INICIACION LIBERAL
Mi primera experiencia en un club liberal tuvo lugar a finales de los años 90. Aquel verano en el mes de Agosto se casaba mi primo Pedro. Me invitaron a mi y a mis familia al evento que tendría lugar en el pueblo donde vivían los padres de Pedro (mis tios por parte de madre) y los padres de la novia: Balsameda, un pueblito a 32 kilómetros de Bilbao.
Con 22 años de edad que tenía yo entonces, mis pocas ganas iniciales de desplazarme a la boda se vieron de pronto multiplicadas cuando supe que como anfitriona íbamos a tener a mi prima Angie (Angela), hermana de Pedro y cuatro años mayor que yo.
Y es que con Angie yo tuve una relación muy especial. Varios veranos durante nuestra adolescencia pasamos estancias en Balsameda durante las vacaciones. El recuerdo imborrable de aquellas tardes de caluroso verano en aquel riachuelo al que acudíamos a bañarnos Angie, Pedro, yo y algunos amigos del lugar. Esa complicidad y sensación de libertad en nuestro apartado rincón de aquel rio. Bañarnos desnudos, jugar, miradas furtivas, caricias..... Descubriendo sensaciones y deseos nuevos.
Una tarde fuimos solos Angie y yo al rio. Los dos teníamos en mente lo que queríamos: gozar del sexo. Desnudos en el agua, el cuerpo joven de Angie y sus rotundas tetas mojadas brillando al sol. Yo, alto, delgadito sin músculatura pero con un pene de 23 centímetros en reposo retozando junto a ella. Bromeando, riendo, cantando a viva voz nuestras canciones que sonaban en aquella radio....
Inevitablemente no, lo buscamos ambos. Echados en la hierba al lado del agua. Nuestros cuerpos bronceados desnudos al sol, caricias, besos, miradas, lametones. Mis condones XL siempre a mano en el bolsillo del pantalón. La penetré por primera y única vez hasta aquel verano de la boda. No era la primera vez ni para mí ni para ella. Pero todo era excitante y morboso. Especial. Empezando por el hecho de que éramos primos.... el placer de lo desconocido, de lo que se supone prohibido....
Cuando llegamos a casa de mis tios y nos bajamos del coche ahí estaba Angie de nuevo. Guapísima. Esa melena oscura rizada. Su sonrisa amplia y resplandeciente. Esas mejillas sonrosadas....... Apenas había cambiado. De forma casi inconsciente nuestro beso fue en los labios, un segundo apenas.... nos dimos cuenta de que no estábamos solos.
Angie no vivía en Balsameda desde hacia varios años. Trabajaba y vivía en Barcelona, donde compartía piso con un chico que era su pareja actual pero que no había podido acudir a Balsameda por razones de trabajo. Tenía a Angie de nuevo a solas para mí. Sucedería algo?. No lo sabía pero el recuerdo de aquel sexo juvenil compartido con ella estaba todo el rato en mi mente....
Faltaban cuatro días para el fin de semana, para el día de la boda. Nos alojamos todos en la casa de los padres de Angie. Hacia tantos años que no visitaba Balsamada que me sentía de nuevo un extraño ahí. Los pocos conocidos que tenía en el pueblo ya no estaban aunque se supone que la mayoría acudirían el día de la boda de Pedro.
Durante la cena Angie y yo nos sentamos juntos.
"Y máñana que tienes pensado hacer?" le pregunto yo.
"Tengo el día ocupado pero por la noche podíamos salir a tomar algo" responde ella.
"Aquí hay algo que merezca la pena por la noche o hay que acercarse a Bilbao?" le pregunto.
"Bueno lo único nuevo por aquí es el local de intercambio de parejas que abrieron hace tres años" responde Angie.
"Ah sí, de verdad?. Donde?"
"Unos alemanes compraron el hotel que había cerrado y pusieron ahí el local".
"Y tu has estado? le pregunto yo.
"Un par de veces hemos ido Carlos y yo".
"Sí?, os va el rollo del intercambio?"
Angie sonrie de aquella manera y me dice: "tu ya sabes que a mi me encanta el sexo y probar cosas, no te acuerdas ya?"
"Claro que me acuerdo" le respondo divertido.
"Me llevas mañana? Yo es que nunca he estado en un sitio de esos" le respondo.
"Claro, tu con lo que tienes entre las piernas desde luego que no necesitas ir a ningun sitio para follar" responde Angie.
La perspectiva de acudir por primera vez a un club liberal en compañia de esa Angie a la que seguia deseando en secreto y que ahora estaba sola conmigo hizo que no viese el momento de que llegase la siguiente noche.
Y esa noche llegó. Balsameda es un pueblo pequeño pero el local está a las afueras. Conduce Angie. Yo entonces ya tenía permiso de conducir pero no tenía coche.
Llegamos al antiguo hotel. La fachada donde antes estaban las ventanas de las habitaciones está recubierta por una enorme planchada metálica de color rosa. Las habitaciones siguen ahí pero las ventanas son ya innecesarias. En esas habitaciones ahora solo se vive y respira sexo.
Yo como novato tenía muchas dudas. Qué ropa vestir?. Se puede estar desnudo en el local?". Antes de salir de casa eligo vestuario. Fuera calzoncillos. Mi polla de 23 centímetros en reposo colgando larga y gorda por una de mis piernas por debajo de los pantalenos negros ceñidos que elegí para la ocasión.
Al subirme el coche, Angie con su vestidito rojo ajustado me mira con esa sonrisa deslumbrante y traviesa y su mano se apoya sobre el bulto alargado de mi pene. No dice nada. No se necesitan palabras. sus ojos mirando fijamente a los mios y su sonrisa inquisitiva lo dicen todos.
Entramos en el local. Al ir con una mujer no pago entrada. Un folleto en la entrada informa de las normas del local. La toalla que cogí en casa antes de salir quedó dentro del coche. Angie me dijo que ya suministran toallas en el local
Estaba nervioso, sí. Desde luego no era la primera vez que iba a estar desnudo ante desconocidos, a eso ya estaba acostumbrado desde muy jovencito. Mi temor era no saber comportarme dentro del local. El que se me notase mucho que era la primera vez que lo hacía.
La compañía de Angie me tranquilizaba y daba seguridad. Ella entró la primera, delante de mí.
Accedemos a un largo pasillo de un blanco frio e impoluto. Suelo de terrazo reluciente. Ningún color salvo las barras de led del techo que dan una iluminación secundaria de colores fluctuantes. Angie me señala el vestuario. Entro.
Fuera dudas, fuera nervios, todo eso queda dentro de la taquilla junto con mi ropa. Salgo del vestuario toalla al hombro y mi verga larga y gorda balanceándose de un lado a otro al caminar por el pasillo con paso decidido hacia la zona de intercambio.
Barra de bar circular. Camarero y camarera jóvenes impolútamente uniformados. Parejas en torno a la barra bebiendo y conversando. Algunos vestidos, algunos como para una boda, otras en lencería y boxers. Al fondo en torno a una de las mesas dos parejas follan sobre uno de los sofas.
Mis ojos recorren el local hasta chocar con la visión de Angie, totalmente desnuda tambíen al fondo al lado de una puerta corredera grande totalmente abierta. En el exterior la piscina iluminada también por neones de color en la que veo a dos chicas jovencísimas nadando y riendo totalmente desnudas.
Claro, tienen piscina. Como no?. La piscina del hotel que una vez fue.
Un cachete repentino en mi culo me saca de mi ensimismamiento contemplando esos dos cuerpos de mujer desnudos en el agua. Giro la cabeza y veo a Angie correr juguetona como una cabritilla. Su precioso culo danza para mis ojos mientras se desplaza de un lado a otro alejándose de mí.
Angie se encarama sobre una de las mesas a cuatro patas ofreciendo la visión de su culo y su coñito en pompa a las parejas que toman algo en la barra. Me mira girando la cabeza a un lado y sin dejar de sonreir.
Y yo creí que el que estaba caliente de los dos era yo....
Me acerco a ella con mi polla larga y gorda ya llenándose de sangre caliente y palpitante. Agarro su culo y separando sus nalgas se las beso. Siento la suavidad de su culo, el calor de sus nalgas en mis mejillas, su olor de mujer inunda mi nariz. Beso su piel, lamo sus nalgas, beso su culo.
Estoy dando la espalda a las parejas que se que nos miran desde la barra del local. Yo les quiero espectadores y testigos de como gozo del cuerpo de esa hermosa mujer que me acompaña esta noche. Me situó delante de Angie a cuatro patas sobre la mesa. Agarro mi pene ya totalmente duro y lo levanto, dejo que Angie me lama y me bese los huevos.
Miro a quienes desde alrededor de la barra nos miran. Iluminación tenue en el local. Neones circulares rodean la barra. Nadie habla. Solo la música de Sade suena de fondo. Miradas clavadas en nosotros, en el espléndido culo y coñito de Angie que se les ofrece a los inesperados espectadores.
Mientras Angie agarra mi polla a dos manos y se la introduce en la boca yo miro a la camarera detrás de la barra. Joven. Pelo negro recogido, impoluto uniforme. Brazos cruzados detrás de su espalda. Quieta. No habla. Muy profesional. No tiene trabajo. Nadie pide ninguna bebida. Todos nos miran a nosotros en silencio. La joven camarera también.
Con mi verga dentro de la boca de Angie me inclino sobre ella y agarrando sus nalgas las abro para que mi lengua pueda lamer su ano.
Uno de los pequeños focos en el techo iluminan el culo de Angie. Me detengo y contemplo durante unos segundos su ano palpitando abriéndose y cerrándose y vuelvo a meter la punta de mi lengua dentro de él. Sintiendo su calor, su textura lujuriosa y el aroma de su coño. Lamo su ano, lo empapo en mi saliva que se desliza hacia los labios de su coñito.
Empujo la espalda de Angie hacia abajo y su culo se eleva más en pompa. Ahora mi lengua ya puede alcanzar su coño. Mis dedos separan sus labios salidos y mi lengua empieza a recorrer su clítoris de forma inmisericorde. Angie gime "mmmmmm mmmmm" tragando y tragando polla y con ruiditos constantes de saliva.
Mi lengua no salío del coño de Angie hasta que ella sacó mi polla de su boca y entre jadeos altos y desgarrados gritó ante todos "me corro, joder, me corro, me corro ya!!!!!"
......APLAUSOS. Sí, no me lo podía creer por lo inesperado...... de repente APLAUSOS y silbidos de aprobación empezaron a surgir de nuestro público en la barra.
Con el sudor cayendo por mi frente, mis ojos entrecerrados, estremecido por el placer y sintiendo que mi polla estaba a punto de estallar los miro, veo a dos mujeres de rodillas mamándoles las pollas a sus hombres, otro a un lado mío pajea su pene mirándome fijamente.... y siguen los aplausos, las risas....
Me incorporo y levanto a Angie que se queda de rodillas sobre la mesa ante mí. La abrazo y con mi pollón entre su barriga y la mía llegándole hasta la altura de sus tetas grandes y rotundas. Angie lleva sus manos a ambos lados de sus tetas y las presiona alrededor de mi pollón duro como una piedra y a punto de estallar en un orgasmo.
Así, de rodillas, Angie empieza a mover sus tetas arriba y abajo con mi polla aprisionada por ellas. Su culo se pone de nuevo en pompa cada vez que baja y yo aprovecho para agarrar ese culo portentoso y separando sus rotundas nalgas vuelvo a dejar a la vista de todos ese ano y ese coñito, auntenticos manjares del paraíso, que he tenido el privilegio de saborear hasta llevarla al orgasmo. Mientras la agarro del culo, la beso, me besa. Nos penetramos nuestras bocas con nuestras lenguas.
Vuelven los rumores y las conversaciones en la barra del local. Yo quiero aguantar más. No quiero correrme todavia. Mi sangre hierve y mi polla larga y gorda palpita de deseo incontenible.
Levanto a Angie de la mesa agarrándola entre mis brazos y con mi polla totalmente dura camino llevándola entre mis brazos hacia la piscina. Angie se rie como una niña feliz.
"al agua, al agua" dice Angie entre risas. Y al agua que se fue.
La arrojo al agua y al caer dentro una gran columna de agua se esparce por toda la piscina. Las dos chicas que retozan en el agua se apartan y gritan y rien salpicadas por la avalancha.
Angie rie, brazea, retoza en el agua. Está feliz, como una niña. Entregada al disfrute de su sensualidad de mujer libre, sin complejos, gozosamente joven y sensual. Es un espectáculo arrebatador.
Juega con las otras dos chicas dentro del agua, que se unen a su gozo deshinbido entre risas y caricias cómplices.
Frente a mi una mujer de unos 50 años de edad, rubia, bajita, tetas grandes, piel muy blanca, se arrodilla y agarra mi polla con las dos manos y comienza a lamerla desde los huevos hasta la punta. "chico, la tienes enorme" dice antes de meterla en su boca. Yo le agarro la cabeza con mis manos y empiezo a mover mi culo adelante y atrás bombeando mi polla larga y gorda dentro de su boca mientras con los ojos entrecerrados y dudando de si podré aguantar más tiempo sin correrme veo al fondo de la piscina a una pareja follando echada sobre una de las hamacas. Ella boca arriba, sus piernas abiertas y encima de ella el culo de su hombre bombeando su polla dentro y fuera de su coño.
Agarro mi polla por la base y se la saco de la boca a la rubia desconocida. Le doy unos pollazos con ella para que la sienta larga gorda y pesada golpeando sus mejillas.
"vamos" le digo poniéndola de pie.
"espera un momento" dice ella mientras se aleja entrando en el local.
Yo camino desnudo con la verga empinada hacia la hamaca vacía al lado de la pareja que están follando y me siento en ella con mis piernas separadas y mi pollón largo y gordo apoyado en mi barriga pasándome por encima del ombligo. Miro hacia la piscina donde Angie acaricia el pelo de una de las chicas que abrazada a ella le chupa sus espléndidas tetas dentro del agua.
La mujer de la pareja a mi lado se acerca a mí gateando por el suelo y mirándome a los ojos sonriendo como una loba en celo. Situa su lengua debajo de mis huevos y comienza a lamer mi polla reposando sobre mi abdomen desde los huevos hasta la punta arriba y abajo, arriba y abajo.
Me la agarra con las manos y me dice "nunca había probado una tan grande".
Su hombre se sitúa de rodillas tras ella y le clava su polla por detrás mientras me chupa la polla.
"soy Antonio" se presenta dandome la mano "y ella es Maria Jose". Calculo que tiene unos 60 años. Cuerpo delgado y fibroso. Piel muy escura. Frente amplia con el pelo negro como engominado y peinado hacia atrás.
Angie que ha salido del agua se situa de pie detrás de Antonio y le pasa sus manos por sus hombros. Antonio sorprendido levanta su cabeza para mirarla.
"por Dios, qué hermosura" dice Antonio elevando sus manos para agarrar los grandes pechos de Angie inclinada sobre él.
Angie acerca su cara a la de Antonio: "me comes el culito?" le pregunta.
"Te como lo que quieras niña, jadea Antonio sin dejar de clavársela a su mujer".
Angie se pone a cuatro patas sobre la mujer de Antonio inclinada y con el culo en pompa. Antonio mete su cara en el culo de Angie. Yo agarro con mis manos la cabeza de la mujer de Antonio que sigue tragando mi polla.
Agarro mi polla por la base con mi mano y empiezo a darle pollazos en la cara. Angie agachada sobre la mujer acerca su cara y también mi polla larga y gorda le da unos buenos golpes en las mejillas.
Angie gira su cara hacia Antonio: "quiero que me folles".
Angie se tumba en el cesped al lado de la piscina. Antonio se dirige hacia Angie y se arrodilla sobre la hierba haciendo que se gire y se quede tumbada boca abajo. Antonio la agarra por las caderas y la eleva poniéndola a cuatro patas sobre el cesped. Angie pone su culo en pompa bien abierto y Antonio le clava su polla oscura por detras. Sus huevos gordos y colgantes se bambolean adelante y atrás con cada embestida al igual que las tetas grandes de Angie.
La mujer de Antonio se pone a horcajadas sobre mi polla y se la mete dentro muy muy lentamente. "joder, que enorme la tienes!, qué rico!" dice ella respingando en voz baja.
Yo levanto mis piernas y apoyándome en ellas sobre la hamaca comienzo a bombear mi verga cada vez más adentro en el coño de la mujer. Sus tetas gordas están al alcance de mi boca, que las chupa, las besa, las lame mientras mi verga bombea sin parar dentro de ese coño prieto y caliente.
Siento que me voy a correr. Ladeo mi cabeza y veo a Angie a cuatro patas, culo totalmente en pompa y con su cabeza ladeada y presionada sobre la hierba por la mano de Antonio.
"Clávamela asi, que dura, que dura, sigue, sigue...." gime Angie con los ojos cerrados mientras Antonio la penetra bien duro y sin parar.
Yo siento que me voy a correr. Estrujo con mis manos las nalgas de la mujer de Antonio. Cierro los ojos para no seguir viendo esas grandes tetas de Angie balancénadose con las embestidas de Antonio. Aprieto los dientes, cierro los ojos. Me muerdo la lengua con la esperanza de que el dolor anule el torrente de placer que empieza a recorrerme toda la columna vertebral. Muerdo mi lengua más y más fuerte, con los ojos cerrados, concentrándome en el dolor en mi lengua y sin parar de bombear mi verga dentro de su coño.
Al final no pude más: estallé en un orgasmo brutal, una tremenda explosión de placer y de semen caliente que me dejó sin respiración entre bramidos de placer como si fuese una bestia. La mujer de Antonio no se había corrido así que yo levantándola senté su culo sobre mi cara y aun sin casi poder respirar le comí su coño y su culo con un hambre desesperada pasando de su ano a su clítoris y de su clítoris a su ano y yo la miraba como ella se agarraba empujando hacia arriba sus grandes tetas, gimiendo con los ojos cerrados y la boca abierta, hasta que ella también se corrió entre gritos.
"Tu y tu mujer no venís mucho a este local verdad?" me preguntó después Antonio creyendo que Angie era mi mujer.
"Es la primera vez que venimos" respondo yo.
"De donde venís?" preguntó Antonio.
"Ella tiene casa en este pueblo" respondo yo.
"Bueno" respondió Antonio "aunque seaís del pueblo aquí seguro que nadie os conoce porque casi todos quienes venimos aquí o somos de Bilbao o de Lekeitio o Castro Urdiales".
Así sucedio, asi recuerdo al menos mi primera experiencia en un club liberal. Es de esas experiencias que se quedan grabadas en la memoria por ser una primera vez, por el morbo, por el espectáculo de la situación.
Luego vinieron varias experiencias más en estos locales a lo largo de los años pero esta fue una de las más especiales, por el momento y por la compañía.