Cuando L encontró a Mary
Se paró en las escaleras de la puerta del pequeño centro comercial y respiró.Las prisas por llegar tarde (como siempre) y el equivocarse de incorporación en la carretera(como siempre) habían eclipsado el origen real de los nervios que la invadían.
Tras semanas de mensajes y llamadas allí estaba, a una puerta de distancia de un café prometedor.
Hay que respirar antes de los cafés que van a cambiarle a uno la vida.
Lo malo es que a veces no se sabe predecir.
Esta vez sí, ella lo sabía, y por eso respiró.
Se miró en el reflejo de la puerta corredera, arreglada pero informal, camiseta sexy en el bolso, como parte del código acordado si finalmente aceptaba la invitación de subir a su casa. Si todo iba bien, iría al baño a cambiarse de camiseta y besaría a una mujer por primera vez en su vida.
La puerta corredera se abrió dejando a la vista las mesas de la cafetería del centro comercial. Sus ojos saltaban de una mesa a otra buscándola. No sabía cómo era, no tenía fotos suyas, lo habían decidido así.
Cuando entró en redes se había dado cuenta de que las fotos le condicionaban mucho a la hora de hablar con alguien, cosa que en la vida real no le pasaba... así que decidió que en esta aventura nueva de descubrimiento personal si el perfil no tenía fotos no se las pedía hasta pasado mucho tiempo para que una imagen no le condicionara a la hora de descubrir a alguien interesante ni por edad ni por aspecto.
M le había dicho que igual salía corriendo porque era muy grandona...ella le juró que era imposible, de verdad le parecía imposible no congeniar con alguien en persona después de haber conectado tan bien hablando y hablando. Asi que convencida le decía que no le importaba no tener fotos, que quería quedar con ella igualmente.
Y el reto surgió, tirarse al vacío sin red, sin fotos.
Aún así sabía que la reconocería y así fue,la reconoció, sonrió al ver que su intuición no se había equivocado...era grande si, pero no cuatro veces ella como le había dicho, recordar su exageración la hizo sonreír más.
Quiso tocar su pelo fino, corto, que le caía hacia un lado en un corte moderno. Pero lo dejó para después.
Y sus labios...también los dejó para después.