ENTRE MUJERES- 33 y último. Ámbar

ENTRE MUJERES- 33 y último. Ámbar
Se lo había dicho a Fina. La pregunta como aguijón para la aventura, el sexo.
“Es una sociedad de sexo epidérmico. El calor, la poca ropa, la mezcla de español y africano...pero a mí me gusta mirar, contemplar a las mujeres. Yo voy a Cuba por amigos y creencias”
No mentía Pedro. Iba para eso. Pero contemplar para un recién en los treinta no podía ser singular. Abría puertas. Estaba la mujer admirada, deseada. La respuesta era libre. Y eso le pasó con Ámbar. Vecina de los amigos de Pedro, Ámbar era una enfermera recién divorciada. Sus 28 caribeños rimaban con promiscuidad. Gutiérrez, el escritor, lo había soltado: el mestizaje, el calor, el andar siempre con poca ropa, eran una invitación al sexo en el país surrealista.
Aquella enfermera era lista. Militante del partido, con raíces militares, Ambar quería pescar. Fue enredando a Pedro. Lo enculaba en la guagua, de pie. Le rozaba el pene al caminar. El “ ven acá “, sentada frente a él, mientras movía las piernas, enseñaba minifalda, auguraba su bollo. El español deseando comer papaya. La cubana, despertando deseo. Amante de las palabras, el filólogo se sumergía en cubanismos. No quería amelcocharse. Aspiraba al bocabajo. Echar un palo con la vecina caribeña. Seguro estaba de su cuero. Su pinga siempre se paraba. Se trataba de pegarle un buen rabazo a la enfermera, Tumbadero tenía. Aquella habitación alquilada contempló, tras días de calor, el morreo furioso, de lengua desatada, de la cubana. Respondió el profesor. Bajo el pantalón ligero, también las bragas comunes. Se encontró con un bosque tupido sobre la chocha. Y poco dado a la pena, el profesor sacó su cabilla de 19 para dar un cuerazo a aquella crica caribeña, juguetona, provocadora, caliente. Como fin el lechazo en los morros de la enfermera.

Faltaban los caracoles. Ambar había cedido. Su juego se había agotado. Quería saber. Y lo llevó a la cuartería, a cosas de negros. Santería.
Comió. “ Te embarcaste “, le espetó Vilma, la señora amiga, mujer del 26 de julio. Conocía Vilma de la santería. Creció en Luyanó.
–¿ Y qué te dijeron ? –preguntó la cubana.
Y Pedro soltó que el babalao lo ligaba en ancestros a la isla caribeña, que mudaría de habitáculo, que tendría más hembras de las imaginadas, pero que, como aparente colofón, daría con una de un color “ como de nosotros “. Y el negro paseaba el índice por su piel. No sería prieta, pero sí morena, como gitana. Le daría un par de hijos. Además, remató el santero, Pedro ya la conocía.
“ Y entonces hice la pregunta ”, explicó Pedro:
–¿ Será la mujer definitiva ?
–No. Habrá muchas más. Pero ésta, la más importante, la de los hijos –anunció el santero

Entre mujeres desde que la esposa lo abandonó. Leyó Pedro en su frente la lista. No descartó apenas: Fina, Aixa, Saly, Sonia, Blanca, Verónica, Amalia, Cloti, Meraki, Petra, Grushenka, Enriqueta, Montse y, ¿ por qué no ?, Denise.
Pedro, entre mujeres.


*********ecret Mujer
550 Publicación
Me encanta leerte ☺️
Siempre espectacular 😻😻😻😻😻
******r63 Hombre
2.694 Publicación
Magnífico colofón a la saga con tanto vocablo local para homenajear a nuestro querido profesor. Se ve que ud viajó o al menos leyó y estudió 😉
Y esa sentencia santera final es definitiva.
Querido @*******Desi pusiste la guinda a Entre mujeres con el gran Silvio cantando a Pedro, nuestro mujeriego profesor. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Muchas gracias, @******r63
*********zaria Hombre
908 Publicación
Pues si hasta aquí hemos llegado y coronando
la función con Silvio no tengo más que agradecer
el esfuerzo, el tesón y la garra que nos han ido
infartando semana tras semana. Las retrataste
a todas ellas, féminas ostentosas que hicieron
nuestras delicias y espolearon al profesor a
laborar en sus quites con esa gallardía copada
de talento que le providencia te otorgó.
Aprendí y me llevé algunos términos y manejos
del lenguaje para casa, gracias por dejarnos
gozar de tu talento. 👏👏👏👏
Muchas gracias, Simon. Ahora se trata de buscar nuevos temas, nuevas musas, para poder escribir y no quedarse varado. Durante la mayor parte de mi vida me bastó la lectura, pero ahora siento la necesidad de escribir. Es un nuevo aliciente, y poderoso, para vivir.
Te leo @*********zaria
*********zaria Hombre
908 Publicación
Me alegro mucho que te pique esa
inquietud comunicativa en alta definición.
👏👏👏👏
****ld Hombre
388 Publicación
Ha sido un maravilloso viaje.

Muchas estaciones para alguien de poca memoria como yo, pero unos paisajes que han entretenido, distraído, iluminado... Sonetos, canciones, literatura, reflexiones que, incluso al margen de los calentones con las calentonas, generan un buen puñado de momentos únicos. Si juntamos las alegrías inguinales, la cosa ya alcanza la gloria.

Gracias por estas confesiones, y salude afectuosamente a don Pedro de mi parte. Es usted un grande y, si no lo sabía, ya lo sabe.
Muchas gracias, @****ld. Hay mucho de inventado en la historia de Pedro, aunque siempre hay un poso de realidad. En la vida de una persona que ya está avanzados los cincuenta hay etapas. Y si te da por escribir, aunque sea como aficionado ( no pretendo otra cosa ), cada etapa puede corresponder a un heterónimo. Curiosamente esta comunidad, Joyclub, me ha permitido convertirme en un Don Quijote que fantasea Dulcineas. También en un Pessoa que se oculta tras heterónimos ( salvando las distancias ). Así Pedro, Manuel y Jordi, el que viene a partir del viernes, son otros "yo", pero no son "yo". Son recreaciones de mis etapas de vida. En realidad esto que explico se puede aplicar a cualquier persona. No sé quien decía que cualquier existencia es literaria. Sólo hay que ponerle letras.
Y como yo no he tenido una vida fácil ( en realidad ninguna lo es ) tengo vivencias que se pueden convertir en palabras. Es aquello que decía Cervantes: " Lo que se sabe sentir, se sabe decir "
Inscríbete y participa
¿Quieres participar en el debate?
Hazte miembro de forma gratuita para poder debatir con otras personas sobre temas morbosos o para formular tus propias preguntas.