LUBRICIDADES /VII

LUBRICIDADES

VII

Llego a casa. Estoy caliente:
treinta grados en la calle,
y tú parada en la esquina
esperando ricamente
a que el semáforo cambie.

Tu melena larga y negra
no es más clara que tu piel.
Tu escote luce perlado
por el calor que hace hoy:
es tu escote lo que ha hecho
que esté ahora como estoy.

A través de la abertura
de tu blusa amarilla
te adivinaba el busto
libre, suelto, sin sostén.
Aunque es cálido el ambiente,
se te marcan los pezones…
y mi mente los dibuja
y los veo endurecidos,
bravos, erguidos, altivos,
desbordantes de deseo…

¡Aun sin mirarte los veo!
Porque ahora ya estoy en casa:
tú seguiste tu camino,
no sé dónde estás ahora
ni cuál será tu destino,
no conozco ni tu historia,
ni tu nombre… de ti nada,
únicamente el cuerpo
que ha atrapado mi mirada
y se aparece de nuevo
aunque ahora ya estoy en casa.

De comer, ahora, ni hablamos…
No como vengo, encendido,
con la mente atrapada
y el cipote embrutecido
pidiéndome guerra a gritos.
¡Qué pena que tu destino
no estuviera hoy en mi cama!

Te habría visto la piel
que imagino, y la ocultada
por el vaquero ceñido
que tu cintura abrazaba.

Así abrazaría yo con mis brazos tus caderas.
Así tendría mi boca a la altura de tu coño,
bebiendo goce en tragos largos,
degustándote: es lo propio.

Tú, con tus manos, rodeas
mi cabeza y te la arrimas:
quieres más, quieres más lengua
para abajo y para arriba,
lamiéndote el coño entero,
mezclando flujo y saliva,
mojando suave y certero
el clítoris que se hincha.

Cuando ya no puedas más,
o más sea lo que quieras,
me separarás la boca
de tu caliente entrepierna
para tumbarme en la cama
y clavar en ti mi verga.

(Imagino que me montas,
que tus pezones me ofreces
sin parar de manejarme
la polla con las caderas…
Y te lamo los pezones,
y los beso y, con tus piernas,
subes y bajas en mí
empapándome de gozo).

Por eso estoy tan caliente:
porque no puedo sacar
tu recuerdo tan ardiente.

Pero no es tu recuerdo:
todo este ardor es mi mente.

¡Si ni tu nombre conozco!

(Aun así, llego caliente
pensando en ti y, en mi casa,
me hago un pajote glorioso
hasta que el semen me arrasa…)