Team Building 1
Al jefe de unas grandes oficinas le hablaron de las ventajas de hacer Team Building y se deja la vida en este tipo de eventos. Algunos de sus empleados están hartos ya.Esta vez se van 2 días de hotel a hacer formaciones en equipo mediante juegos y convivencia. Irán equipos de todas las sucursales de España.
Raúl hace la maleta entre bostezos y protestas de la hora a la que sale el tren.
Y gritando "ya va" desde la ventana al coche de su colega que lo espera para ir juntos hacia la estación.
Penélope tiene la maleta preparada y ordenada desde hace días. No le apetece nada ir a esa estúpida formación donde estará su equipo, que no amigos y un montón de gente desconocida a la que no le apetece conocer.
Llegan por la noche, así que tras hacer el checking en el hotel, tienen un rato para refrescarse o descansar e ir al restaurante del hotel a poner buena cara y empezar a conocer el planning de los 2 días que durará este suplicio.
Cuando Raúl llega al restaurante del hotel, echa un vistazo a su alrededor y ve a una chica con un vestido que realza sus curvas, de pie en la barra mientras toma una copa.
Penélope se siente observada y se gira hacia la puerta de entrada. Ya empieza a llegar gente. Piensa que mejor beberse rápido ese vino y pedir otro chupito de Fireball disimuladamente o no lo resistirá.
¡Bien! Los han sentado en mesas diferentes a las de su equipo para ir conociendo a otros departamentos y ciudades.
Penélope, un poco cargada ya por el alcohol, decide que los va a llamar por el nombre de su ciudad, total mañana ni se va a acordar.
Raúl se da cuenta de que está en la misma mesa que la chica en la que se fijó nada más entrar y se las arregla para sentarse a su lado. No sabe esa la suerte que tiene de que sea él el que está en su mesa.
• Hola, buenas noches. Mi nombre es Raúl y vengo de Salamanca- le dice a Penélope, que se gira y lo mira para asegurarse de que le habla a ella. Él alucina al verla de cerca, con esos preciosos ojos que lo escudriñan por primera vez.
Joder, piensa Penélope ¿no había alguien de una ciudad con un nombre más corto? Lo mira, no lo ve muy bien así que intenta fijar la vista y extiende la mano.
• Penélope, Barcelona- y le da otro sorbo al vino que les han servido.
La cena es amena, en la mesa hay una charla distendida sobre los departamentos y ciudades de cada uno.
Penélope los observa cual partido de tenis sin prestar mucha atención.
Raúl está más pendiente de Penélope, Barcelona que de cualquier otra cosa, aunque sí se interesa por la conversación.
Va a empezar la parte discotequera. La gente más mayor se ha ido a la habitación y se quedan los que tienen ganas de seguir con la fiesta, o de beber, como es el caso de Penélope.
Raúl se ha acercado a su colega Manu y le ha hablado sobre la chica y su actitud en la cena.
• Igual esto le parece una mierda como a mi- le dice Manu
• No sé, pero no puedo dejar de mirarla.
Ella se ve rodeada de tíos que alardean de sus puestos en la empresa y la invitan a las copas por solo una de sus miradas, aunque Penélope no sea consciente de ello. Uno de ellos se le acerca un poco de más como para hablarle al oído y de repente ella huele su perfume y no puede evitar sentir una arcada.
Raúl y Manu están bailando con una copa en la mano. Pero él sigue pendiente de ella y del séquito de admiradores que tiene a su alrededor. Le da la impresión de que ha bebido demasiado y entonces ve a uno de ellos acercándose más a ella y desde allí ve como él grita, ella se limpia con servilletas la boca, el grupo se dispersa y un camarero se acerca al hombre lleno de vómito. No puede evitar reírse de la estampa. Su amigo lo mira y él le dice
• Ahora vengo, creo que tengo que ayudar a una dama en apuros.
Manu mira hacia donde va su amigo, se encuentra el espectáculo y empieza a reírse solo.
Penélope se ha levantado, quiere ir al baño pero no sabe donde está, así que camina haciendo eses sin tener claro hacia donde dirigirse.
• Hola Penélope de Barcelona ¿necesitas ayuda?
Se gira y ve a otro chico, pero bueno, le servirá para llevarla al baño.
• Pues sí, necesito ir al baño- responde sin darse cuenta de lo que le cuesta hablar y de que lleva vómito en el vestido.
Raúl la coge de la cintura y le pasa un brazo por su espalda.para que se sujete a él.
• Wow- dice ella- tu espalda no se acaba- y empieza a reírse de lo que acaba de decir.
La lleva al baño y entra con ella. Va directa a uno y se pone de rodillas. Él la coge del cabello y la frente y ella vuelve a vomitar durante un rato.
Raúl la ayuda a levantarse y a limpiar su cara y su vestido. De repente, ella se pone a llorar.
• ¿Qué te pasa?- pregunta él con auténtica preocupación.
• ¿De verdad quieres saberlo?- él asiente pero ella no lo ve hacerlo- Odio esta mierda que se ha inventado el jefe. Y a toda la gente de mi equipo que me miran por encima del hombro. Mi casera me ha dicho que tengo que buscar otro piso porque llevo 3 meses sin pagar. Claro, los mismos que se fue mi ex, y sí le pago, pero la mitad ¿como quiere que pague todo? Y encima... shhh, ven acércate que te cuento un secreto- Raúl se acerca medio divertido- hace 5 meses que no echo un polvo. Bueno ¿Qué mes es este?
• Casi febrero.
• Joder, entonces son 6 meses- vuelve a llorar y lo mira con la cara llena de churretes del maquillaje- y ni siquiera fue un buen polvo- sigue llorando y Raúl le acerca papel con el que ella se suena los mocos.
• Anda, dame la tarjeta de tu habitación que tienes que irte a dormir- ella se la da obediente y él la coge echándosela al hombro con cuidado de no hacerle daño.
• ¿Vamos a follar?- le pregunta ella cabeza abajo- porque a mi me parece muy buena idea. Me encanta que me coman el coño, pero bien. Soy clitoriana. Y aunque prefiero estar encima y frotar mi pubis contra el tuyo, hoy mejor me quedo abajo que no quiero vomitarte en la cara. Ah , no me gusta el sexo anal, así que no me lo propongas.
Ella sigue parloteando sobre lo que le gusta y lo que no mientras él la lleva hasta su habitación.
"Tengo más aguante que un santo, porque me ha puesto como una moto, pero no puedo hacer nada de eso con ella en este estado" piensa Raúl.
Cuando la suelta en la cama, está dormida.
La desnuda y busca ropa interior y su pijama en la maleta que está en medio de la habitación.
Limpia con una toalla húmeda las partes donde se ha manchado y le roza el pubis sin querer apartando enseguida la mano.
La mira y sonríe, termina de cambiarla y antes de irse se gira para decirle aunque ella no le oiga.
• Quiero conocerte más Penélope de Barcelona.
Cierra la puerta despacio mientras ella hace ruiditos y se va hacia su habitación sonriendo.
