Resistencia cerebral
Decenas de miles de cerebros marchaban flotando sobre la colina camino a la gran ciudad de clones. En esa ciudad millones de clones deambulaban por las calles, o en sus edificios sin rumbo. Su cerebro había desaparecido tras esos cascos iguales, que se diferenciaban en una raya de diferentes colores, dejando ver la jerarquía que tenían en aquel mundo. A punto de llegar a la ciudad, los cerebros paran. No hay jerarquías, se mueven al son de una conexión inexplicable, como aves migratorias que vuelan en V. De cada cerebro sale un cuerpo desnudo. Cuerpos de lo mas diverso. De todos los colores de pelo, algunos peinados y algunos maquillados, cuerpos peludos y depilados, gordos y flacos, altos y bajos, diferentes colores de piel, distintos rasgos, muchas formas, con grandes y pequeñas pollas, pechos enormes caídos y pechos bien firmes, pechos medianos y pequeños, coños depilados y coños peludos, todos con diferente vulva, labios grandes y carnosos, labios finos, ojos verdes, azules y marrones, cuerpos tatuados, sin tatuar, con cicatrices, sin ellas, pies cuidados con uñas pintadas, pies sin pintar, culos redondos y musculosos, culos flácidos, cuerpos que no ven, o que no oyen, cuerpos que caminan con ayudas, cuerpos sin extremidades, quemados, enanos y gigantes… toda la diversidad posible. Todos ellos limpios y deseosos de ser deseados.
Este ejército de cuerpos se adentra en la ciudad. Se paran por pequeños grupos en lugares visibles y comienzan a tocarse y bailar al son de su deseo. Cada grupo se ha formado con la atracción sexual que sienten sus miembros. Parejas, tríos, grupos de 4, 5 o 6 personas que se entregan al placer de mirarse, lamerse, rozarse, masturbarse… jadeando y desprendiendo energía por toda la ciudad. Hay cuerpos que arden, conexiones que desprenden fuego al tocarse y parecen un solo cuerpo moviéndose pegados compartiendo sus pieles.
Aparecen clones. Hay clones escandalizados gritando. Otros clones huyen prohibiendo a pequeños clones acercarse a estos cuerpos. Clones agresivos que hacen huir a estos cuerpos, clones violentos que insultan y apalizan estos cuerpos sin piedad.
Pero hay otros clones que se quitan sus cascos, se desnudan, y se apuntan a tan placentera orgia.
Las decenas de miles de cuerpos producen decenas de miles de orgasmos expandiendo una excitante energía por todo el aire. Y todos estos nuevos cuerpos desnudos que antes eran clones también se corren de placer. Tras esos miles de orgasmos seguidos, los cuerpos vuelven a sus cerebros. Se vuelven a juntar y migran flotando en busca de otra nueva ciudad donde repetir tan placentera orgia.
Hay cerebros heridos por los golpes de los clones, pero la manada de cerebros los cuida, y recuperan rápido.
Han ganado muchos clones que quitaron sus cascos y se unieron a este ejercito de cerebros, cada vez mas grande, y están dispuestos a cambiar la energía del mundo.