Maricel

Maricel
Era un jueves cualquiera y mi maravillosa rutina, como siempre, me hacía estar en 20 sitios a la vez... Pensando en 20 cosas a la vez... Y haciendo que mi día pasara casi de puntillas por mi vida, me disponía a agarrar el coche para volver a casa y siguiendo con mi rutina puse el móvil a cargar, un último vistazo a whatsapp, una comprobación de las notificaciones... rutina, bendita rutina.

Entre los estados y como siempre me fijo en el de Maricel.. . . "A veces un pecado es la entrada al paraíso", básicamente me encantó y me pregunté que le estaría pasando por la cabeza. Hacía una temporada que me había puesto de lado con ella, ya tenía suficientes líos para encima tener que atender mis filias y fobias.

Pero en ese instante decidí enviarle un mensaje comentando su estado, "yo pecaría contigo porque tu eres el paraíso"... sus emojis 😍😍 y yo los míos 😋😋 intentando que no se me notara que ese mensaje era un anhelo de su boca, de su lengua, de sus pechos... Todo ello se me juntó en la cabeza y salió a borbotones en forma de frase escrita... "El día que me invites a cenar y te dejes te voy a follar tan dulce y fuerte que no vas a dejarme salir de tu coño"...

Silencio, silencio, silencio, mi cabeza me da un toque de aviso, las has cagado gilipollas, y de repente en la pantalla del móvil un emoji de Maricel... 😈 arqueo una ceja y se me escapa media sonrisa, quizás no he metido la pata hasta el fondo.

Y más mensajes de Maricel.. . Vente y pecamos, vente quiero pecar en tu boca, quiero pecar entre tus dedos quiero pecar en tu polla, vente no te haré de cenar pero te voy a hacer la mejor comida de tu vida.... Esto último fue lo que abultó mis pantalones y no por una ilusión que mi cabeza se inventara si no porque sabía de lo que era capaz de hacer con la boca Maricel, sabía que era acogedora, sabía que era caliente, sabía que era húmeda y lo sabía no por la repetición si no porque el deseo de volver a sentirme dentro de su boca recordaba ese momento una y otra vez.. .

Y sin dudarlo me fui a por Maricel

Me abrió la puerta con esa mirada que te dice que te va a matar de placer, casi sin tiempo de entrar nuestras bocas se buscan, nuestras lenguas se acarician, nuestros cuerpos se unen.. . Noto la generosidad de sus pechos, mis brazos la rodean y la aprieto contra mi, mis manos en sus caderas atraen su sexo al mío, bajan hasta su culo y con suavidad y presteza se meten en sus braguitas notando la exquisita suavidad de sus nalgas, bajan entre ellas buscando su sexo, mientras nuestras bocas no se separan, noto su humedad entre mis dedos, la consecuencia es que quiera notar esa humedad en mi lengua, en mis labios.. .

Hoy no dejaría que me eso no pasara, y mi mente me da un respiro de clarividencia, espera, espera, espera.. . . llévame a tu habitación, le pido que se tumbe y que esta vez me deje hacer a mi, me tumbo junto a ella y la beso, la beso la beso, los besos de Maricel son narcotizantes y me transportan al paraíso de Maricel, la beso, la beso, la beso, mis manos buscan su cuerpo, su cuello, sus pechos, los quiero en mi boca, entre mis dientes, los chupo y reaccionan erectos invitándome a acariciarlos con mi lengua, nuestros gemidos se entremezcla, la tengo justo como quiero y de mi garganta sale una frase "hoy serás mía" Mi cara está entre sus pechos mientras los agarro con las manos y sin dejar de hacerlo mi boca busca su vientre y mis labios se arrastran sobre el recorriendo el camino hasta su fuente de miel, empapo su pubis con mi saliva y buscó su clítoris.. . está hinchado, deseoso y casi palpitante.. Ahora será de donde alimente mi sed con su dulce flujo, ese flujo que solo antes había probado de mis dedos después de tocarla.. Mis manos ahora separan sus labios exponiendo su rajita, no que produce más humedad mi salivación o su excitación, primer disfrute de su sexosexo

Recorro su coño de abajo hasta su clítoris recogiendo su flujo con mi lengua y dejándolo caer en su pubis, me aplico en su clítoris lamiendo con la punta de la lengua, haciendo presión con la parte más ancha de mi lengua, mi dedo se cuela en su sexo, sus gemidos me hacen notar que ese es el camino a seguir, busco dentro de ella ese punto que la haga derramarse mientras mi lengua mantiene el ritmo guiada por los sonidos que salen de su garganta.. . No un torrente de humedad viscosa y caliente entre mis dedos, Maricel arquea la espalda y estalla, sus manos en mi cabeza casi me aprietan para mantener ese momento, yo voy bajando el ritmo y mis dedos siguen dentro notando a Maricel.. .
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