Estallido Oral (Serie CAPRICE) n2
Siena¡Caprice es mi club preferido! Tiene todo lo que se espera de un club así: elegancia, higiene, confidencialidad, buena música, ambientazo, fiestas temáticas que cambian cada semana, gente atractiva y muy libre, habitaciones privadas, zonas comunes…
Conforme me adentro en su pista principal, la música marchosa, las luces de colores, y el buen ambiente por el que se caracteriza este club, me dan la bienvenida.
Localizo con la mirada a la persona con la que quiero hablar, doy pasos con seguridad hacia él. Noto por el camino algunas miradas interesadas recorriendo mi vestido negro, ¿o quizá estén admirando mis tacones de vértigo?
—Buenas noches —saludo en cuanto llego al gerente de Caprice. Está hablando con unas chicas pero, en cuanto le toco el brazo, se despide de ellas, se gira hacia mí y me saluda con mucho entusiasmo.
—¡Hombre! ¡Dichosos los ojos! —exclama Lucas al mismo tiempo que extiende sus brazos y me abraza con afecto—. ¿Cómo estás, guapísima?
—Muy bien, muchas gracias. ¡Menudo fiestón! —exclamo contenta por lo lleno que está el club.
—¡Es la noche de las fantasías! ¿Vienes con ganas de divertirte? —pregunta alzando las cejas en plan sugerente.
—¡Demasiadas! Dime que ha venido la persona que tú y yo sabemos —pido intentando no desbordarme por la ilusión y la esperanza.
Lucas niega con la cabeza.
—¡Pero es pronto! Seguro que viene más tarde.
—Está bien, pues… ¡Dime que hay chicos interesantes, por favor! —ruego entre risas juntando mis manos como en una plegaria. Lucas asiente con total convicción—. ¿Dónde está Edu?
—¡Mi RRPP esta noche está desbordado! —admite sonriente—, pero no te preocupes. ¡Hay tres candidatos que te van a encantar! —asegura Lucas tan convencido que me hace sentir muy optimista—. Yo mismo te los puedo enseñar, ¿quieres?
—¡Sí, por favor!
—Mira, ese que está hablando con Fani, el del arnés de cuero, es un Dominante. Está buscando sumisa para esta noche.
El tipo que me señala no está mal, pero no me siento —¡para nada!— sumisa esta noche.
Arrugo la nariz y niego mirando a Lucas.
—Ya, lo he pensado… —admite repasando mi look— te veo un aura muy guerrera hoy. —Me río con picardía—. A ver qué más… ¡Ah, sí!, ese que está bailando solo en la pista es buena gente, ha venido otras veces y…
—¡Uy, no! Ya sé quién es —lo corto antes de que pierda más tiempo—. Lo conocí la última vez que vine, hace tres semanas; ¡no conectamos! —niego y hago gestos de abortar misión moviendo mi mano por delante del cuello.
—¡Pues solo me queda uno! Lo he dejado para el final porque es nuevo, pensé que te gustaría alguien más experimentado en el ambiente, pero quizá pueda encajarte —valora pensativo y se gira hacia el otro lado—. Mira, es ese que está en la barra con una birra.
Cuando observo hacia donde señala Lucas, siento como si el mundo se detuviera por un instante.
¡Joder! ¡Me encanta!
Solo le veo el perfil, ¡pero es de lo más atractivo! Se intuye que tiene buen cuerpo; una cara bonita; viste bien; ¡y está tomando una cerveza! ¡En un club liberal! ¡En una fiesta que se llama «la fantasía swinger»!
¿Se puede ser más mono? Parece como si se hubiese perdido y hubiese aparecido aquí por error, ¡me gusta demasiado!