Sushi
La pequeña tienda de sushi estaba iluminada por luces tenues, creando un ambiente íntimo y casi clandestino. El aroma del pescado fresco y el vinagre de arroz se mezclaba con una sensación de anticipación en el aire. En una esquina, dos almas estaban a punto de embarcarse en un juego seductor.Ella, con un vestido ajustado que acentuaba sus curvas, se sentó en un taburete junto a la barra. Su mirada coqueta se posó en él, quien no pudo apartar los ojos de su figura. La cercanía entre ellos era electrizante, como si cada roce accidental encendiera una chispa.
Mientras esperaban su pedido, ella tomó un trozo de sushi con los palillos y lo llevó a sus labios. Con una sonrisa traviesa, lo ofreció a él. Sus labios se encontraron en un roce fugaz que dejó un sabor a mar y deseo.
Decidido a intensificar el juego, él tomó un trozo de sushi y lo acercó a su boca, pero antes de que pudiera comerlo, lo deslizó lentamente por su labio inferior, dejando un rastro de salsa de soja. Ella contuvo la respiración, sintiendo cómo el calor la invadía.
"¿Te gusta?" preguntó él con voz grave, acercándose más. Ella asintió, su corazón latiendo con fuerza mientras sus ojos brillaban con deseo. Sin pensarlo dos veces, se inclinó hacia él y le susurró al oído: "Me encantaría probar algo más... intenso".
Con un gesto audaz, ella tomó otro trozo de sushi y lo deslizó entre sus dedos, acercándolo a su boca. Pero en lugar de comérselo, lo dejó caer intencionadamente sobre su regazo. "Oops", dijo con una sonrisa pícara mientras se inclinaba hacia adelante para recogerlo.
Él aprovechó la oportunidad y sus manos encontraron su muslo, acariciando suavemente mientras ella se agachaba. La conexión entre ellos creció; cada roce era como un electroshock que los empujaba hacia un deseo incontrolable.
Finalmente, cuando sus miradas se encontraron nuevamente, ambos supieron que ese juego no terminaría solo con sushi. Con el corazón acelerado y una chispa ardiente en sus ojos, decidieron que había más por descubrir fuera de la tienda.