Clases de baile 4
Alguien se sitúa detrás demi, por su olor, aún rellenando mis fosas nasales, sé que es Leroy y mientras me besa en el cuello pregunta. • ¿Algún problema por aquí?
Me giro y le explico cómo va María.
• Nos la llevamos- dice completamente serio.
María se ríe.
• Eh tú, que estás buenorro pero un trío de buenas a primeras...
Ni lo había pensado ¿querrá eso?
La coge en brazos para sacarla de local.
-¡Miradme!- grita- soy Julia Roberts en Oficial y caballero ¿o era en Pretty Woman? Bah- dice girándose a Leroy- tú tampoco te pareces a Richard Gere.
La gente se ríe mientras les deja pasar y yo voy detrás de ellos observando el buen rollo que se respira.
Llegamos al coche de Leroy y le pido que ponga a María delante y con la ventanilla bajada.
Hace todo lo que le he dicho y viene a besarme de nuevo antes de entrar en el coche.
Cuando llegamos a su piso, aparca sin problemas con la suave respiración de María que se ha dormido llorando porque se ha acordado de Dirty Dancing y el pobre Patrick Swayze.
Leroy la coge de nuevo en brazos y me pide que cierre el coche y busque en el mismo llavero las llaves de su casa.
Abro y me hago a un lado para que pasen.
La lleva a una habitación con una cama doble y la deja con cuidado sobre ella.
Abre los ojos y dice
• Quiero una michelada.
• María, ¿qué michelada ni leches? Duérmete.
Cierra los ojos y vuelve a dormirse.
Leroy ríe desde detrás de mi en voz baja y le doy un golpe en el hombro. Se protege a la vez que ríe y salimos del cuarto.
• ¿Quieres tomar algo?
• Una cerveza si tienes.
• ¿Una michelada?- pregunta entre risas.
Lo miro seria, pero al ver su cara ambos nos echamos a reír. Me levanto y voy a su frigorífico. Saco 2 botellines de cerveza y nos sentamos en el sofá.
• Ay cuando despierte María, se va a morir de vergüenza- digo.
• ¿Por qué?
Lo miro extrañada por la pregunta.
• No se emborracha tanto siempre, pero de vez en cuando alguien tiene que llevarla a casa- me explica.
• Esa parte de las clases de baile, se la saltó al explicármelo.
Nos reímos de nuevo y me besa.
Coge mi mano y me lleva a otra habitación, la suya.
Me sienta en la cama y pone música suave.
• Es música cubana. Salsa - me explica- Nací allí, aunque ya llevo aquí 5 años. Trabajo como profesor de baile, como has visto hoy y también de camarero, otras veces, de seguridad en alguna discoteca de música latina.
"Yo quiero volver al monte donde nace mi camino
Yo quiero volver al monte donde nace mi camino
Y llegar a mi destino guiada por el sinsonte
El sol en el horizonte, el olor a la guayaba
El sol en el horizonte, el olor a la guayaba
Era lo que yo anhelaba, por eso me voy pa'l monte"
Va quitándose la ropa mientras suena la música y habla.
Yo lo miro embelesada.
• ¿Y tú, a quéte dedicas?
• Yo soy organizadora de eventos. Monté mi propia compañía con otra de nuestras amigas. A veces María nos ayuda.
Ya estamos los 2 desnudos en su cama.
Me pide que me de la vuelta y dudo.
• ¿No confías en mi? - sus palabras y su dulce acento cubano, me hacen girarme. Oigo como trastea en un cajón y noto como echa algo en sus manos que luego van a mi espalda. Me da un masaje completo, estimulante, me relaja y me pone cachonda a la vez.
• ¿Qué tal ahora?
• Como en un cuento.
• Pues esto no ha hecho más que empezar.
Se inclina para besarme y noto su polla en mi pierna y mi coño empapado pidiendo que entre.
• ¿Me dejas taparte los ojos? - en otro momento habría sido un rotundo no, pero confío en él y quiero potenciar otros de mis sentidos, así que le digo que sí y saca un suave antifaz de satén. Limpio, huele a él. Me lo dejo poner y me hace levantar los brazos y cogerme fuerte al cabezal de su cama.
Noto un cubito de hielo en mis pezones que enseguida se endurecen y lo baja con la boca por mi barriga hasta llegar a mi coño, donde con un par de sus besos, el cubito desaparece.
• Abre la boca- me pide, y lo hago.
Su polla entra dentro y mi lengua muere por acariciarla, besarla y que me folle la boca, pero no lo hace y mis labios emiten una protesta que se ahoga en gemidos mientras mueve la lengua en mi clítoris, primero despacio y luego aumentando la intensidad hasta llenar su boca con mi orgasno y subir a besarme para sentir mi rico sabor.
Ahora vamos a bailar, me ayuda a levantarme y no me quita la venda. Ambos estamos desnudos y empieza a sonar Propuesta indecente de Romeo Santos. Mis oídos escuchan su letra con claridad, y a la vez hago caso cuando me aprieta hacia un lado u otro para girar
"Si te invito a una copa y me acerco a tu boca
Si te robo un besito, a ver, ¿te enojas conmigo?
¿Qué dirías si esta noche te seduzco en mi coche?
Que se empañen los vidrios y la regla es que goces
Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol
Si levanto tu falda, ¿me darías el derecho
A medir tu sensatez?
Poner en juego tu cuerpo
Si te parece prudente
Esta propuesta indecente..."
Ya no puedo más. Su polla golpeándose en cada giro, yo sin poder mirar a sus ojos, y de repente me quita la venda de ellos y puedo ver su cara, de pasión, de ganas, de querer follar hasta que salga el sol.
Me tira en la cama cubriéndome con su cuerpo mientras sigue la música
"How 'bout if you and I, me and you
¿Bailamos bachata?
Y luego you and I, me and you
¿Terminamo' en la cama? (Que rico)
How 'bout if you and I, me and you
¿Bailamos bachata? (Ay bailamos bachata)
Y luego you and I, me and you
¿Terminamo' en la cama? (Terminamos en la cama)"
Ahí ya le siento dentro de mi, muevo mi cuerpo a su compás , quiero sentirlo hasta dentro, hasta el fondo, hasta incendiar la cama y la habitación.
Sus empujones son cada vez más fuertes, mis gritos más altos al pedirle que no pare, que no salga, quiero retener ese momento en mi cabeza.
Nos quedamos dormidos con mi cabeza en su pecho y su mano en mi nalga. Mi pierna atraviesa su cuerpo y cuando el amanecer nos sorprende se levantas a bajar la persiana y me pierdo en su sombra al ir y en la oscuridad al sentir como entra de nuevo entre las sábanas y me abraza haciendo la cucharita mientras su polla indica, claramente que no le apetece dormir ahora mismo.