Primer relato
! Qué calor hace! Era verano, en plena ola de calor.
Estábamos viendo una peli en el sofá. Como de costumbre, ella se durmió apoyada en mi hombro. La desperté con un beso en la frente y le dije que se fuera para la cama.
Yo me quedé un rato más en el sofá, hacía demasiado calor y no iba a conciliar el sueño.
Abrí la ventana del salón y comprobé que entraba una leve brisa que era de lo más agradable.
Me tumbé y sentía el aire recorriendo mi cuerpo, me quité el pantalón del pijama y enseguida pude sentir el fresco en mi polla. Que maravillosa sensación, imposible evitar acariciarme. Tenía la piel fría pero las manos calientes, me agarré la polla y empecé a masturbarme mientras me tocaba el pecho, los pezones...
Intentaba ser lo más silencioso posible, pero inevitablemente, se me escapaban gemidos, suspiros, respiraciones profundas.
Entonces oí un ruido y me giré, ahí estaba ella, observándome con la mano metida por debajo del pijama. Vio como la miraba y entró en el salón bajándose el pantalón.
Estaba desnuda de cintura para abajo, se sentó delante mía y comenzó a masturbarse mientras miraba mi polla empalmada.
Retomé mis movimientos, me la agarré y me masturbé delante de ella, imitando su ritmo, dejándonos llevar por nuestro autoplacer pero sintiendo el del otro.
Nos acercábamos más y más según aumentaba la excitación hasta entrelazar nuestras piernas.
Ya no aguantamos más. Nos corrimos sin apartar nuestras miradas.
Allí nos quedamos, desnudos, dormidos.