Seguro sexo

Aquello fue un regalo, una bendición. Una chica de unos treinta le pegó un arañazo a mi coche en el parking de un conocido hipermercado, justo cuando yo salía de comprar y me comentó que me lo pagaba allí mismo, en efectivo, porque no tenía seguro. El coche está asegurado, pero a nombre de mi marido, bueno, de mi ex marido ... Lo has hecho con la uña?, apenas se nota mujer, no importa. Creo que saldrá con un spray de esos mágicos. Entro de nuevo a comprarlo. Ella respiró aliviada. Igual sí, añadió, yo tengo un kit repara-arañazos en casa, si quieres puedes pasarte y lo probamos, igual funciona. Apunté su dirección y fue entonces cuando tanteé mentalmente la posibilidad de que hubiera tema. Por qué una chica guapa y con un tipazo se iba a fijar en mí, un cincuentón empático? Vale, no estoy mal mal del todo, pero... Bebí un trago de cerveza, mientras le contaba a mí amigo los detalles. Eres tonto, tío, eso es una posible insinuación en toda regla. Tú lo has dicho, solo se trata de una 'posible' insinuación.

Pleno agosto, calor máximo, nivel muerte. Su casa tenía garaje. Metí el coche y ella cerró el portón. Es para evitar habladurías. Tenía cuerpazo y un sonrisa muy bonita. Su piel era blanca, muy blanca, y eso me encanta. Imaginé como serían sus pezones. A juzgar por lo que marcaban debían de estar entre el tipo topes de persiana y timbres de castillo. Los supuse rositas,como fresones. Qué miras? Llevas un rato mirándome las peras tío. Lo siento, contesté, no follo desde hace ya ... unas horas,jajajaja... Menudo fantasma, dijo sonriendo. Anda, vayamos dentro a tomar una cerveza, no tengo muchas ganas de ponerme a reparar arañazos. Te aseguro que están tan frias que me vas a comer el coño de alegría. Vale, añadí.