ENTRE MUJERES- 9. Grushenka

ENTRE MUJERES- 9. Grushenka
Nuevas luces de neón le dibujaron las espaldas. Cambiaba de harén, buscaba otras odaliscas. Su corazón era un peligro. Le sobraba conexión. Le faltaba dureza. Quizás porque la tenía toda entre las piernas.
Rodeado de otros atuendos que enseñaban piel, el cuerpo embutido en el vestido rojo era el de Grushenka. Ojos azules, piel lechosa, guedejas rubias. Rusa. Davai se llamaba el puticlub. El filólogo quería seguir engañándose con acentos y libros. En su juventud había pasado unos meses con el idioma de Dostoievski. Lo dejó porque le tocaba empaparse de otra lengua. Pero aún recordaba frases, palabras:
–¿ kak sabut ? –Grushenka sonrió. El tipo no parecía ruso.
–Mynia sabut Pedro. –Y ahora la rusa sí que supo que aquel cliente era español
–Soy Grushenka. –Y la dureza del sonido no sorprendió al profesor. Pero sí el nombre, que le hizo esbozar un libro.
–¡ Cómo la perdición de Dmitri ! –se escapó casi una alegría.
–Sí, esa misma. Soy su tataranieta. Y fíjate, después de la fiesta estoy aquí, en un puticlub en España.
El filólogo se contempló a sí mismo. La eslava tenía un castellano perfecto, sólo matizado por la dureza de su lengua natal. Además, era libresca. Pedro se pensó en una novela: hombre solitario, bibliófago sin remedio, encuentra en un prostíbulo a la descendiente de la perdición de Dmitri Karamázov. ¡ Y hablando castellano !
–¿ Te escapaste de las páginas del libro ?
–Soy profesora de español, guapo. Enseñaba en un instituto en San Petersburgo. Y ahora soy puta –cerró ella la frase.
“ Tiene mis mismos trabajos” –calló Pedro– “ Pero yo vivo del publicable “. –Y todo él se tranquilizó.
Sonia se apareció entre los ojos del profesor. Aunque la protagonista de « Crimen y Castigo « era menuda y aquella chica era un trasunto de Ana, la que vuela: un mujerón.
–¿ Te gusta Dostoievski ?
–Sí, pero a veces prefiero a Chéjov. ¿ Has leído “ La corista “ ? –ahondó la prostituta letrada.
Fue el divino marqués quien relampagueó en la memoria del lector consumado. El bibliófilo libertino vivía un momento de edén. Allí estaba la Duclós, la que convertía en literatura el terrible libro, esos “ 120 días de Sodoma “ que humanizaban cualquier burdel.
–No sé si creerme lo que me está pasando –se asombró el hombre de sus mismas palabras–. Entro en un puticlub y hablo de libros.
–Es la primera vez con un cliente.
Olga estaba apareciendo. Aunque Grushenka tenía que imponerse. La pregunta había quedado volando en el lupanar, como una mariposa que se acerca a la luz.
–Sí, he leído “ La Corista “. Es un cuento triste –el lector decidió penetrar– ¿ Y Tolstoi, te gusta ? –Y al hacerla, Pedro sintió lo irreal de la cuestión.
–Es más un historiador que un escritor –explicó la profesora rusa.
El hombre sintió que se estaba produciendo un sueño. Una situación surrealista. Justamente eso es lo que anhelaba: hablar de libros con una lumi, en un burdel. Decidió aterrizar. Deshacer la sorpresa.
–-¿ Y cómo has acabado aquí ?
--Es una larga historia.
El hombre no lo pudo evitar. Los ojos se hicieron sentir en la polla. Las piernas de la eslava eran coronadas por un tanga que el minúsculo vestido apenas tapaba. Grushenka sentía que el putero vencía al hombre.
--Uff…qué piernas, cariño…me parece que vamos a dejar de hablar de novelas. Me interesa más tu cuerpo.
Olga se diluyó. Surgió la necesidad, aunque se resistía. Grushenka sintió a Dmitri…
–Cariño, rompes el encanto. Nos hemos tratado como iguales. ¿ Y ahora me la quieres meter ? Me parece una falta de respeto –se metió Olga en Dostoievski.
“ ¿ Qué haría el viejo Hank ? . Quizás se dejara empujar por la verga” –pensó el profesor. Recordó aquel poema, “ El primer amor “. Un acneico total hacía un homenaje a los libros como refugio, por encima de mujeres. Y decidió parecerse al joven Bukowski.
–Tienes razón. Pero quiero subir contigo. Quiero que me cuentes tu historia. Y te pagaré por escucharla.
No tuvo la Duclós eslava que decir encuentros sexuales. Peor fue lo que vería el filólogo.
–Soy de San Petesburgo. Creo que ya te lo dije. Siempre me ha atraído España y su literatura. Me hicieron leer el Quijote en el instituto. Me encantó. Es un personaje muy de nosotros, los rusos. Lúcido y desmedido, medio loco, medio cuerdo. Y también nuestros escritores: Puskhin, Gógol, Dostoievski, Chéjov, Pasternak…Pero los escritores españoles, vuestra cultura, son para mí lo más grande: Cervantes, García Lorca, Miguel Hernández, Rafael Alberti. Y los sudamericanos, sobre todo César Vallejo.
–¿ Conoces a Vallejo ?
–Sí, claro. Y a Neruda, hasta a aquel salvadoreño que murió en la guerrilla…
–¡ Roque Dalton !
–Sí, ese mismo.
–Y decidí estudiar filología española en la universidad. Y acabé.
Sentados sobre la cama, Pedro se esforzaba en mirar los ojos de la rusa. Eran azules, bellos, pero le podía lo de hombre ordinario. El pene era el centro de sus neuronas. Las piernas, toda la habitación
–¿ Pero acabaste de prostituta en España ? –venció el curioso.
–No enseguida –pergeñó el mohín la profesora--. Me gustaba la buena vida. Y con la caída del comunismo se empezaron a abrir discotecas, restaurantes…drogas y me enganché. Acumulé una deuda. Y aquí estoy pagándola…
Grushenka se levantó la falda. No fue el tanga lo que emocionó a Pedro. Unas líneas rojas surcaban las nalgas de la mujer. “ Sierva…esclava “ fue lo que conmovió el cuerpo del hombre.
–Ya ves. La pago como puedo. Es mejor obedecer –se cerró la falda.
El profesor se salvó. Por un momento quiso proponer: “¿ Por qué no denuncias ?” No. Ese no era su mundo. ¿ Saludaría a la cortesana rusa si la veía en la calle ? Seguro que no.
–-Es una historia triste –se retiró Pedro.
–-¿ Triste ? Violenta –golpeó la sierva.

Mientras huía del burdel, Blanca bañó los pensamientos de Pedro. Sólo quedaba ahogar la madrugada y sus encuentros en la luz del día. Amanecer en lunes.
******r63 Hombre
2.694 Publicación
Menudo encuentro literario ha tenido nuestro filólogo profesor en un burdel ni más ni menos que ruso. La internacionalidad lo alcanza. Bravo @*******Desi
*********ecret Mujer
550 Publicación
Interesante ummm 😉😉😉😉
Y como siempre super bien redactado compi y con ese puntito erótico 🔥 que estremece 😈
Gracias por compartirlo @*******Desi 💋💋💋💋💋💋💋💋
*******a69 Mujer
693 Publicación
Estraño lugar para realizar tertulias literarias. *hutab* *kuss*
*****cio Hombre
337 Publicación
La erudición de la meretriz se sobrepone al profesor. Desaparece la erótica diluida en el drama de la deuda y sus secuelas.
Inmenso, como siempre.
Gracias @*******Desi
*********re87 Hombre
56 Publicación
Muy bién redactado y un encuentro muy interesante entre el profesor y Grushenka, me ha encantado.
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