El pañal erótico de Soledad
Increíble lo que he aprendido en los últimos años. Cuando adquirí mi discapacidad, al principio, no era capaz de ir al baño sola. Siempre tuve a alguien para poner y quitarme una cuña para hacer pis. Cuando me operaron del bulto en mi vagina, me pusieron sonda. Solo en el hospital. En casa siempre tuve a alguien que me ayudaba a hacer pis. Nunca quise usar pañal. Nunca quise ser una mujer discapacitada, quise parecer normal, que no se me notara. Y mi alta habilidad e inteligencia hacían un trabajo muy bueno. Eran un halago las frases de “no se te nota nada”.
Hasta que sentí el orgullo. Dejé de sentir vergüenza por quien era. Comprendí el daño que hace esa mentalidad de la normalidad.
Soledad Arnau fue un gran referente. Esta noche uso pañal y me acuerdo de su pañal erotico. Duermo sin pantalones, levanto mi camiseta y destapo mi cuerpo. Mi pierna escayolada estirada, y mi pañal blanco de supermercado es lo contrario a algo que hace unos años me erotizara. Al revés, me producía rechazo. He tenido amigas que empatizaban con enfermeras que me trataban mal, porque claro, tenían que cuidarme.
Ahora me veo, acaricio mi cuerpo con las yemas de mis dedos y siento deseo.
Siento ademas que mi cuerpo es deseable. Mis pezones se ponen duros y los pellizco produciendo un placentero dolor. He aprendido que el sexo no esta en el cuerpo. Esta en la mente. Acariciar mi piel e imaginar me excita mucho mas que mi cuerpo perfecto de adolescente. Ese que eché de menos durante años. Imaginar lenguas, manos, alientos calientes sobre mi cuerpo. Olores por mi nariz. En mi boca se turna una polla que puedo recorrer chupando, y unos labios que dejan un reguero de saliva al besarme.
También puedo imaginar un montón de escenas posibles. Como gifs que vienen a mi cabeza. Mogollón de posturas y situaciones diferentes. Un beso pasional de alguien que llega por detrás y gira tu cabeza, un hombre y una mujer haciendo un 69, semidesnudos follando sobre una mesa, una mujer tumbada en un sofa mientras una mano masturba su coño, arrodillada mientras agarran su pelo y saca la lengua deseosa de lamer, desnuda boca abajo y aceitada mientras un hombre sentado encima masajea sensualmente su espalda, la mujer sentada encima subiendo y bajando su cuerpo pegado al del hombre, una mano acariciando con fuerza, pero lentamente un culo, un culo siendo azotado y la cara de placer y dolor de su dueña. Son muchas y paso de una a otra sintiendo como mi pañal se moja. Esta vez no dejare un rastro de olor sobre la sabana. No quiero tocarme, solo sentir todas las sensaciones que producen mis pensamientos. Tiemblo, sudo, jadeo. Echo de menos mi soledad, y a Soledad también. Este escrito es por ella. Pero de todo se puede crecer.
No gritaré, no me tocare, no manchare, aun nos reprime la vergüenza. Pero esta situación me hará conocerme mejor.
Tampoco podré escribir a Sole, no podré agradecerle nunca lo mucho que me dio, ni decirle lo mucho que la recuerdo.
Pero sin su falta no hubiera escrito nunca nada erotico, hubiera esperado que lo hiciera ella. Y ahora mojo también mis ojos. Pero muestro mi excitación a su recuerdo para que vea todo lo que aportó: un pañal puede resultar erotico, un cuerpo discapacitado puede excitar mas que uno escultural. Y cuando lo comprendes, tu sexualidad cambia, mejora, y con ello tu vida, tus relaciones y tu persona
https://soledadarnau.com/mi-panal-erotico/
«No existe nada más bello, más íntimo, más político, más personal, más placentero…, que el SEXO, desde la libertad y la dignidad.»
Blog de Soledad Arnau.
Los libros no son solo los de papel que leíamos de pequeñes. Las nuevas tecnologías permiten leer a todas las personas. Un libro es algo que contiene palabras y leerlas es introducirlas en nuestras mentes. Leer sujetando unas hojas escritas viendo letras con tus ojos, es lo que nos han enseñado, excluyendo a muchas personas que leen en otros formatos.