DESVENTURAS III
Subidón:Con los nervios y la excitación del momento, era incapaz de conciliar el sueño. Decidió conectar el PC y entrar en el chat a pasar el rato. Lo solía hacer, sabía que normalmente nada valía la pena, pero aquella noche las buenas vibraciones se transmitieron y conoció a una mujer, un poco mayor pero no suponía ningún problema. Las horas pasaban y ninguno tenía ganas de terminar la conversación. Después de un par de sustos por caídas del servidor y la buena conexión que tenían entre ellos, decidieron continuar hablando por vías más fiables.
Pocas veces había conseguido hablar con una mujer real en el chat, y mucho menos pasar de allí. Un poco nervioso y sin atreverse a pedir fotos, envió una suya, por suerte, ella respondió con otra.
Le pareció una mujer muy hermosa, ojos marrones, nariz pequeña, pelirroja, corte extremadamente corto de los lados y la parte superior caído para un lado, boca pequeña con labios rojos y carnosos (pensó en darles un mordisquito), mandíbula estrecha, barbilla fina y un poco salida, blanca de piel y pecas.
La conversación fue cogiendo un cáliz más caliente, terminaron encendiendo la cámara para verse y dejar de picar teclas poniendo el micro.
La experiencia era completamente nueva para él, nunca se había mostrado así delante de una cámara. La idea de ver por la pantalla aquella risueña, atractiva y maravillosa mujer le excitaba muchísimo. No podía contenerse y se levantó a enseñar el bulto que escondía la ropa interior. Ella se llevó las manos a la cara, retrocedió, se levantó de la silla y dejó caer la bata fina que llevaba.
A la luz de la pantalla del ordenador, vislumbró el cuerpo de una mujer que a pesar de tener un niño, mantenía la figura un poco a raya. Abdomen al aire por una camiseta de pijama corta, sin ropa interior en la parte superior, se marcaban un poco los pezones, pechos no muy generosos pero bien puestos, pantalón corto que mostraban unas piernas firmes. Hizo un pequeño baile y giró 360 grados, buen trasero para morder, dar una palmada o dos y jugar con él.
Volvió a sentarse delante de la pantalla, intercambio de risas y piropos. Continuaron hablando, a una hora de distancia en coche, él comentó de ir a conocerla, deseaba estar y jugar con ella. Siguieron fantaseando y calentando el ambiente.
Tenía la polla a tope, llevaba rato así, hacía algo o acabaría con un dolor considerable. Se levantó y comenzó a quitarse el calzoncillo delante de la cámara, jugando un poco, despacio para ver la reacción de la compañera de juegos, ella se levantó sin decir nada, se acercó a un armario que estaba al fondo, cogió algo de un cajón y lo dejó en el escritorio, se colocó de pié delante de la cámara y comenzó un baile sensual y silencioso mientras se quitaba la camiseta lentamente, la tiró a la cama y comenzó a jugar con sus pechos, los pezones estaban duros, él retrocedió un poco para mostrar cara, pecho y las partes bajas mientras continuaba sentado meneando su miembro muuuuuy lentamente y de manera intermitente, era consciente de lo rápido que podía llegar al final y quería seguir disfrutando de las maravillosas vistas que le estaba mostrando su interlocutora. Continuaron en silencio, ella bajando el pantalón y la ropa interior lentamente mientras miraba fijamente a la cámara y se mordía el labio, él se imaginó su calor, los dos estaban sudando por la excitación del momento, anhelaba sentir ésos carnosos labios rozando los suyos, la sentía ahí, junto a él. De pié completamente desnuda, el observó su sexo por primera vez, luz tenue pero se veía un poco de vello, se imaginó con la cabeza entre sus piernas notando el delicioso néctar, las imágenes de aquella fantástica mujer, lo transportaron a un clímax maravilloso. Ella continuó su pequeño baile y comenzó a tocarse los pechos, con la otra mano cogió el juguete del escritorio y comenzó a besarlo, lamerlo muy despacio al principio. Siguió mojando el juguete mientras lo chupaba, con la otra mano comenzó a tocar su sexo y mirava fijamente a la cámara, eso lo excitaba muchísimo, bajó la mano y frotó los pechos, metió el consolador a modo de cubana mientras seguía jugando con la entrepierna, cada vez mas mojada y abierta. Acercó el consolador a la raja y la frotó, lo introdujo muy despacito, primero la punta, después un poco más, así hasta el final, él absorto en aquella imagen, perdido en la lejanía de tenerlo cerca y no poder tocarlo, muy excitado, ya no pudo controlarse más y terminó con un chorro que casi le salpicó la cara, le vino tan de repente que no pudo hacer nada por controlar, ella, consciente de la situación, puso el vibrador un poco más rápido y sin apartar la vista, terminó entre jadeos silenciosos.
Se volvió a sentar, acercaron los rostros sonrosados por la situación a la cámara, se despidieron con un beso y la promesa de volver a hablar otro día.
Muchas gracias por leerme, espero que lo disfruten igual que yo.
UnodeBadalona
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