Tocándonos
Quedé con Luisa y Santi en un bar. Estuvimos riendo un rato, tomando unas copas. Previamente nos habíamos marcado las reglas y límites: los tres podíamos tocarnos y sobarnos como quisiéramos, así que en la mesa ya empezaron los primeros toqueteos. En un rinconcito discreto, mientras Santi sobaba mi polla por encima del pantalón, Luisa acariciaba mi pecho por debajo de la camisa y, tras humedecerse los dedos, frotaba mis tetillas y tiraba un poquito del vello. No sé cuál de los tres estaba más caliente, porque Santi y yo estábamos tiesos y Luisa bastante mojada. En el ascensor nos frotamos los tres haciendo piña 🍍 y ya en su piso ella se sentó en medio de nosotros en el sofá y nos pajeó un buen rato, antes de que entre nosotros nos cogiéramos los rabos el uno al otro. Santi pajeaba muy bien, pero Luisa no se quedaba atrás. Fuimos a la ducha para corrernos los tres a la vez. Luisa sentada en el bidé con una mano se abría bien el coño mientras con la otra le daba leña al clítoris. Tuvimos un orgasmo simultáneo los tres, fue espectacular.