrar tu cuello en un beso que lo emana todo, que lo recuerda todo: cada roce, cada mirada, cada momento que hemos tenido que evitarnos deseando estar pegados.
Quiero saborear tu saliva, tu lengua, quiero sentir tu boca en mi cuello, quiere que me grabes tus dientes…
Y sigo imaginándonos mientras me vuelves a rozar haciéndome sentir que estas ahí, pendiente de mi, en un entorno prohibido y me miras al pasar como si no fueras nadie. Como si ya no fuéramos todo y nada.
Te vuelves a alejar de mi hasta el próximo viaje aparentando indiferencia, evitando miradas innecesarias. Pero te siento. Te deseo y deseo volver a sentirte cerca.