Cercanía

Sabía donde estaría toda la tarde y decidió arriesgarse, mirar sin ser visto, observar desde la distancia a esa mujer con la que llevaba un tiempo soñando.
Convenció a un par de amigos sin ser totalmente sincero sobre sus intenciones, pero sus colegas se apuntaban a cualquier plan divertido y aunque la música de ese tipo no era su preferida, conocían lo suficiente como para entender que era una buena oportunidad de ver música en directo y sin hacer más preguntas, aceptaron el plan.
Estuvo nervioso toda la mañana, solo de pensar que ella estaría en su misma ciudad le ponía los pelos de punta.
Se imaginaba como iría vestida, y sabía que sus piernas, que le traían por la calle de la amargura, estarían totalmente expuestas.
Y llegó el momento de buscarla entre un millón de personas, entendía que era complicado y no quería que sus amigos notasen algo raro en él, pero no podía evitar buscarla entre la multitud, y de pronto sintió que estaba cerca, no podía explicar cómo ni porque, simplemente lo sabía.
Busco a su alrededor y lo primero que vio fueron sus espectaculares piernas, las reconoció al instante, enfundadas en unas sandalias que dejaban ver sus cuidados pies, sus uñas pintadas , esos gemelos y esos muslos que tantos sueños habían protagonizado.
Un pequeño short cubría su trasero que se movía de una forma sensual al ritmo de la música, aún sin ser esta sensual, ella lograba darle ese toque.
Un top de tirantes de color rojo cubría su espalda y su pelo suelto y ondulado rozaba sus hombros al ritmo de la música.
Llegó hasta él su perfume y supo que no olvidaría ese aroma, deseo con todas sus fuerzas poder saborear ese perfume y disfrutar de esa mujer que sin ser consciente de ser observada y muy deseada, disfrutaba de la música.
No sé atrevió a hablar con ella, pero se permitió el lujo de hacerla una foto de espaldas.
Él, disfruto de la música, del ambiente, de sus movimientos, de observarla como un voyeur, de imaginar lo que los labios rojos de ella podrían hacer en su cuerpo y disfruto de esa excitación que esos pensamientos le producían.
Días después cuando sus caminos de nuevo estaban alejados, él le mandó la foto robada y solo puso "te vi" y ella solo le respondió "lo sé, te sentí y baile solo para ti"