ENTRE MUJERES- 13. Montse
Querido diario:Por fin he hecho el amor. Con un hombre elegante, bien arreglado. Bueno. Y de chupar mi vulva se le ha puesto dura. Fue Miriam quien me puso en contacto con él
Tú sabes, mi diario, de los muchos años rodeada de juguetes: vibradores, dildos, succionadores. Frío. Soledad. Vergüenza de comentar con mis compañeras de trabajo. Ya sé que algunas me llaman “ el cuerpo “. Tendrían que sentir como yo me duelo. He pagado. No me arrepiento. Estoy feliz. Al tipo se la he puesto dura. Se ha corrido en mi sexo. Soy una mujer.
Tengo que dar las gracias a la minifalda. A la cera y las manos de Julia, la esteticista. Ella me animó. Y aunque sé que le sobran tíos para follar, me reconfortan sus ánimos. Le expliqué que era virgen. Tú sabes, mi único diario, que rompí mi himen con un dildo, bueno, un pepino. Era muy joven, 12 ó 13 años. Me ardía el coño.
No imaginé, infeliz de mí, que tardaría 35 años en ser penetrada por un falo erecto.
Julia me alentó. Ese “ si los tíos pagan, nosotras también “, me quitó el velo de ojos y vulva.
He de confesar que Pedro, así se llama el desvirgador, me trató como hembra. Fue todo un caballero, un macho. Me comió el coño. Mis calores soltaron la corrida. Y le exigí la polla. Me la empotró como un hombre se la mete a una mujer: de golpe, y así se vino dentro de mí.
No sabe Pedro que conseguí meter parte de ese semen en un frasquito. Lo conservaré como el néctar más preciado.
Querido diario: ya soy mujer.
Un beso para tus páginas
Tu sola Montse