Noche de chicas 1

Esa iba a ser una noche de chicas algo diferente. Hacía varias semanas que hicimos la fiesta Tuppersex con YMLPT (yo me lo paso teta) en la que todas habíamos comprado una bala vibradora con mando a distancia y estábamos deseando reírnos a lo grande esa noche.
Nos reunimos las 18 a cenar en casa de una de nosotras, y al terminar
• ¿Las habéis traído todas?- preguntó Vanessa.
Nos miramos unas a otras sonriendo y empezamos a afirmar con la cabeza.
• ¿Las lleváis puestas?- dijo, esta vez Tere.
Una vez más afirmamos mirándonos y riendo.
• Nuria, saca el bol- dijo Nerea a la dueña de la casa.
Esta se levantó y lo puso enmedio de la mesa.
No hizo falta decir más y cada una fue dejando el mando de su bala vibradora.
Nuria cogió de nuevo el bol para mezclar los mandos, todos eran iguales.
Fuimos pasando el bol de una a otra y la que lo cogía lo encendía para comprobar que no era el suyo.
Se oían risas, algún suspiro y se vio algún salto cada vez que encendían uno.
Se terminó el reparto, brindaron con un chupito de tequila, sal y limón y ya estábamos listas para irnos.
Llegamos al club con nuestra ropa más sexy y con el mando que nos había tocado en la muñequera de Joyclub que siempre llevábamos con condones y para guardar alguna cosita más.
• ¿Todas lleváis la putibolsa y el mando?- preguntó Eva antes de entrar.
De oyeron varios síes, unas cuantas risas y algún "para cabrona que aún no estamos dentro".
Nos sentíamos como quinceañeras cuando nos juntábamos, siempre con buen rollo, risas, anécdotas y bromas. Estábamos encantadas con el grupo que habíamos formado.
Entramos en el club y ya en el guardarropa se vio algún movimiento de piernas inesperado, alguna tez sonrojada, unas intentando contener la risa, y otras intentando no hablar para no emitir algún sonido poco apropiado de momento.
Fuimos a las taquillas y estábamos entre risas, unas por haber adelantado el juego, otras por ser el objetivo de las otras.
Aquella noche dejamos las expectativas en el guardarropa y salimos a darlo todo primero a la sala de baile.
Algunas decidimos ir hacia la barra, ya había bastante movimiento por allí y un grupo de 18 chicas solas no pasaba precisamente inadvertido, y menos aún el nuestro.