COMUNICANDO
Una tarde encontré un mensaje en mi buzón agradeciéndome el haberle mostrado, a un tipo, la autoría de una música que sonaba una y otra vez en su restaurante como hilo musical. Le encantaba el ritmo y creía que podía influir en los clientes. En cuanto a comandas y velocidad de consumo, lo que le ayudaba a llenar una y otra vez el local. Un buen empresario si señor. Nos saludamos y lo típico, empezamos a hablar de nuestras vidas reales y de las virtuales. Un muchacho que era todo atención hasta que le pregunté ingenuamente que dónde se localizaba su negocio. No me iba a presentar en el sitio lo tenía claro, pero él comentó algo de que luego seguro quería que me invitara a comer “de” gratis. Pensé que quería quedar, tomar algo, ser personas de las que hablan sin temor de sus cosas a pesar de la situación de cada cual, en conclusión como adultos. De sexting ni hablamos porque el tipo desapareció.
Os paso enlace por si lo necesitáis para aumentar vuestra fuente de ingresos como aquel joven o simplemente para deleitaros con el jazz y una de sus piezas más reconocidas a nivel mundial de todos los tiempos.
A mí concretamente me suscita vida y ritmo, sumergirme en una tarde psicodélica que evoca una conversación, entre adultos. Bien, no lo conseguí.
Sigamos comunicando comunicando comunicando…
Encontré un tipo interesante, popular en el espacio presente y entablamos conversaciones de diversos temas y sexo. De el espacio en sí y su dinámica y de sexo. De fantasías e historias ocurridas en la noche, locales y más espacios ambiguos y de sexo. No sé si dije sexo. Sexting hubo, interesante, caliente, mojado y dinámico. O tal vez lo soñé. Y me contó una historia interesante de las que apetece llevar al papel. Si pudiera ser desde un punto de vista gráfico en plan Anime mucho mejor, pero no es lo mío. Pedí permiso al muchacho y lo llevé al espacio como uno de mis relatos. Me pareció una bonita creación a la vez que díscola, algo taciturna con la que identificaba al tipo en cuestión. Se marcó un antes y un después. Un silencio que no supe mantener hasta que decidí preguntar si le gustó. Más silencio, que llegó a la indiferencia y me vino a decir que me había dado like y ya está, sin más importancia. Comprendí algo más en este momento. Dos no hablan si uno no quiere. Y callé, poco a poco me distancié. Ofrecía amistad y me encontré un zasca. De nuevo aprendiendo.
Aquí os pongo el link del cuento:
Relatos Eróticos: Senryu del Sunset 80s ( Por Alhucema)
No quería un premio literario solo un gracias y algo de reconocimiento. Pero una vez más la cosa estaba comunicando comunicando comunicando
Conocí a otra persona, atractivo de bonitos ojos y de esa fisonomía de cuerpo perfecto con esas líneas marcadas en su abdomen y caderas como figura griega. Pensé que no era para mí pero lo disfruté. Todo el tiempo que hablamos y nos reímos y soñamos cosas que no vendrían nunca. Lo que ya no recuerdo es si hubo sexting, cabeza la mía. Teníamos una canción, mi canción que después alguien la hizo realidad, pero eso fue después, cuando me demostraron que existe la comunicación.
De todas formas aquí pongo la música, la versión que me dedicaron me la guardo:
Pero continúo con el muchacho de ojos bonitos y vida difícil. En este caso hubo una película que nos unía que habla de poesía y que mezcla poemas con las artes escénicas de Mario Benedetti, Juan Gelman y Olivero Girondo. Eliseo Subiola hizo magia dirigiendo a Dario Grandinetti. Y digo que hizo magia porque ahora más bien me aparto de aquel tratamiento algo deplorable de la mujer.
Aquí pongo un vídeo de la película, sin duda la que fue una de mis escenas preferidas:
Pero después desapareció. Ya había aprendido lo que era el ghosting previamente con alguien que estimo en la actualidad, porque no hay un nunca para los reencuentros si es solicitado por ambos. Nunca te vas a la cama sin aprender algo nuevo. Así que con este muchacho no aprendí nada, solo a no aprehender.
Y de nuevo comunicando comunicando comunicando.
Demasiados traspiés para mi tiempo en el metaverso, pero sin duda inspiradores. No todo fue doloroso. Encontré un espacio maravilloso, brindado por un amigo que se fue de este espacio, y que delegó en mi el mimo suficiente para llevar las riendas. Tuvimos en los comienzos malos entendidos con algunas personas que finalmente no fueron más que eso, pero que me llevaron a blindar mi necesidad de comunicación. Así evité ardores, no pasionales, más bien de ácido clorhídrico.
Empecé a tener un intercambio precioso con un alemán, cuya traducción encontré complaciente en san google. Todo lo que me decía me venía bien, tal vez san google es un romántico y no era tan bonito lo que aquel germano me comunicaba. Pero fue hermoso y me sentí empoderada para soñar húmedamente y perderme entre mis calenturas. Sentí la suavidad de mi piel y me reconfortó la comunicación entre mi cuerpo y yo. Me descubrí.
Tuve la necesidad de comunicar y comunicar, comunicando. En mis grupos, de alguna forma heredados casualmente, fui encontrando personitas interesantes, educadas, de las que comunican. Con modales, asertives, romanceres, literates y no, no creo que todos hagan pilates. Pero es mi paraíso en este espacio que nos ocupa. Que a veces se adornan sinsombreroy otras nos llevan a un banco a meditar con el calor humano.
Este espacio ha resultado un trampolín para la comunicación con grandes amigas que saltaron a otros metaversos y que hoy en día son mi crush y lo saben.
En esos grupos he aprendido mucho de toda la gente que va a compartir y leer, mostrar un cariño, ya con o sin humedades, que no tiene igual en este centro de comunicación. Con abrazos llenos de sabiduría y sonrisas, alcahueteo que no está nunca de más, y preocupación por el otro.
Aquí os dejo el enlace de los dos grupos, uno de la mujer, pero con todos los géneros, y otro un pequeño rincón de grandes escritos que emprendió una chica especial, de la que no sé mucho o nada. Espero que estés bien, querida.
La Mujer y su Sexualidad
¿Algo más que decir?
Poeta urbano, al fin lo hice, espero tu like, que esto no va de jurados ni de literatura, sino de amistad.