LUBRICIDADES /XXIII
LUBRICIDADESXXIII
Tienes la piel perfumada
de sexo en la madrugada.
Estás tomando una copa
pero mi cuerpo lo nota:
tú has venido preparada.
Con las ideas muy claras
brindas conmigo y preparas
tu siguiente movimiento:
tu lengua roba mi aliento
y ojalá más me robaras.
El primer beso te sirve
para dejar bien visible
cuál es tu mano en el juego:
nada dejas para luego,
todo desde ya es posible.
Y me llevas a tu casa
y, allí, pasa lo que pasa:
tu ropa y la mía al suelo.
Con tu boca das consuelo
a la erección que me abrasa.
Mientras, busco entre tus muslos
donde habitar los segundos
que me queden de existencia…
Como no tienes paciencia
no acabo de rendir culto
al templo de tus placeres
como sin duda mereces:
me separaras y me miras
y sin más, tú te me tiras
y yo gozo tus mercedes.
Porque en mi polla te ensartas
y de cabalgar te hartas
y a mí me tienes a punto
de terminar el asunto
porque si no es que me infartas.
Y te quejas de mi aguante
y quieres correrte antes
de que me estalle la polla,
pero es que muy bien me follas
y no soy tan buen amante.
Mi polla acaba escupiendo
y mientras me estoy corriendo
tu venganza vas tramando:
mi semen está manando
y tú ya te estás moviendo.
Te sientas sobre mi cara
y en tu coño se declara
una riada gozosa.
Mi boca, que es muy golosa,
degusta tu suave néctar.
La noche acaba perfecta.
(Corriéndote estás preciosa).