Azúcar
Ella se acercó de puntillas a su boca. Y recibió sus besos, como si su boca fuese un manjar en el que sólo quieres emborracharte del sabor.
Sintió las manos de él en su cuerpo, en un atropello de arrancarse la ropa.
Y se sintió desnuda, poderosa, seducida y abandonada.
Sintió su lengua jugando en su pecho, sus dedos descubriendo sus cuevas de azúcar y todo su calor dentro, explotando de deseo.
Y gimió.
#microrelato