MI COÑO O MI VAGINA
Que lugares tan diferentes. Aparecen y desaparecen como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Aun no estoy segura si son ellos los que me transforman o soy yo quien invoca a cada uno. Mis ganas de follar o mi necesidad de un abrazo despues.
Mi coño tiene el hambre de un bebe que crece. No puede reprimirse ni aguantar. Llora y grita por comida, y hasta que no le doy lo que busca, no me deja ni oir lo que pienso. Me anula y toma los mandos, y sin darme cuenta ya tengo las piernas abiertas.
Empiezo a sentir el calor que busca y los gritos cesan. En poco tiempo la tengo dentro. Ni se si lleva condon, y la verdad, eso ahora no me importa. Mas tarde lamentare no comprobarlo, pero ahora todo lo que quiero es que siga dentro del hueco que tengo expresamente hecho para que ellos lo llenen.
Esta oscuro. Apenas veo. Noto otra vez el vacio y como se desliza un liquido caliente hacia fuera. Rapidamente vuelvo a notar otra vez eso que me llena de calma y mitiga mi ansiedad. Es otro, de eso no me cabe duda. Mide diferente. Parece mas pequeña, pero quiza sea porque ya estoy algo dilatada.
Se me pasa como si fueran segundos y vuelvo a tener otra entre las piernas.
Otro que no puede esperar se arrima a mi boca, y como por la accion de un boton se me abre y se me cuela. La abro tanto que cabria otra. Alguien mas se da cuenta y rellena ese espacio.
Ahora son tres, y las manos y lenguas que noto por mi torso me dice que habra mas.
No me importa. Quiero mas. Hasta dudo que puedan calmarme.
Alguno no aguanta y me salpica en el vientre. Vaya idiota. Una que no podra saciarme. Se suceden. Se intercambian y no se oye ni una palabra. Sigo sin ver nada. La cara ya esta empapada. Habran pasado horas, pero no lo se.
Nadie me trae agua, ni me limpia, ni se preocupa si acaso sigo respirando. Debo paracer inerte, pero no les importa. Y a mi tampoco. Quiero mas...pero se van disipando hasta desaparecer. Estoy sola. Con la piel cubierta y mi coño lleno.
Llega alguien. Creo que es el dueño. Me folla. Me desata y me trae una toalla.
Despues ya estoy en casa, con mi marido al lado y mis hijos saltando en la cama como cada domingo por la mañana.
Mi vagina gime. Se contrae y abraza a mi marido que se abre camino hasta el final de mi cuerpo.
Le lubrico y resbala, casi sin moverse. Nos abrazamos y encuentro sus besos recubiertos del pelo de su bigote por el camino.
Le pienso que le quiero. Y el me piensa a mi. Lo noto. Nuestro acuerdo de vida asi lo estipula sin clausulas ni contratos. Vomita su aliento sobre mi pecho y se le escapa un gemido grave, de hombre, de voz baritona y alma fragil.
Se extingue y una rotacion fugaz sobre mi cuerpo ahora me situa lista para bebermelo. Me besa. Me besa otra vez mientras trato de extraer con mis manos lo que me pertence, hasta que aparta sus labios y estalla. Me golpea en el paladar tres veces hasta que a la cuarta ya no queda nada. Me aprieta la mandibula hacia arriba y yo no ofrezco resistencia.
Espero a que me mire detenidamente y tener toda su atencion, hasta que de un solo trago lo llevo hasta mi estomago.
Me besa. Le beso y le doy lo poco que ha quedado en mi boca, que se mezcla con la saliva seca de su barba.
Mi coño o mi vagina
Mi dos almas unidas.