¿Celos?, el placer de la adrenalina
4 meses de relación con la chica más hermosa con la que he estado, enamorado de sus ojos claros, dorados como eltesoro que esconde su mirada, preciosa piel morena que me atrapa en cada abrazo como las seductoras dunas del
desierto mientras sus brisas ondean sus curvas, su actitud como la de ninguna otra, independiente como ella sola,
determinante y siempre sonriente, fueron apena un entremés de las características que me enamoraron de quien ahora es
mi actual, futura y única pareja con la que pretendo pasar el resto de mi “hasta ahora” venidera vida.
Una chica muy curiosa que en la cama aceptaba todo tipo de propuesta que se me venía a la mente, claro está, dentro
de lo sano y elocuentemente razonable; luego de varias experiencias decide preguntarme sobre mi vida, más allá de
preguntarme, que le contara sobre mis “experiencias sexuales”, ya me conocía, estudiábamos juntos en la misma
universidad desde hace ya 2 años antes de ser la pareja que conformamos actualmente. ya conocía mis andanzas, como lo que los latinos catalogamos de “mujeriego”.
En un mes le fui contando poco a poco las diferentes experiencias, agrados y desagrados de mi vida sexual, al 5to
mes de relación le comenté que logré un trío con un compañero del liceo y una amiga que era de nuestro círculo
de amistad, en donde todo terminó con el tiempo luego de la incomoda situación que se arrastró al deseo carnal motivado
por tragos etílicos, apenas le terminé de contar de mi experiencia, observé como sus pupilas se dilataron y un deseo muy evidente se le presentó en los labios y la ansiedad física de devorarme, tuvimos una noche muy caliente donde acabó con muchas ganas.
A los días siguientes, me empezó a comentar sobre los tipos de chicos que le gustaba, con quienes había salido, que
características presentaban y sobre una anécdota que le quedó en el pensamiento como una de sus "fantasías
prohibidas”, fue en sus 15 años, cuando 4 corpulentos la llevaban cargada por sus brazos y piernas en lo que era una
fiesta temática árabe, me comentó que su vulva no paraba de mojarse al verse sostenida en tan firmes y macizos brazos
y hombros, de el aroma que de sus firmes cuerpos percibía y no paraba de pensar en tener sus firmes vergas al rededor de
ella, complaciéndola en todas sus necesidades.
Terminando su comentario experimenté lo que normalmente entendemos como “celos” ¿qué son
realmente los "celos”? algo que va más allá de la típica sátira latina de el miedo a que te monten cachos. A mi punto
de vista: los celos son una adrenalina que no sabemos controlar, que da por el miedo a perder o ser superado por alguien que pueda dañar o quebrantar la relación que tanto te costó en conjunto con tu pareja lograr establecer, en fin, es realmente una sensación que algunos pueden determinar
como desagradable... ¿desagradable? permítanme contarles cómo la curiosidad me mató y simplemente di riendas sueltas a lo que era experimentar los celos en carne propia.
Soy amante de las pornos, de ver, muy sensible a las imágenes y me la doy de psicólogo científico “muy mala
combinación”decidí experimentar que eran los “celos", ¿por qué su presencia era tan fuerte?, ¿cómo podría influir en
mi?, ¿qué tanto podría tolerarlo? y ¿hasta dónde llegaría el nivel de confianza entre la mujer que más amaba y yo?, a fin de cuentas mi novia no había experimentado más allá de una relación estándar con breves encuentros sexuales que no
pasaban de más de 3 hombres en su vida. De allí nace mi análisis de que: si no lo experimentaba hoy, podría
experimentarlo en cualquier momento de nuestras vidas, uno no sabe como será la relación en el futuro a cuesta de
trabajos y falta de tiempo y ¿qué mejor manera de experimentarlo que hacerlo juntos? tomando en cuenta de
que ya yo lo había hecho y la final no quitaba nada a la relación, sus labios ya habían pasado por muchos otros y
también otras vergas, era lo mismo.
Un día estando juntos decidí ofrecerle un trío con otra persona, a lo que ella quedó sorprendida pensando que estaba probándola, al final le comenté que tendría que experimentarlo ya que es justo que ambos exploremos nuestras necesidades y deseos en la vida pues, al fin y al cabo pretendía casarme con ella y hacer una loquera de novios no quitaba nada. Una vez accedió le comenté que primeramente debía salir con algún chico que le gustara por fuera de nuestro circulo social a quien pudiese tirarse con la única condición de que se grabara con su teléfono y de esta
manera yo poder analizar qué tanto podría esto afectarme sin derecho a reclamos ni pataleos y ver si era posible o no,
proceder a efectuar el trío.
Ella decidió optar por un chico con el que estudiaba en la escuela y que no tenía mucho contacto, luego de varias
semanas de planificación, se logró concretar la salida, el chico sumamente entusiasmado y mi novia súper nerviosa, el único problema que había es que mi chica estaba en sus días
así que decidió solo hacerle oral. A la final mi incomoda experiencia de dejarla en un sitio donde el la pudiera recoger “este sin saber que yo estaba consciente de los actos” me dejó un poco extrañado de mi mismo, sentía el peso social encima al hacer tal locura, y entre risas y ansiedades
finalmente terminé por recogerla horas después en el mismo sitio.
A penas la recogí le pedí el vídeo con miedo y emoción, el cual a ella le costaba mucho mostrarme, luego de varios minutos me lo mostró, al reproducirlo y empecé a observar a la chica que más amaba en este mundo bajándole el cierre a
un extraño y empezando poco a poco a detallar lo que salía entre sus ojos, su reacción al observar su verga y su pena y
deseo combinados en una reacción que le dio por juntar sus jugosos labios e ir asomándolos poco a poco al firme trozo
que estaba frente a sus ojos, apenas empezó a rozar sus labios con la verga del desconocido empecé a experimentar
lo que eran los “celos". Pero no con esa “desagradable” sensación, al entender
que esto fue producto de nuestra complicidad, al resultar ser el chico el juego entre ambos, logré canalizar esa sensación de "celos" de una manera extremadamente rica, "logré entender ese frío que pasaba por mi cuerpo, cómo juntarlo y enfocarlo en mi verga”, mi erección fue descomunal, mi pene quería salir del pantalón mientras veía como la niña con la que me quería casar mojaba el machete del extraño y miraba hacia la cámara con deseo y excitación, ver a mi chica en uno de mis pasatiempos más grandes que es la porno fue espectacular, hasta que me mordí los labios al
escuchar al desconocido decir “voy a acabar” y empezó a masturbarse y botar su leche en la cara de mi novia, quien
empezó a jugar con el semen para luego escupirlo al piso y mostrar una sonrisa a la cámara. Simplemente exploté, acabé un poco en mi pantalón sin ser tocado ni nada, la sensación de complicidad, prohibición y adulterio juntos fueron tanta que no podía controlar el nivel de
perversión por el que estaba atravesando, realmente los “celos” son una sensación que al saber como jugar con ella
y controlarla, logran llevarte hasta el clímax más grandioso e interesante por el que (por lo menos este redactor) logró
atravesar, de esta manera simplemente reaccioné dándole un beso largo y húmedo a mi novia lo suficientemente morboso
como para ella haber entendido que era hora de ir a la cama.
Hora de jugar a ser inmortales.