Escapada punto y final
El agua estaba fresquita pero soportable, debido al calor que hacía, aunque el contraste te hacia pensar si meterte, al poco se estaba muy agustito. Susana se apollo en mi espalda para bajar sin resbalarse, la piedra parecía casi un tobogán de lo que resbalaba, casi se cuelga de mi espalda aunque sentí sus pezones duros rozando mis omóplatos, que delicia de momento, un entorno idílico, el sol empezaba a desaparecer dejando unos tonos rojizos, la compañía inmejorable.
Ya los tres dentro nos mirábamos
con una sonrisa tonta que denotaba lo agusto y a la vez perdidos en como actuar, Laura comentó que empezaba a tener frío, yo me acerqué y la abrace traspasando mi calor corporal, en su cara note placer, Susana me abrazó por detrás y noté como su mano derecha agarro mi pene, yo mientras besaba a laura con suavidad y con la mano izquierda agarraba fuerte el culo de Susana, laura me cogió del pelo con la mano derecha y note que tambien se agarraba a mi pene, lo acariciaban turnado se una tocaba los huevos mientras la otra la punta del glande, me entro un escalofrío no se si por el placer o por que el sol dejaba de calentar y aunque hacia calor empezaba a refrescar. Les comenté que estaba en la gloria pero que sería mejor salir para no enfriarnos.
Ya secos y en la zona que teníamos pensado dormir extendimos esterillas sacos etc, me acerqué a por el altavoz portátil y puse una música de jazz suave las típicas que te ponen en los restaurantes bien, que te amenizan y no molesta, me miraron con una sonrisa que agradeci acercando la vota de vino, Laura comentó que menudo plan y Susana que solo faltarían unas velas, a lo que yo me hice el gracioso sacando de detras de sus orejas dos velas pequeñas, como si fuese un mago, las carcajadas fueron sonoras, se notaba una complicidad como si nos conociésemos de años. Yo les dije que me encantaría pasar toda la noche sin dormir disfrutando de ellas y ellas de mi,
Pero que ahora era mejor que preparase la cena.
Saque el hornillo y los utensilios para sorprender las del todo, por como cocino y lo que cocino aún estando en la montaña.
Eso sí me fui a mi despensa especial y vine con unas cervezas bien frías.
Llevábamos dos horas degustando, charlando y bebiendo, yo me tumbe con mi cabeza apoyada sobre los muslos de Laura, Susana se tumbo con la cabeza en mi estómago, a lo que Laura comentó que ella también queria tumbarse para contemplar ese cielo tan estrellado.
Nos reubicamos de tal forma que yo quedé en medio, en el preciso instante que noté una mano que bajaba por mi pecho, otra mano por el muslo otra en la cabeza y unos labios humedos recorrían mi cuello, me quede inmóvil al sentir tanto placer, de repente otros labios acariciaban mi pezón derecho, la mano del muslo subió al pene y los labios de cuello hicieron lo propio, estaba excitadísimo y sin saber donde poner las manos, opte por ponerlas en sus espaldas, sentía sus pezones duros por mí cuerpo y yo no tenía movilidad para dar placer también, decidí moverme a pesar de perder tanto placer, cogí a Susana y la hice sentarse en mi cara, mientras laura continuo comiendo me el pene, al poco acompaño Susana, todo era excitación mi pene iba a estallar de placer, laura se percató y se sentó encima, la sentí humeda y caliente, mientras ellas no las veia que hacían pero intuía que se besaban y acariciaban,
Yo notaba como mi boca se llenaba de una humedad especial mis manos agarraban con fuerza las caderas, mis huevos notaban las envestidas y el pene parecía partirse dentro de Laura que lo apretaba con sus paredes internas, yo sabía que si seguía así no iba a tardar en correrme he hice un pequeño gesto para cambiar de movimiento, ellas me apresaron he inmovilizaron a la vez que decían correrte no quieras aguantar que nos queda mucha noche para seguir a este ritmo, eso hice me corrí y seguimos, noté como una mano tocaba el clítoris de Laura mi pene seguía dentro con la erección, Laura gemía, a mí me faltaba el aire y Susana no dejaba de humedecer mi boca.
De repente como si hubiese sonado un despertador los tres nos detuvimos he incorporamos, nos mirábamos con sendas sonrisas, yo busqué la bota de vino para saciar mi sed, pero la extendí y ofrecí para que bebiesen primero.
Mis pensamientos en ese momento fueron si esto era un sueño, pero al recibir de nuevo la bota para beber comprendí que tan solo había sido un dia maravilloso con unas personas maravillosas de las que en ocasiones se cruzan en nuestra vida. MARAVILLOSA VIDA..... FIN