Mi casting PORNO (real). Parte 2

Mi casting PORNO (real). Parte 2
El taxi me deja a la puerta de la casa de mio tio Suso. Hace unos 20 minutos que he salido de La Farga de L'Hospitallet que ha concluido su segunda jornada del FICEB de ese año 2000.

Mi tio ya ha cenado y yo, tras una frugal cena me siento con él en el salon viendo la televisión y conversando. Una hora después le digo que me retiro a dormir porque estoy cansado. No estoy cansado, lo que estoy es caliente como un asno en celo después de lo visto y vivido durante unas horas en el FICEB.

Al cerrar la puerta del dormitorio de mi prima Sonia mi pollón ya presiona dolorosamente mis pantalones ceñidos de cuero negro. Me los quito de un tirón y mi pollón sale disparado gordo, largo y desafiante con sus casi 24 centímetros palpitando de las ganas de correrse y expulsar todo ese esperma caliente que se agolpa en mis huevos gordos que cuelgan entre mis piernas separadas.

Conecto la televisión y mientras me desprendo de mi camiseta de los Ramones me tiro sobre la cama de mi prima. Me recuesto contra el cabecero de la cama, totalmente desnudo y flexiono mis piernas apoyándolas sobre la colcha de la cama, quedando mi pollón reposando largo y pesado llegándome la punto del capullo a las costillas.

En esa postura y teniendo en mi mente a esas dos zorras con pelucas enfundandas en látex que caminaban delante de mí con sus culos desnudos al aire, agarro mi pollón desde detrás de los huevos y lo levanto de mi barriga y empiezo a subirlo y bajarlo dándome fuertes pollazos con el contra mi abdomen mientras mi mano aprisiona mis huevos gordos y repletos de esperma formando una bolsa abultada por encima de mis dedos.

Mi otra mano se desliza hacia la mesita de noche y abre uno de los cajones que está repleto de braguitas de Sonia cuidadosamente dobladas. Agarro una de ellas, de color rosa clarito y me la llevo a la nariz oliendo su tibio perfume. Quiero oler algo de mujer mientras sigo recordando a esas zorritas en latex que había tenido a unos centímetros de distancia.

Con los ojos cerrados, piernas flexionadas y totalmente separadas y oliendo las bragas de mi prima Sonia mi mano recorre arriba y abajo los 23 centímetros de esa barra de carne gruesa y pesada que palpita de deseo entre los dedos de mi mano que chocan con el paquete abultado de mis huevos al llegar al fondo de la misma. Mi mano sube y baja recorriendo mi verga que arde en deseos de expulsar chorros y chorros de leche caliente y espesa.

Mi mano izquierda suelta mis huevos y se dirige a mi ano. Poco a poco introduzco tres dedos dentro de mi culo, totalmente dilatado mientras me imagino al chico de gimnasio y bronceado que follaba con aquella chica clavando su polla gorda y curva y lubricada dentro de mi culo, montándome como un caballo a su yegua.

Mi mano sube y baja, sube y baja.... tres dedos totalmente dentro de mi culo masajean mi próstata. Gimo, suspiro, me retuerzo de placer sintiendo la inminencia del orgasmo mientras mi nariz respira el aroma de mujer en las bragas de mi prima Sonia.

Saco mis dedos de mi culo y cojo las braguitas rosas de mi prima Sonia que reposan sobre mi cara. Introduzco mis tres dedos por dentro de las braguitas y empujando con ellos meto la braguita de Sonia dentro de mi culo volviendo a masajear con ella mi próstata.

Se que mi corrida va a manar mucha mucha leche. Lo estoy deseando y lo voy a disfrutar a tope. Me deslizo hacia la parte de abajo de la cama. La colcha de seda hace que mi espalda se deslice como si estuviese sobre hielo. Levanto mis piernas, las hecho hacia atras por detrás de los hombros y ese tremendo pollón que ya siendo un niño de 5 años me medía 20 centímetros en reposo queda colgando largo, inménsamente largo y gordo sobre mis labios que besan mi propio capullo del que ya se deslizan unas gotas saladas y transparentes de líquido preseminal. Abro mi boca e introduzco mi verga de un golpe hasta la mitad. Mi lengua estirada asomando la punta por encima de mis dientes sirve de húmeda alfombra para que esa polla larga y gruesa, fruto de los altísimos niveles de testosterona con los que nacía, se deslice con facilidad hasta llegarme a la garganta.

sin ninguna molestia ni sensación de arcada. Son ya muchísimos años, desde que tenía 6 o 7 años tragando mi polla a diario primero, y luego las de los amigos y compañeros de instituto. Tenía años y años de experiencia tragando polla, la mía y la de otros.

Doblado echado con ambas piernas hacia atrás, apoyadas en el cabecero de esa cama de Sonia, mis brazos sujetan por detrás mi espalda mientras mi polla entra y sale de mi boca. Respiro con dificultad por la nariz y empujo mi pollón con fuerza cada vez más dentro de mi boca, follándome mi propia garganta con los ojos cerrados deseando que un buen rabo me folle mi culo totalmente abierto que se abre y cierra palpitante de deseo de polla al ritmo que con mi rabo me follo mi propia boca.

Ya siento que me corro, me corro, me corro, ME CORRO, JODER!!!!!!

Y venga disparos y disparos y disparos de esperma caliente que llenan por completo mi boca. Mi garganta empieza a tragar leche en el acto. Por lo menos 7 u 8 disparos de leche espesa llego a contar. Gimo por la nariz como una perra viciosa bien follado mientras me siento ahogar entre el placer de ese pedazo corrido y me ahogo también tragando mi propia leche caliente y espesa.

Bajo laa piernas y echándome hacia atrás quedo tendido sobre la cama de mi prima boca arriba, 23 centímetros de verga dura todavía y palpitando del intenso placer sentido reposan otra vez sobre mi abdomen. Piernas estiradas. Mi capullo sobrepasa entero mi ombligo lleno de leche de macho que sigue manando en gotas gruesas de mi rabo.

"Joder tio, te pasa del ombligo!"" Cuantas veces he escuchado esa frase de chicas y chicos.

No tienen NI PUTA IDEA la gente cuando habla de como se percibe el tamaño de las pollas. Se piensan que cuando se folla la gente tiene en la mano una regla o una cinta métrica de costurera para saber si esa polla que tienen delante es grande o no lo es.

Recupero la respiración, lentamente introduzco y expulso aire por mis labios entreabiertos, ojos cerrados..... NO TIENEN NI PUTA IDEA!!! Ninguna chica, jamás me ha medido la polla con una regla, eso no lo hace NADIE.

EL PUTO OMBLIGO, es eso, el puto ombligo lo que les hace ver A TODAS y A TODOS lo que es una polla grande de verdad.

Mi respiración es pausada, cada vez más pausada. He apagado el televisor. No se que están dando en la tele, no le he prestado la más mínima atención.

Sigo con los ojos cerrados, todo tiene un ténue color rojizo por mis párpados cerrados bajo la débil luz de la lampara sobre la mesita de noche de mi prima Sonia.

Respiro lenta, lenta, muuuuuy lentamente, mis párpados pesan..... mi mano acaricia ese pollón que fue quizá la principal razón por la que con 6 años de edad mis padres me empezaron a llevar hasta cumplidos los 12 años todos los meses a la consulta de aquella doctora endocrinóloga que me midió el pene, que me pinchó y me hacía análisis, que me hacía tomar aquellas pastillas de color verde que se disolvían en agua y dos inyecciones al año....... para reducir mis niveles de testosterona.......

"elefante, elefante!!!" se burlaban esos tres idiotas en el recreo del colegio. No les hacía caso, sabía que tenían envidia. Mi madre siempre preocupada porque creía que esa cosa de más de 20 centímetros que me colgaba entre las piernas me hacia sufrir por sentirme acomplejado. A mi no me importaba, disfrutaba mucho notando como todos la miraban y la querían tocar.... Era como tener un superpoder que todos querían ver. A veces jugaba solo en la calle y a ratos me sentaba por ahí presionando sobre mis pantalones con mis manos alrededor de ese bulto gordo y largo entre mis piernas y lo miraba desde todos los lados. Me sentía como un Superman con un poder especial.

..... respiro cada vez más leeeeento.....

.... respiro muuuuuuuuuy lentamente.... muuuuuuuuy lentamente..

"mira, Raúl, estos condones son para tí, son los más grandes que tenían". Aquel día mi padre me dio mi primera caja de condones EXTRALARGE, se leía en una esquina de la caja. Mi padre viajaba mucho por el trabajo. Estos los compró en una farmacia en Bilbao. En el pueblo no vendían de esos.


"Tú, siempre con mucho cuidado, muy despacio y nunca las fuerces a nada si ellas no quieren" me repetía mi padre siempre que volvía de algún viaje y me daba una nueva caja. Con tanta testosterona en el cuerpo y un pene de más de 20 centímetros, mis padres sabían que tarde o temprano me acostaría con alguna amiga y querían que estuviese preparado e informado para ello.

.... respiro muy....

ABRO LOS OJOS!!!

Ese ruido parece dentro de la habitación pero han debido ser los vecinos. La lampara de la mesita de noche sigue encendido. Yo sigo en la misma postura boca arriba, pollón totalmente duro apoyado en mi barriga. Restos resecos de esperma pegados a mi piel sobre mi ombligo y sobre mi pecho. A mi lado las braquitas enredadas de mi prima sonia cubiertas de manchas por haber estado dentro de mi culo.

Me froto los ojos acabando de despespertarme. Busco el reloj, lo miro.

JODER!!!!

Ya son las 10.30 horas de la mañana. Dormí toda la noche de un tirón, agotado de la tarde en el FICEB y del pajote y del mamadón de la noche.

Y encima había quedado a las once de la mañana con el tipo aquel del FICEB para hacer el casting.

Totalmente desnudo me dirijo a la puerta del dormitorio. Entreabro la puerta y asomo la cabeza. La casa está en silencio.

"Hola, Buenos Dias!!" digo y nadie responde. Mi tio no está en casa.

Toca ducharse, tomar algo para desayunar y coger un taxi rumbo a La Farga.

Ah! y las braguitas de Sonia arrugadas y con manchas por haber estado dentro de mi ano a la bolsa de la basura!.



continuará...
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