Team Building 2

Penélope se despierta con el infernal sonido de la alarma del despertador. Lo apaga con los ojos cerrados y de repente los abre con una jaqueca intermitente y mirando que está en su habitación, con su pijama y sin recordar como ha llegado hasta allí. Prefiere no ahondar y se va directa a la ducha.

Manu está desayunando disfrutando del buffet cuando se fija en su amigo Raúl que mira hacia la puerta esperando, probablemente a la chica borracha del.día anterior. Pobre, es un pringado, pero es su compañero y mejor amigo, así que de momento no se lo dirá.

A Raúl se le iluminan los ojos cuando Penélope entra al comedor. Pasa por su lado con un café sin verlo siquiera.
• Buenos días Penélope de Barcelona- le dice sonriendo- ¿Quieres sentarte aquí? Hay sitio de sobra.

Penélope lleva en la boca un croissant y no puede hablar. Esa voz, ese chico le suena de algo. Decide sentarse a su lado.
"Socializa Penélope, por tus padres al menos" se dice recordándolos.
Se sienta tragando lo que le queda de croissant y afirmando con la cabeza.
• Buenos días- dice ella.
• Buenos días- le responden los demás.
• ¿Qué tal la noche?- Le pregunta uno de los chicos, Manu, el amigo de Raúl al que este mira disimuladamente con ojos de querer matarlo y le da una patada por debajo de la mesa.
• ¡Ay!- grita otra de las comensales. Raúl se ha equivocado de pierna y Manu ríe por lo bajini imaginando lo que ha pasado.
• Perdón- dice Raúl- se me ha dormido la pierna y la estaba estirando.
Penélope lo mira confusa y se olvida de la pregunta de Manu.

Se dirigen a la sala de reuniones y mientras les dan otra chapa sobre las maravillas que tiene la empresa para sus empleados, les anuncian que hoy va a ser un día de juegos en equipo y que los equipos serán los formados en las mesas de anoche.
Penélope no recuerda quienes eran... espera que le digan algo. Va mirando como todos los grupos se juntan entre risas, choques de manos y sonrisitas.
Entonces se fija en que gente de uno de los grupos la está mirando, y ahí están, sus compañeros y compañeras del desayuno ¡Por eso la conocían!
Se acerca a ellos y una de las chicas se coloca a su lado.
• Me llamó Rocío y soy de la sucursal de Cuenca. De recursos humanos.
• Yo soy Penélope de Barcelona y estoy en la sección de ventas.
• Haremos un gran equipo- le dice Rocío- esperemos que estos 3 tíos no nos dejen muy mal. Aunque la que ayer parecía estar mal eras tú, eh pillina- le dice sonriendo y guisando un ojo.
Esta chica le cae bien, sonríe con sinceridad y desprende buen rollo incluso para ella. Así que le dice también en voz baja para que nadie la oiga.
• No recuerdo nada, ni siquiera os recordaba a vosotros- y las 2 se echan a reír mientras los 3 hombres del grupo las miran sin entender.

Las pruebas son a cuál más chorra. Pero queda clara la competitividad de Rocío y sus buenas tácticas en equipo. La buena forma de Raúl, las tonterías que explica Manu y hacen reír al resto del equipo. Excepto a Benito de la sucursal de Linares del departamento de gastos. Ese para ser andaluz no tiene ni chispa de gracia, aunque lo intenta cada vez que Rocío o Penélope le hablan.

Tiran aros a un palo y Penélope lo hace genial. Mientras que Rocío hace un recorrido de la parte de ginkana de 10, aunque la parte de Benito es un desastre, por suerte Raúl remonta su parte entre ánimos de sus compañeras de equipo y Manu borda su trozo. Seguro que han ganado.

La comida es un picoteo en el jardín. Los 5 se sientan bajo un árbol y hablan de las pruebas mientras ríen. Raúl mira a Penélope y la ve sonreír y reír a carcajadas entre Rocío y Manuel y los tiros que empiezan a pegarse. De repente lo mira y la ve observándola.
Penélope se pregunta si será él el tipo que recuerda vagamente de anoche, cada vez que le viene un flash de ella bebiendo, bailando o vomitando...

Tienen la tarde libre y se juntan con gente de sus propias oficinas para salir a tomar algo. Penélope sigue con ellos y sus compañeros, los de ella apenas le dirigen la palabra.
Deciden ir a una coctelería que le han recomendado a uno de los compañeros de Rocío después de descartar otros planes.
Allí se encuentran con más gente de la empresa, incluso algunos jefes.
Después de que todos se pidan sus cócteles, Susi, amiga de Rocío grita
• ¡Un karaoke chicos!- necesito un chico y señala a Raúl que ni siquiera la está mirando hasta que Manu le da un codazo sin mucho disimulo.
-¿Yo? Vale- y ambos van hacia el karaoke.
A Penélope no le ha gustado mucho que el elegido sea él, pero la chica le cae bien y espera ansiosa ver qué van a cantar y como.

Empieza a sonar una música, y Penélope, experta en adivinar canciones con pocas notas sabe que es Brujería y se prepara para oírlos cantar.