Me liga una mujer
Tenía ganas de quedar con una mujer. Pero no estaba segura, nunca había estado con una. De todas formas podía quedar con una porque suponía que tendríamos muchas cosas de que hablar. Entonces me llego el mensaje al chat: Hola Tesi, me gusta lo que escribes. Vives cerca, te apetece quedar y charlar un rato?
Helga, bonito nombre, bisexual. Entro en su perfil y me excita una foto tumbada de perfil. Mmmm, sin cara. No pensé mucho en sexo, me apetecía charlar con una mujer para ver como se las arregla con la presión machista y la cantidad de hombres que solo buscan un número mas en su lista para alimentar su falsa hombría.
• si, cuando quieras. Podemos dar un paseo o tomar algo en una terraza. O, si te apetece, podrías acompañarme a comprarme un bikini, me cuesta mucho ir sola, y una mujer puede ayudarme mucho.
• Perfecto. Voy donde me digas.
• Conozco una tienda con probadores grandes donde puedo entrar con la silla.
Nos encontramos en la puerta. Me sonríe. Su mirada me recorre el cuerpo y me da un escalofrío. Es la primera vez que siento que una mujer me mira con deseo. Nos damos 2 besos y el roce suave de sus mejillas me esta diciendo que le gusto, aunque yo no quiero creerlo. Entramos a la tienda. Miramos bikinis. Selecciono varios y los llevo encima de mi silla, enganchados a mi mano derecha (única funcional), que es la que conduce. Llagamos al probador. Ella recoge los bañadores y retira suave y sensualmente mis dedos para que los suelte. Yo estoy algo bloqueada. Es tan sutil todo que no se si esta ligando conmigo o son imaginaciones mías.
Me pregunta sonriendo: - ¿así que nunca estuviste con una mujer?.
• No -le contesto- nunca me interesó. Siempre con hombres heterosexuales, he llevado una vida muy normativa.
• ¿Y no te interesaría probar?, una mujer puede hacerte sentir cosas que no hayas sentido nunca.
Un escalofrío recorre mi cuerpo. Siento el deseo que Helga me transmite con su mirada, y no me incomoda, me gusta. Es tan sutil que me esta transmitiendo deseo sin presión. Y me excitan mucho las personas que saben hacer eso, aunque sea inconsciente.
Abre la cortina del probador y me pregunta: ¿quieres que retire la banqueta?
• no, mejor dejo mi silla fuera y me ayudas a sentarme dentro, así cabemos mejor.
Entonces se pone delante y me da la mano para caminar hasta la banqueta del probador. Giro mi cuerpo para sentarme y me encuentro de frente a ella. Nos miramos. Me sonrojo y me aparto avergonzada porque se ha dado cuenta de mi deseo.
• te voy dando para que te pruebes.
Me quito la camiseta y el sujetador y mis pechos quedan al descubierto. Ella saca un bikini y le pido ayuda para probármelo. No necesito esa ayuda, pero me encanta sentir sus manos sobre mi cuerpo. Me coloco de pie enfrente y ella me rodea con sus brazos para abrocharme por la espalda. Nuestras cabezas chocan, y ambas giramos varias veces al mismo lado hasta terminar con cada cabeza a un lado de los hombros. Cuando lo abrocha me aparta y me mira, me ayuda a girar y me quedo de espaldas a ella frente al espejo. Estas preciosa, me dice y sonrío. Ahora la braguita. Entonces me siento en la banqueta y me quedo en bragas y el sujetador del bikini. Helga saca la braguita a juego, se agacha y me la pone por los pies. Va subiendo por mis piernas para colocarla bien. Lo hace lentamente con sus manos rozando sensualmente mis rodillas. Me incorporo y continua por mis muslos. Al llegar arriba coloca la braguita y toca mi culo fingiendo colocar bien la tela. Yo beso su cuello, que queda a la altura de mi boca y entonces ella acaricia con sus manos mi espalda. Movemos nuestras cabezas y nos besamos apasionadamente mientras acariciamos nuestros cuerpos. Vuelvo a darme la vuelta frente al espejo dandole la espalda. Y mi cuerpo, con el bikini puesto, queda frente al espejo con ella sujetándome abrazada detrás. Me besa el cuello y recorre mi pecho con sus manos. Aprieta mis tetas juntándolas y elevándolas dejando un enorme escote, que queda reflejado en el espejo, pero que ella mira por encima de mi hombro diciendo: Tienes unos pechos preciosos. Me besa el cuello y sus manos descienden por mi cuerpo hasta mi entrepierna. Hacen una pasada por encima del bikini y pego un respingo. Dan un rodeo y vuelven a subir a mis caderas por un lateral. Y bajan de nuevo. Esta vez sus dedos pasan por debajo del bikini y comienzan rozando mis pelos del coño. Estoy empapada, y solo deseo que siga tocándome. Miro al espejo la imagen de mi cuerpo, su cabeza detrás, y sus manos semi escondidas en mis bragas me resulta muy excitante. Giro mi cabeza y nos besamos. Ella desciende sus 2 manos. Con la izquierda acaricia mi clitoris, y con la derecha introduce sus dedos indice y corazón en mi vagina. Ahoga mi grito en sus labios y me susurra silencio. Su mano izquierda sube por mi cuerpo de nuevo, y con su mano derecha hace magia en mi coño cada vez mas empapado. Mete sus dedos en mi boca mientras me susurra al oido si me gusta. Yo le suplico que no pare. Continua tocando mi coño cada vez mas fuerte y rápido. Y me tapa la boca cuando siente que me corro y ahoga mi grito.
Después me pregunta que si quiero probarme mas bikinis. Le digo que este me ha encantado y me lo voy a llevar. Que si ella quiere probarse alguno, y riendo la digo, -pero yo no podré ayudarte igual. Y ella contesta. Otro dia me toca a mi . Y sonriendo salimos del probador y continuamos con nuestra extraña cita.
