MI CASA, MI PLAYA, MIS VECINOS, LOS ASOCIADOS, CONFIDENCIAS

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CONFIDENCIAS

MarujaperomellamanMaru se ha quedado cucú mirando a un señor, que está de pie en la orilla. El señor está paseando, a sus cosas, y nosotras también estamos a las cosas del señor.

— ¿Sabías que pueden ser de carne y de sangre?- me dice MarujaperomellamanMaru.

— Ah, yo pensaba que podían ser de arroz y de cebolla- le respondo.

— ¿El qué?

— Las morcillas.

— Pero, ¿qué dices, Seren?

— ¿El qué puede ser de carne y de sangre? - le pregunto a MarujaperomellamanMaru.

— Pues qué va ser: los penes…

(Madre del amor hermoso…)

Cambio la visión de una rica morcilla de Burgos, con su pan y su vino tinto, y veo el pene del señor, hecho de carne y de sangre, según MarujaperomellamanMaru. Y me veo comulgando junto a MarujaperomellamanMaru: “esta es la carne de Cristo”… ella asiente y abre la boca y comulga muy bien.

— Pero, ¿carne y sangre no es lo normal? - pregunto.

(No no, no puede ser porque, hasta donde yo sé, en el pene no hay sangre, que los hombres no tienen la regla. Pobrecitos. Se morirían con el primer retortijón. Y habría que oírles todos los meses, uffff. No, de ahí sangre no sale. Pero a ver si la carne está por fuera y por dentro resulta que los penes están huecos y por eso algunos quieren que se la soples, verás… Y si está hueca, ¿en el agua la polla flota?)

— Seren, los penes pueden ser de sangre y de carne. El pene de carne es el más grandote cuando está flácido y no aumenta tanto en erección. Mientras que uno de sangre es el pene que aumenta considerablemente su grosor y longitud en erección- me aclara.

(Lo que sabe está mujer, madre mía…)

— Según tu experiencia, Seren, ¿tú crees que esa es de carne o de sangre?

(No-tengo-ni-puta-idea-MarujaperomellamanMaru. Si es que yo no sé nada, coño… Pero esa polla de ahí puede tener carne, sangre y hasta wifi, si me apuras. Y con semejante bolsa escrotal se puede participar en un concurso de casquería, que con esas criadillas come todo el jurado varios días… ainsss. Me estoy yendo por las ramas -porque yo puedo irme por las ramas-, cosa que ese señor de ahí no puede porque con el peso de los cojones se rompe la rama y se descalabra… y habría que oírle: “ay ay ay”, ay mis cojones 33, no haberte subido. Jo, esa expresión me gustaría decírsela a alguien, descalabrado o no)

— Puesssss… no sé, pero ¿cómo se levanta una cosa tan grande?

— Soplando, Seren, soplando…

(Soplando tú, tu prima, Fefe y la Dora la Exploradora a la que Fefe le hizo el Chiquillaaaa el año pasado, vamos, no me jodas, que ni los tres cerditos cantando el Only You. Que más vale llegar cuando el monstruo ya esté en pie o te quedas hueco de soplar tú y a quien lleves a comulgar contigo. Y una vez huecos, y bendecidos por Ra, a flotar, ¿no?)

Pero Gracia se levanta y va hacia el señor. Y le dice:

— Con menos polla también se folla…
— Y con menos culo también se caga…- dice el señor.

Técnicamente, las dos aseveraciones deben ser ciertas. El culo de Gracia es un culazo. Pero ella es la más beneficiada por los rayos de Ra, dónde va a parar… se abrazan, se conocen, se saludan. Lo de la polla y el culo son su contraseña particular. Qué bonita esa sinceridad. Yo no tengo a quien decirle que con menos polla también se folla…)

Cambio de tercio, que no sé por qué pero me estoy acordando del rabo de toro que preparaba mi abuela y veo al señor sentado a la mesa, angelito, descalabrado, y ahora no dice nada…

— Oye, MarujaperomellamanMaru, vuestro profe de taichi dice que vivís todos juntos en comuna. ¿Y cómo es eso?,- pregunto.

— Pues con mucha buena voluntad, Seren. Llegamos aquí hace veinte años, compramos un puticlub abandonado y allí nos hemos instalado. No porque fuera un puticlub, es que tenía 20 habitaciones y nosotros utilizamos 10, una para cada uno. Las otras las unimos al salón e hicimos diferentes habitáculos para juegos. Es que lo nuestro es un matrimonio holgado, ¿sabes? Somos 10 y todo lo hacemos juntos.

Y yo pienso que holgado, lo que se dice holgado, deben ser los pantalones del amigo de Gracia. Porque semejante bolsa escrotal no debe caber, así como así, en cualquier pantalón. Amén de la talla de calzoncillos que usará ese señor, que igual se los hacen a medida. Y claro, ya lo veo… buenas, que vengo a que me hagan unos calzoncillos, vamos vamos vamos… Ahora soy yo la que se está quedando cucú.

— ¿Diferentes habitáculos para juegos?- (Yo y mi inmensa ignorancia… ainsss)

— Claro. En uno tenemos el jacuzzi, en otro la sala BDSM con su cruz de San Andrés, como mandan los cánones, en otra tenemos la sala de masajes, en otra la de rehabilitación, también tenemos biblioteca, en otra el salón de baile… nos apañamos muy bien así. Pero eso sí, cada uno tiene su habitación por privacidad, que a veces apetece dormir sola. Sobre todo, cuando te viene la regla.

— Hace 50 años que no tienes la regla,- le interrumpe Fefe.

— No puedes hundir un barco que descansa en el fondo marino.- Le replica MarujaperomellamanMaru llena de sabiduría. (Zasca, ahora vuelves, Fefe)

(Privacidad, dice. Pero mira, muy guarrillos pero rezan y todo a San Andrés, que no sé qué hace, pero bueno, tampoco sé otras cosas. Pues bien).

— Pues aquí donde la ves, Seren es muy moderna. Que hace dogging con su padre cada fin de semana- dice Leo (ella).

— ¡No me digas, Seren!- dice MarujaperomellamanMaru.

— Si, voy con mi padre y con Atila, que es un shih tzu enano tricolor.

— Oye Seren, ¿y qué haces con el chichú enano tricolor? Nosotros no incluimos animales en nuestras prácticas, eso no, eso es sagrado…

(A ver a ver a ver, que algo me estoy perdiendo… ¿qué coño dice?)

— Pues a Atila le paseo, y con mi padre hablo. ¿Vosotros qué hacéis en el dogging?

— Nosotros vamos a un descampado cerca de casa. El dogging, como sabes, es tener seso con desconocidos en lugares públicos mientras otros son testigos, en mayor o menor medida del acto. Una experiencia llena de adrenalina, ya te lo digo, Seren. Normalmente el lugar predilecto para practicar el dogging es dentro del coche. Las luces intermitentes externas indican a los de fuera que en ese coche hay acción. Si encienden la luz interna, significa que invitan a los de afuera a que vean lo que ellos hacen y sean testigos del morbo -algo que muchas personas disfrutan, como nosotros, ver a otros tener seso-. Cuando el coche cuenta con ventanas y puertas entreabiertas es una invitación a que te acerques y toques un poco, mientras que una de las puertas completamente abierta dice claramente: “Si quieres un trío o una orgía estás invitado”. Es el voyer el que decidirá si deja de espiar y pasa a la acción. Lo que pasa es que nosotros sólo lo hacemos entre nosotros, ¿entiendes? Por eso sólo tocamos…

(¡Joder que si entiendo! Sois unos depravados, eso sois…)

— Y el cancaneo ¿qué es, MarujaperomellamanMaru?

— Pues es la práctica sesual consistente en mantener relaciones en lugares públicos, pero de forma anónima y sin ataduras. Lo mismo que el dogging, pero con etéreos.

(Los etéreos deben ser los que flotan. ¿Tendrán esos la polla hueca?)

— Es decir, los hombres con las mujeres y las mujeres con los hombres. Que no se mezclan los chicos con los chicos y las chicas con las chicas. Esos son los etéreos…- prosigue MarujaperomellamanMaru.

(Heteros. Son heteros… madre mía cómo se lo pasa esta gente).

— Vamos todos menos Pau, que, como no le gusta mucho, a veces se queda haciendo marranadas grasientas en casa.

(Y claro, yo pienso en “marranadas grasientas”. ¿Se hará pajas untado con el aceite de oliva virgen extra y se limpia en las cortinas? Al precio que está, es una marranada grasienta que le sale por un pico. Y lavar las cortinas, claro.

¿O se folla al pollo que luego pone al horno y lo unta de aceite de oliva virgen extra y se lo da de cenar a todos, relleno grasientamente? Aunque un pollo para 10, más que un pollo, necesita un pavo. O una pava… ainsss qué sinvivir. Concluyo que Pau es el más guarro, le mires por donde le mires).

— Oye, MarujaperomellamanMaru, ¿qué son las marranadas grasientas?

— Gofres, Seren. Pau hace gofres.

(Acabáramos…)

— ¿Y el fisting?- pregunto, conteniendo la respiración.

— Pues es la introducción parcial o total de la mano en el ano o la vagina- responde ella.

(Me acuerdo de mi ginecóloga. En la última revisión me ha dicho que tengo una vagina estrechita y muy jugosa. Y sé positivamente que a mí no me cabe una mano, ni en la vagina ni en el culo. Vamos, que no, que ni hablar, me ponga como me ponga. ¿Cómo no se van a tirar pedos estas criaturas en la fase espiritual del tai chi con todo el aire que les entra entre práctica y práctica? Pocos me han parecido esta mañana. Virgen santa…)

Y de repente caigo en otra cosa...

— Oye, MarujaperomellamanMaru, eso del BDSM no será lo del bondage y el masoquismo, que te atan y te pegan y te muerden y te insultan y te escupen, ¿no?- pregunto.

— Eso mismo, Seren. Pero dicho así suena muy tremendo. Son juegos y todo es consentido. Y en eso nuestro Luisito es un artista.

Y Luisito sonríe. Por primera vez. Y queda a la vista una larga fila de dientes no del todo bien alineados. Y no tengo la certeza, pero yo juraría que en esa boca hay más dientes de lo normal.

— Te has dado cuenta, ¿no?- me dice MarujaperomellamanMaru, siguiendo mi mirada.

— Si- le respondo tímida, no sabiendo por dónde va el tema: si de penes morcillones, gofres, pajas o cortinas, pollos o pollas… temo su próxima salida.

— Pues ya ves, le salió a mitad de precio la dentadura. 3 dientes más y a mitad de precio… queda raro, pero ya nos hemos acostumbrado.

(La madre que me parió…raro, dice. Bonito, lo que se dice bonito, no está, las cosas como son. Pero raro tampoco está Luisito: da cosica mirar a esta criatura. Y ahora que sé que le da al BDSM y que tiene 3 dientes de más me parece que tiene cara de sádico. Pero tiene su cosa buena. Al menos, si se le va la mano y mata a alguien, le pillan pronto. Porque debe haber un único asesino en España con 3 dientes de más en la dentadura. Lo malo es si el día que te mata, no te ha mordido antes. Eso sí es un problema. Yo se lo diría bien claro: a mi o me muerdes primero o nada).

— Oye Seren, ¿tú que tienes que hacer esta tarde?- me pregunta MarujaperomellamanMaru.

(No me jodas que me van a invitar a una orgía. Porque eso yo sí sé lo que es. ¿Cómo me escaqueo?)

— Nada, no tengo nada que hacer, MarujaperomellamanMaru.- (La has cagado pero a base de bien…)

— ¿Te vienes de boda, con nosotros?

Jo, con lo que me gustan las bodas. Y todos vestidicos. Ainsss qué ilusión que ya sea como de la familia, jo… Acepto, claro…

Y sigue pasando la mañana, pero yo ya estoy muy contenta…

(¿Quieres una historia? Arriésgate...)