ANTE TODO, RESPETO
Pues como leí el libro y escuché a su autora en un encuentro en Valencia a mitad de octubre, os voy a compartir (algunas de) mis impresiones, primero porque le dije a ella que lo haría y, segundo, porque creo que vale la pena.
Los números de página de las citas, de
Hada, Lola. El manual del chico swinger: Cómo empezar en el mundo liberal cuando eres un hombre sin pareja (Spanish Edition). Edición de Kindle.
1. ¿Es este libro para mí?
Como muy bien dijo
@*****i77 , incluso sin ser "chico swinger" la lectura vale la pena. ¿Por qué? Porque como dice la autora,
Todos vamos a estos andurriales con nuestra mochilita emocional y tratamos de dejarla a un lado para poder pasar un buen rato y darnos el permiso de disfrutar de la vida. (p. 16).
y la parte fundamental del texto va a ser esa, cómo conseguir que las emociones no nos lleven por una senda errónea que nos haga daño o por donde hagamos daño a otros.
2. La cuestión fundamental
En buena medida, se van desgranando cuestiones de sentido común, al menos para los que ya tenemos una edad. La clave,
Lo correcto es actuar con prudencia, ser educado y comunicativo, jamás des nada por sentado ni emprendas ninguna acción a la que no hayas sido invitado (p. 63).
creo que es tan válida para comenzar andanzas en el mundo swinger como en el mundo Amish o en visita de día de puertas abiertas al Congreso de los Diputados. Sentido común o educación, según cada cual quiera ver el mundo.
¿Por qué creo que es necesario que se remarque tantas veces esto (y la autora lo hace hasta la saciedad)? Porque (también lo dice ella)
Cada imagen que pasa por tu cabeza va a ser filtrada por tu mapa de realidad. En este mapa están todas las experiencias que has tenido y la educación que te han dado. Mucho de ese mapa procede de lo que has visto en películas, leído en libros o sabido por anécdotas de otros, pero todas estas cosas no son fuentes fiables en absoluto (p. 61).
En el fondo es aquello de que hay que evitar pensar con la polla, cosa a la que somos dados bastantes cuando nos vemos en según qué entornos porque, a qué negarlo, somos
masbrutoscunarao y
tiran más dos tetas que dos carretas y, aunque sea gracioso el leerlo, debe ser muy complicado vivirlo para ambas partes implicadas.
Te lo va a volver a decir ella, porque lo dice muy bien:
El caso no es negar nuestra naturaleza, sino asumir que nuestros impulsos son naturales en tanto que somos animales, pero también vivimos en sociedad y hay que usar los filtros correctos para ser aceptado (p. 121).
3. Pasito a pasito hacia una sexualidad consciente
Cuando está a punto de terminar el libro (según Kindle sobre el 90% leído), ya deberías tener asumida la clave del sentido común, el respeto, la educación, y lo que resume y encierra la esencia de todo:
No vas a tener ningún éxito hasta que asimiles y te grabes la evidencia de que este es un mundo de mujeres, nosotras mandamos, decidimos y también premiamos o castigamos (p. 119).
Ha habido también una parte práctica sobre códigos dentro de los locales, qué significa qué, qué puedes encontrar dentro (y a quiénes), cómo funcionar en webs del ramo... Pero está por llegar lo que, en la impresión de este humilde brutico al que el tema práctico del asunto le viene por ahora enorme, es la parte fundamental del libro: la más importante, la mejor y la fetén.
¿Recuerdan ustedes la mochila emocional del principio? Pues a ello.
Fundamental: romper la idea de la separación entre amor y sexo.
Posiblemente sea parte de la educación recibida, pero el amor y el sexo no son instancias separadas, sino complementarias. El comprender amor y sexo como separados conlleva el agravante de entender lo femenino y lo masculino como dos polaridades separadas cuando en realidad son complementarias (cfr. p. 168). Esa es una fuente de posibles conflictos en las relaciones de pareja tradicionales cuando uno de ellos ha incursionado en el mundo swinger.
¿Qué es lo que sucede? Que
[...] vas a crecer mucho como persona si consigues integrar en tu vida estos conceptos de amor libre, respeto y sexualidad consciente (p. 166).
y aquí puede producirse una asimetría si tienes o conoces a otra persona que no esté en ese nivel y tratáis de organizar una relación de pareja. El lector avisado dirá: eso vuelve a ser de sentido común, es como si tratase de construir mi vida con una persona
inuit, siendo yo de clima mediterráneo y desconociendo las artes del modelado del hielo, entre otros muchos desconocimientos.
El problema es que en el caso que nos ocupa, mayoritariamente el que tenga esa idea de sexualidad consciente va a ser además catalogado como la parte "tóxica" en la relación. Si a la incomprensión de la pareja se le suma la culpabilización de tu entorno, vete preparando para la terapia.
¿Entonces, mejor convertirse en un grupo sectario, cerrado al exterior, donde los sexualmente conscientes se relacionen únicamente con gente con el mismo nivel de consciencia? Jamás. Nunca una solución es encerrarse. La habitación del pánico sirve si el otro no es capaz de dinamitar tu casa. Pero es capaz, porque el otro eres tú mismo en tu gestión emocional y eres, realmente, tu principal enemigo si decides hacerte daño.
¿Entonces? Sinceridad y honestidad, contigo y con tu entorno. Pero no es el único riesgo que corremos, porque no todos tenemos una relación tradicional para generarnos conflictos, pero:
Al primer afloramiento de emotividad entro en pánico porque no sé gestionar lo que me está pasando ni veo a dónde me puede conducir (p. 168).
Claro. Si yo lo que quería era sexo, y el sexo y el amor están separados, ¿por dónde coño se me ha colado la emotividad? Como ya vimos que no hay tal separación, sino más bien una complementariedad, el sexo puede venir acompañado de algún tipo de afecto. La cuestión no es pensar que, si aparece, es un problema, porque también
puedo sentirme afortunado por experimentar algo que no está al alcance de todos y dejarme llevar, sin miedo, por la experiencia para absorberla plenamente y ver qué tiene que ofrecerme (p. 168).
En el fondo, ante esa apertura a la vivencia de una sexualidad consciente que siempre tiene que partir desde el respeto absoluto a la otra persona (ni un pene es un satisfyer ni un coño una muñeca hinchable: no se trata de mi placer sexual, sino de "vivir una sexualidad consciente", acentuando la conciencia y el vivir), siempre vamos a tener dos opciones,
en base a si quiero decidir desde el amor o desde el miedo. Decidir desde el miedo significaría alejarse inmediatamente, no sin dar gracias por ese pequeño tesoro que se nos ha dado en forma de revolcón glorioso. Decidir desde el amor no tiene porqué ser iniciar una relación que no queremos, pero sí dar espacio a que entre en nuestra vida algo nuevo que nos haga crecer y vivenciar (p. 172).
Sea como sea, cuando has tenido un momento de intimidad con otra persona, lo fundamental es ser
[...] consciente de que lo que ha pasado ahí es algo mutuo, y compartir algo tan bello merece ser responsables emocionalmente, La otra persona puede entenderte o no, pero podrá hacer mejor su camino si sabe lo que tú sientes (p. 173).
A estas alturas del libro, nuestra autora desliza una maravilla que no me resisto a citaros:
Tú siempre vas a tener el poder de decidir qué haces con aquello que se te presenta, pero no olvides que tienes una persona enfrente a la que le brillan los ojos al mirarte (pp. 172-173).
(El subrayado, nuestro)
Es hermoso y cierto. Ya hemos dicho lo del satisfyer y la muñeca hinchable, pero sin duda la idea de que a la otra persona le brillan los ojos al mirarte es mucho más precisa del sentido de la oración. Vas a decidir, pero hagas lo que hagas, evita hacerle daño innecesario a nadie.
4. El final es el principio.
Al final de esta maravilla de texto, que su autora nos presenta como "una carta abierta a ti, mi querido lector", hay como unas pequeñas instrucciones fundamentales no tanto en lo tocante al chico swinger, sino también de alcance mucho más amplio:
A - Sé respetuoso y coherente contigo mismo en primer lugar (p. 185).
B - Mira dentro de ti, si sólo quieres sexo inmediato recurre a estos cauces [hablando de profesionales o personas que busquen lo mismo que tú] y no vayas al mundo swinger a que todos hagamos más grande la sombra (p. 186).
C - Sé coherente, respétate a ti primero y decide quién quieres ser. Cuando lo sepas aplica todos estos conocimientos para gestionar el modo de relacionarte con personas afines (p. 187).
En resumen: A+B=C
Pero también, en latinajo:
nosce te ipsum (llevamos milenios igual, tan modernos que nos creemos: seguimos siendo humanes, en terminología de la Filosofía de la Cultura de Jesús Mosterín). Y más latinajo:
sapere aude.
Y a modo de fin del viaje, un cántico a la tolerancia:
[...] en el mundo [...] hay personas, y cada una de ella tiene su historia, una que tú no conoces y que puede ser muy distinta de la tuya (p. 185).
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A partir de aquí, capítulo de agradecimientos:
@*****i77 , gracias por dejarme colgarlo en este hilo tuyo. Las cosas son como son y, si hemos dicho que "ante todo, respeto", no podía ser de otra manera.
@*******Sur , la persona detrás de la maravilla de "El Manual del chico swinger. Cómo empezar en el mundo liberal cuando eres un hombre sin pareja". Como te he dicho por privado y los hados (que no tú, obviamente) me han impedido ya por dos veces decirte en persona, te lo digo ahora en público, aunque de forma virtual: gracias.
Gracias a ti, que sabes quién eres y yo también lo sé y, me perdonarán ustedes, al resto les da igual. Te mereces este agradecimiento porque sin ti toda esta travesía habría sido titánica, sí, pero en su final hacia el fondo marino.
He tenido suerte de llegarte a conocer.
Y a ti, que has llegado hasta aquí y que no sé quién eres aunque espero que tú si lo sepas (o tengas intención de averiguarlo): gracias y un abrazo.
