Incógnita.
No sabe dónde mirar,dónde buscar la respuesta,
o quizá dónde esconderse de ella.
Y busca donde dicen los poetas,
pero no.
No encuentra respuesta en el ir y venir de las olas.
Tampoco en la silueta de la ciudad recortando la noche.
Ni al fondo de un frondoso bosque, o intentando descifrar constelaciones.
Busca en sus pensamientos,
donde tantas veces construyó escenas con cimientos de deseo, columnas de lujuria y bóvedas de placer cubriéndolos a los dos.
Curiosea entre canciones,
con la esperanza de sentir sus caricias en cada melodía,
creyendo por un momento que cada letra esconde mensajes sólo para ellos dos.
Y cada noche se torna incógnita,
búsqueda infructuosa sin respuesta, preguntándose una y otra vez: "Ahora que te he soñado entre mis brazos ¿qué se supone que voy a hacer?"