La fama 4
El hombre levanto a Sara de la cama y la puso en el suelo de rodillas, sacó su pene erecto y lo introdujo en su boca, Sara comenzó con movimientos lentos una felación profunda y el hombre agarró su cabeza apretándola hacia su ingle, aun no siendo un gran pene las arcadas empezaron a aflorar y el hombre empezó a tortear la cara de ella, arcadas y convulsiones de placer inundaban el cuerpo de ella, la agarro del pelo, saco su polla y la puso en cuatro en la cama, llamó a Carlos de nuevo y le dijo que metiera su polla en la boca de ella, Carlos obedeció complacido y Sara recibió aquel pene conocido con entusiasmo. Mientras el hombre había hundido su boca en el ano de ella que se retorcía y empujaba su culo con mas fuerza hacia aquella boca, aquella lengua que la estaba perforando, el hombre introdujo dos dedos en su vagina y empezó a bombearla, Sara, con la boca llena, el culo lleno y su vagina llena estalló en una corrida descomunal, todo su néctar en la mano de aquel hombre que la había excitado con su relato. Carlos abrió la boca para recibir el néctar que aquel hombre le ofrecía y que tantas veces había saboreado de la vagina de su compañera de viaje, pero hoy sabia diferente, la polla de Carlos creció mas. Carlos se tumbo en la cama y el hombre acompañó la vagina de Sara hacia aquella polla mas erecta que nunca, con un suspiro la pareja se unió y Sara empezó a moverse. El hombre se situó detrás de ella, cogió su pene y con fuerza penetro aquel delicioso ano, Sara lloró, dolor, placer, extasis. El bombeo de ambos hombres se acelero mas y mas y los tres llegaron al clímax, Sara, inundada en sus dos orificios, convulsiono y dejo caer su cuerpo. El hombre se retiro de la habitación, se lavó, se vistió, y salió a la calle. Carlos y Sara siguieron disfrutando hasta el amanecer pensando en aquel hombre.